Grecia verá permanencia zona euro en decisiva votación
Atenas, Reuters
Una advenediza izquierda radical se disputa la presidencia cuello a cuello con el heredero conservador de una prominente familia de Grecia, en una elección que decidirá si el país heleno permanecerá o no en la zona euro y que podría agudizar la agitación en los mercados financieros.
Los votantes, cansados de las severas medidas impuestas por prestamistas internacionales a cambio de un programa de rescate de 130.000 millones de euros, castigaron a los partidos griegos dominantes en una elección presidencial el 6 de mayo que arrojó resultados poco concluyentes, y parecen divididos sobre las opciones ofrecidas en una nueva votación el domingo.
El líder conservador del partido Nueva Democracia, Antonis Samaras, de 61 años, ha optado por una postura a favor de Europa al advertirle a una población griega furiosa tras 5 años de austeridad que renunciar a las obligaciones del rescate de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional - que mantendrá a Grecia a flote - implica volver al dracma.
"Estas elecciones se tratan del futuro de nuestros niños, sigamos en el euro o no", dijo Samaras el miércoles a sus simpatizantes en el norte de Grecia. "Eso es lo que está en juego el domingo", agregó.
Por su parte, el líder del partido radical de izquierda griego SYRIZA, Alexis Tsipras, de 37 años, ha prometido descartar el acuerdo que hundiría a Grecia en la peor recesión en décadas, nacionalizar los bancos y detener las privatizaciones, lo que creó conmoción en las capitales europeas y los mercados financieros.
Su mensaje ha resonado entre los griegos desesperados con tasas de desempleo récord de casi un 23 por ciento y rondas de recorte en los gastos públicos. La primera votación en mayo lo catapultó desde una marginal oscuridad al liderazgo del segundo partido más grande de Grecia.
Los socios europeos han advertido que Grecia, que se quedaría sin liquidez en semanas, no recibirá más préstamos a menos que cumpla sus compromisos de nuevas reformas y recortes de presupuesto. Tsipras sostiene que la Unión Europea miente y que él desea mantener a Grecia dentro del bloque.
"Si un país abandona el euro, la zona euro colapsa", dijo a la televisión griega el jueves. "Si no nos da el próximo tramo del préstamo, la zona euro colapsará al día siguiente", agregó.
Encuestas de intención de voto publicadas dos semanas antes de la votación y de una veda, mostraron a los dos partidos dominantes en una estrecha carrera por la presidencia.
Cinco encuestas ubicaron a Samaras con una leve ventaja, mientras que otros dos sondeos situaron a Tsipras en primer lugar. Las firmas encuestadoras indican que las cifras no han cambiado dramáticamente desde entonces.
Una vez más, se espera que ningún partido se declare ganador y que el frente más grande de Grecia inicie negociaciones para forjar coaliciones a favor o en contra del paquete de rescate.
Analistas refieren que será una victoria de doble filo para el que resulte ganador. Será difícil para Samaras gobernar por mucho tiempo con un empoderado Tsipras protestando detrás, mientras que Tsipras se dará cuenta de que hereda un estado al borde de la bancarrota sin fondos de rescate.
"Es posible que tengamos un colapso sin importar quién esté en el Gobierno", dijo Yanis Varoufakis, profesor de economía de la Universidad de Atenas. "No hay una solución fácil", agregó.
La tasa de desempleo alcanzó un 22,6 por ciento en el primer trimestre del año, en medio de una contracción del 6,5 por ciento en la economía. Decenas de tiendas comerciales y negocios han cerrado y la cifra de griegos sin hogar en las calles de Atenas se multiplica.
La ira hacia una afianzada clase política a la que se responsabiliza de la crisis también ha crecido.
"Han convertido a Grecia de un paraíso soleado a un infierno", dijo Dimitris Skizas, de 69 años y cuya pensión ha sido reducida. "La gente ha perdido la sonrisa, están en desesperación y cometiendo suicidios. Esto es peor que la guerra de la década de 1940", agregó.
EURO VERSUS DRACMA
Samaras, heredero de una de las familias más prominentes de Grecia que incluye a políticos, autores y benefactores, juzgó mal la ira pública hacia los políticos por las décadas de corrupción y mala administración e insistió en la votación del 6 de mayo que perdió.
Economista con un postgrado en la Universidad de Harvard, Samaras levantó una campaña electoral más efectiva esta vez, acercándose a los votantes en caminatas casuales y dirigiendo su mensaje hacia las oscuras repercusiones si los griegos votan emocionalmente contra el rescate.
"El debate del euro frente al dracma ha logrado dominar la agenda electoral", dijo Costas Panagopoulos, jefe de la encuestadora ALCO. "Las posiciones de SYRIZA parecen menos realistas: cancelar el rescate y mantenerse en el euro", agregó.
Asesores dijeron que de ganar las elecciones del domingo y lograr formar una coalición de Gobierno, la primera preocupación de Tsipras es mantener el funcionamiento del Estado, que se encuentra cerca de la bancarrota.
Una advenediza izquierda radical se disputa la presidencia cuello a cuello con el heredero conservador de una prominente familia de Grecia, en una elección que decidirá si el país heleno permanecerá o no en la zona euro y que podría agudizar la agitación en los mercados financieros.
Los votantes, cansados de las severas medidas impuestas por prestamistas internacionales a cambio de un programa de rescate de 130.000 millones de euros, castigaron a los partidos griegos dominantes en una elección presidencial el 6 de mayo que arrojó resultados poco concluyentes, y parecen divididos sobre las opciones ofrecidas en una nueva votación el domingo.
El líder conservador del partido Nueva Democracia, Antonis Samaras, de 61 años, ha optado por una postura a favor de Europa al advertirle a una población griega furiosa tras 5 años de austeridad que renunciar a las obligaciones del rescate de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional - que mantendrá a Grecia a flote - implica volver al dracma.
"Estas elecciones se tratan del futuro de nuestros niños, sigamos en el euro o no", dijo Samaras el miércoles a sus simpatizantes en el norte de Grecia. "Eso es lo que está en juego el domingo", agregó.
Por su parte, el líder del partido radical de izquierda griego SYRIZA, Alexis Tsipras, de 37 años, ha prometido descartar el acuerdo que hundiría a Grecia en la peor recesión en décadas, nacionalizar los bancos y detener las privatizaciones, lo que creó conmoción en las capitales europeas y los mercados financieros.
Su mensaje ha resonado entre los griegos desesperados con tasas de desempleo récord de casi un 23 por ciento y rondas de recorte en los gastos públicos. La primera votación en mayo lo catapultó desde una marginal oscuridad al liderazgo del segundo partido más grande de Grecia.
Los socios europeos han advertido que Grecia, que se quedaría sin liquidez en semanas, no recibirá más préstamos a menos que cumpla sus compromisos de nuevas reformas y recortes de presupuesto. Tsipras sostiene que la Unión Europea miente y que él desea mantener a Grecia dentro del bloque.
"Si un país abandona el euro, la zona euro colapsa", dijo a la televisión griega el jueves. "Si no nos da el próximo tramo del préstamo, la zona euro colapsará al día siguiente", agregó.
Encuestas de intención de voto publicadas dos semanas antes de la votación y de una veda, mostraron a los dos partidos dominantes en una estrecha carrera por la presidencia.
Cinco encuestas ubicaron a Samaras con una leve ventaja, mientras que otros dos sondeos situaron a Tsipras en primer lugar. Las firmas encuestadoras indican que las cifras no han cambiado dramáticamente desde entonces.
Una vez más, se espera que ningún partido se declare ganador y que el frente más grande de Grecia inicie negociaciones para forjar coaliciones a favor o en contra del paquete de rescate.
Analistas refieren que será una victoria de doble filo para el que resulte ganador. Será difícil para Samaras gobernar por mucho tiempo con un empoderado Tsipras protestando detrás, mientras que Tsipras se dará cuenta de que hereda un estado al borde de la bancarrota sin fondos de rescate.
"Es posible que tengamos un colapso sin importar quién esté en el Gobierno", dijo Yanis Varoufakis, profesor de economía de la Universidad de Atenas. "No hay una solución fácil", agregó.
La tasa de desempleo alcanzó un 22,6 por ciento en el primer trimestre del año, en medio de una contracción del 6,5 por ciento en la economía. Decenas de tiendas comerciales y negocios han cerrado y la cifra de griegos sin hogar en las calles de Atenas se multiplica.
La ira hacia una afianzada clase política a la que se responsabiliza de la crisis también ha crecido.
"Han convertido a Grecia de un paraíso soleado a un infierno", dijo Dimitris Skizas, de 69 años y cuya pensión ha sido reducida. "La gente ha perdido la sonrisa, están en desesperación y cometiendo suicidios. Esto es peor que la guerra de la década de 1940", agregó.
EURO VERSUS DRACMA
Samaras, heredero de una de las familias más prominentes de Grecia que incluye a políticos, autores y benefactores, juzgó mal la ira pública hacia los políticos por las décadas de corrupción y mala administración e insistió en la votación del 6 de mayo que perdió.
Economista con un postgrado en la Universidad de Harvard, Samaras levantó una campaña electoral más efectiva esta vez, acercándose a los votantes en caminatas casuales y dirigiendo su mensaje hacia las oscuras repercusiones si los griegos votan emocionalmente contra el rescate.
"El debate del euro frente al dracma ha logrado dominar la agenda electoral", dijo Costas Panagopoulos, jefe de la encuestadora ALCO. "Las posiciones de SYRIZA parecen menos realistas: cancelar el rescate y mantenerse en el euro", agregó.
Asesores dijeron que de ganar las elecciones del domingo y lograr formar una coalición de Gobierno, la primera preocupación de Tsipras es mantener el funcionamiento del Estado, que se encuentra cerca de la bancarrota.