G20 aumenta presión sobre Europa por crisis de deuda
Los Cabos, Reuters
Líderes mundiales presionaron el lunes a Europa para que tome ambiciosas medidas contra la crisis de deuda en el bloque, luego de que la victoria electoral en Grecia de partidos pro rescate no lograra calmar a los mercados ni alejar la sensación de que una tormenta más grande podría descarrilar la economía mundial.
Las economías desarrolladas y emergentes más grandes del mundo exhortarán a la zona euro a tomar "todas las medidas de política necesarias" para resolver su crisis que ya lleva más de dos años, según el borrador de un comunicado de la cumbre del Grupo de los 20 (G20) en el balneario mexicano de Los Cabos, al que Reuters tuvo acceso.
El presidente estadounidense, Barack Obama, preocupado por la posibilidad de que los traspiés europeos puedan golpear sus aspiraciones de ser reelecto, pidió reunirse con los líderes de la región este lunes por la tarde.
Más temprano se reunió con la canciller alemana Angela Merkel, que como líder de la mayor economía europea enfrenta una intensa presión para adoptar acciones más vigorosas de corto plazo, aunque hasta ahora se ha resistido.
El portavoz de Obama dijo que el mandatario está animado con las conversaciones, en las que se trataron pasos para "incrementar la integración europea".
Funcionarios europeos rechazaron la idea de que ellos son culpables por una debilitamiento del crecimiento económico alrededor del mundo, y pusieron paños fríos a las esperanzas de un remedio milagroso para la zona euro, integrada por 17 países.
"Francamente, no venimos aquí para recibir lecciones en términos de democracia o en términos de cómo manejar nuestra economía, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso.
Resguardados por barcos de la marina mexicana y soldados en las playas y carreteras, los líderes del Grupo de los 20 (G20), que reúne a las mayores economías industrializadas y emergentes, iniciaron dos días de reuniones en el balneario de Los Cabos para priorizar el crecimiento y la creación de empleos como una manera de impulsar a la desacelerada economía mundial.
La creciente violencia en Siria y el riesgo de colapso del plan de paz impulsado por Naciones Unidas también estuvieron sobre la mesa cuando Obama se reunió el lunes con el mandatario ruso Vladimir Putin al margen de la cumbre.
Las dos super potencias están en desacuerdo sobre el armamentismo de Siria y las sanciones de las Naciones Unidas.
Obama y Putin estuvieron de acuerdo en que la violencia en Siria debe terminar, pero no ofrecieron nuevas soluciones y no mostraron señales de haber llegado a un terreno común sobre la posibilidad de sanciones más fuertes contra Damasco.
Pero la batalla de Europa contra la crisis -que ha llevado a Grecia, Irlanda y Portugal a buscar rescates del FMI y la Unión Europea y forzado a España a conseguir asistencia para sus bancos- sería el tema dominante las discusiones inaugurales sobre economía global del G20.
El Banco Mundial redujo su pronóstico de crecimiento económico global para el 2012 a un 2,5 por ciento y advirtió que los países enfrentan un largo periodo de volatilidad en los mercados financieros y de débil expansión.
REACCION A GRECIA
Aunque la estrecha victoria del partido conservador Nueva Democracia en las elecciones de Grecia alivió las preocupaciones de una pronta salida del país de la zona euro, no logró calmar mucho a los mercados financieros.
Después de una breve recuperación, el euro cayó frente al dólar y los rendimientos de los bonos españoles se dispararon por arriba del 7 por ciento a su mayor nivel desde la creación de la moneda única en 1999. Las acciones europeas cerraron con una caída del 1,2 por ciento.
La calificadora Fitch Ratings dijo que el resultado de las elecciones griegas redujo el riesgo de una incumplimiento desordenado de deuda y de una salida del país de la zona euro, pero también advirtió que cualquier nuevo gobierno probablemente sería frágil.
"La victoria en Grecia en realidad no resuelve nada", dijo Boris Schlossberg, director en la firma de asesoría de inversión BK Asset Management en Nueva York. "Todavía va a ser duro para Grecia", agregó.
Merkel, hablando con reporteros después de aterrizar en Los Cabos en medio de la noche, elogió los resultados de la elección pero dijo que no podía aceptar un relajamiento en las medidas de austeridad y en las reformas estructurales a las que Grecia se comprometió como condición para recibir dos rescates de la Unión Europea y el FMI por 240.000 millones de euros.
"El gobierno griego debe cumplir y cumplirá con los compromisos que acordó", dijo.
Eso pondría a Merkel en trayectoria de colisión con el ganador de la elección griega, Antonis Samaras, que hizo campaña prometiendo renegociar elementos del rescate y reiteró su postura el lunes al asegurar que se requerían "algunas enmiendas necesarias" para aliviar "el agobiante desempleo y las inmensas penurias".
Grecia pedirá aplicar los recortes de austeridad de 11.700 millones de euros en un plazo de cuatro años en lugar de dos años, dijo a Reuters una fuente del partido Nueva Democracia en Atenas.
La frustración de Alemania ante la falta de avances concretos de Grecia en sus promesas de reforma ha aumentado en los últimos meses. También ha crecido el enojo de los griegos ante las duras medidas de austeridad recetadas por Berlín y sus socios.
En un giro del destino, la selección nacional de fútbol de Grecia enfrentará a Alemania esta semana en los cuartos del final del campeonato europeo.
David Mackie, un economista de JP Morgan, dijo que espera que los gobiernos europeos en última instancia sean obligados a acordar una "reestructuración agresiva" de los préstamos que ya han otorgado a Grecia para ayudar al país a volver al camino sustentable.
"ESTANCAMIENTO PERPETUO"
Merkel también enfrenta una intensa presión para adoptar acciones más vigorosas para todo el bloque.
Sin embargo, la canciller ha rechazado las propuestas de lanzar bonos conjuntos de la zona euro y la creación de una "unión bancaria" en Europa con garantías transfronterizas de depósitos, asegurando que esas son soluciones rápidas que están destinadas a fallar y serían rechazadas por las cortes alemanas.
En cambio, está llevando a otros líderes europeos a acordar una hoja de ruta hacia una mayor integración fiscal que implicaría ceder soberanía sobre los presupuestos a Bruselas y dar más poder al Parlamento Europeo.
Al delinear cómo podría verse el bloque en cinco a 10 años, Merkel espera recuperar la confianza de los mercados.
Pero sus contrapartes, sobre todo el nuevo presidente francés Francois Hollande, tienen dudas sobre la transferencia de poderes en política fiscal, y parece poco probable que Europa alcance un "gran acuerdo" que devuelva seguridad a los mercados en una cumbre de líderes europeos prevista para el fin de junio.
La crisis de deuda de Europa ha mostrado la necesidad de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tenga más recursos para enfrentarla.
En Los Cabos, se espera que los líderes de las mayores economías del mundo ratifiquen sus promesas de realizar nuevos préstamos por 430.000 millones de dólares al FMI, aunque algunos países emergentes están frustrados con el lento avance para lograr más poder en el organismo multilateral.
Se espera que los dirigentes del G20 también adopten un Plan de Acción Los Cabos, con el compromiso de promover el crecimiento económico y la creación de trabajos, de invertir en infraestructura e impulsar el comercio, pero apegándose a sus promesas de reducir los déficit presupuestarios.
"Un crecimiento fuerte, sostenido y balanceado sigue siendo la principal prioridad del G20 porque conduce a una mayor creación de trabajos e incrementa el bienestar de la gente alrededor del mundo", dice el borrador del comunicado, según la fuente del G20.
"Estamos comprometidos a adoptar todas las medidas de políticas necesarias para fortalecer la demanda, apoyar al crecimiento global y restablecer la confianza", agregó.
Líderes mundiales presionaron el lunes a Europa para que tome ambiciosas medidas contra la crisis de deuda en el bloque, luego de que la victoria electoral en Grecia de partidos pro rescate no lograra calmar a los mercados ni alejar la sensación de que una tormenta más grande podría descarrilar la economía mundial.
Las economías desarrolladas y emergentes más grandes del mundo exhortarán a la zona euro a tomar "todas las medidas de política necesarias" para resolver su crisis que ya lleva más de dos años, según el borrador de un comunicado de la cumbre del Grupo de los 20 (G20) en el balneario mexicano de Los Cabos, al que Reuters tuvo acceso.
El presidente estadounidense, Barack Obama, preocupado por la posibilidad de que los traspiés europeos puedan golpear sus aspiraciones de ser reelecto, pidió reunirse con los líderes de la región este lunes por la tarde.
Más temprano se reunió con la canciller alemana Angela Merkel, que como líder de la mayor economía europea enfrenta una intensa presión para adoptar acciones más vigorosas de corto plazo, aunque hasta ahora se ha resistido.
El portavoz de Obama dijo que el mandatario está animado con las conversaciones, en las que se trataron pasos para "incrementar la integración europea".
Funcionarios europeos rechazaron la idea de que ellos son culpables por una debilitamiento del crecimiento económico alrededor del mundo, y pusieron paños fríos a las esperanzas de un remedio milagroso para la zona euro, integrada por 17 países.
"Francamente, no venimos aquí para recibir lecciones en términos de democracia o en términos de cómo manejar nuestra economía, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso.
Resguardados por barcos de la marina mexicana y soldados en las playas y carreteras, los líderes del Grupo de los 20 (G20), que reúne a las mayores economías industrializadas y emergentes, iniciaron dos días de reuniones en el balneario de Los Cabos para priorizar el crecimiento y la creación de empleos como una manera de impulsar a la desacelerada economía mundial.
La creciente violencia en Siria y el riesgo de colapso del plan de paz impulsado por Naciones Unidas también estuvieron sobre la mesa cuando Obama se reunió el lunes con el mandatario ruso Vladimir Putin al margen de la cumbre.
Las dos super potencias están en desacuerdo sobre el armamentismo de Siria y las sanciones de las Naciones Unidas.
Obama y Putin estuvieron de acuerdo en que la violencia en Siria debe terminar, pero no ofrecieron nuevas soluciones y no mostraron señales de haber llegado a un terreno común sobre la posibilidad de sanciones más fuertes contra Damasco.
Pero la batalla de Europa contra la crisis -que ha llevado a Grecia, Irlanda y Portugal a buscar rescates del FMI y la Unión Europea y forzado a España a conseguir asistencia para sus bancos- sería el tema dominante las discusiones inaugurales sobre economía global del G20.
El Banco Mundial redujo su pronóstico de crecimiento económico global para el 2012 a un 2,5 por ciento y advirtió que los países enfrentan un largo periodo de volatilidad en los mercados financieros y de débil expansión.
REACCION A GRECIA
Aunque la estrecha victoria del partido conservador Nueva Democracia en las elecciones de Grecia alivió las preocupaciones de una pronta salida del país de la zona euro, no logró calmar mucho a los mercados financieros.
Después de una breve recuperación, el euro cayó frente al dólar y los rendimientos de los bonos españoles se dispararon por arriba del 7 por ciento a su mayor nivel desde la creación de la moneda única en 1999. Las acciones europeas cerraron con una caída del 1,2 por ciento.
La calificadora Fitch Ratings dijo que el resultado de las elecciones griegas redujo el riesgo de una incumplimiento desordenado de deuda y de una salida del país de la zona euro, pero también advirtió que cualquier nuevo gobierno probablemente sería frágil.
"La victoria en Grecia en realidad no resuelve nada", dijo Boris Schlossberg, director en la firma de asesoría de inversión BK Asset Management en Nueva York. "Todavía va a ser duro para Grecia", agregó.
Merkel, hablando con reporteros después de aterrizar en Los Cabos en medio de la noche, elogió los resultados de la elección pero dijo que no podía aceptar un relajamiento en las medidas de austeridad y en las reformas estructurales a las que Grecia se comprometió como condición para recibir dos rescates de la Unión Europea y el FMI por 240.000 millones de euros.
"El gobierno griego debe cumplir y cumplirá con los compromisos que acordó", dijo.
Eso pondría a Merkel en trayectoria de colisión con el ganador de la elección griega, Antonis Samaras, que hizo campaña prometiendo renegociar elementos del rescate y reiteró su postura el lunes al asegurar que se requerían "algunas enmiendas necesarias" para aliviar "el agobiante desempleo y las inmensas penurias".
Grecia pedirá aplicar los recortes de austeridad de 11.700 millones de euros en un plazo de cuatro años en lugar de dos años, dijo a Reuters una fuente del partido Nueva Democracia en Atenas.
La frustración de Alemania ante la falta de avances concretos de Grecia en sus promesas de reforma ha aumentado en los últimos meses. También ha crecido el enojo de los griegos ante las duras medidas de austeridad recetadas por Berlín y sus socios.
En un giro del destino, la selección nacional de fútbol de Grecia enfrentará a Alemania esta semana en los cuartos del final del campeonato europeo.
David Mackie, un economista de JP Morgan, dijo que espera que los gobiernos europeos en última instancia sean obligados a acordar una "reestructuración agresiva" de los préstamos que ya han otorgado a Grecia para ayudar al país a volver al camino sustentable.
"ESTANCAMIENTO PERPETUO"
Merkel también enfrenta una intensa presión para adoptar acciones más vigorosas para todo el bloque.
Sin embargo, la canciller ha rechazado las propuestas de lanzar bonos conjuntos de la zona euro y la creación de una "unión bancaria" en Europa con garantías transfronterizas de depósitos, asegurando que esas son soluciones rápidas que están destinadas a fallar y serían rechazadas por las cortes alemanas.
En cambio, está llevando a otros líderes europeos a acordar una hoja de ruta hacia una mayor integración fiscal que implicaría ceder soberanía sobre los presupuestos a Bruselas y dar más poder al Parlamento Europeo.
Al delinear cómo podría verse el bloque en cinco a 10 años, Merkel espera recuperar la confianza de los mercados.
Pero sus contrapartes, sobre todo el nuevo presidente francés Francois Hollande, tienen dudas sobre la transferencia de poderes en política fiscal, y parece poco probable que Europa alcance un "gran acuerdo" que devuelva seguridad a los mercados en una cumbre de líderes europeos prevista para el fin de junio.
La crisis de deuda de Europa ha mostrado la necesidad de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tenga más recursos para enfrentarla.
En Los Cabos, se espera que los líderes de las mayores economías del mundo ratifiquen sus promesas de realizar nuevos préstamos por 430.000 millones de dólares al FMI, aunque algunos países emergentes están frustrados con el lento avance para lograr más poder en el organismo multilateral.
Se espera que los dirigentes del G20 también adopten un Plan de Acción Los Cabos, con el compromiso de promover el crecimiento económico y la creación de trabajos, de invertir en infraestructura e impulsar el comercio, pero apegándose a sus promesas de reducir los déficit presupuestarios.
"Un crecimiento fuerte, sostenido y balanceado sigue siendo la principal prioridad del G20 porque conduce a una mayor creación de trabajos e incrementa el bienestar de la gente alrededor del mundo", dice el borrador del comunicado, según la fuente del G20.
"Estamos comprometidos a adoptar todas las medidas de políticas necesarias para fortalecer la demanda, apoyar al crecimiento global y restablecer la confianza", agregó.