EEUU: Rusia y China no apoyan un plan que contemple la salida del poder de Al Assad
Los Cabos, EP
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha informado de que Rusia y China no apoyan ningún plan que contemple la salida del poder del presidente sirio, Bashar al Assad, pese a que admiten el riesgo de que el país árabe caiga en una guerra civil.
"No diría que en este punto Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional están alineados con Rusia y China", ha dicho Obama en declaraciones a la prensa en los márgenes de la cumbre del G-20, que se celebra en la ciudad mexicana de Los Cabos.
A pesar de ello, ha indicado que no cree que Moscú y Pekín respalden las matanzas perpetradas contra el pueblo sirio. "Creo que piensan que todo el mundo estaría mejor si Siria tuviera un mecanismo para cesar la violencia y formar un gobierno legítimo", ha dicho.
En este sentido, el presidente estadounidense ha apuntado que ambos países han reconocido los "graves peligros" de que Siria caiga en una guerra civil.
Estas declaraciones contradicen las realizadas hace unas horas por el primer ministro británico, David Cameron, quien ha asegurado a la prensa que el presidente ruso, Vladimir Putin, no quiere que Al Assad siga en el poder.
Si bien, las palabras del 'premier' han sido desmentidas poco después por Putin al reiterar que los sirios son los únicos facultados para decidir sobre la continuidad de Al Assad en la Presidencia.
Obama se ha entrevistado con las autoridades rusas y chinas, al parecer, en presencia de Cameron, los presidentes francés y turco, François Hollande y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Según ha informado la Casa Blanca a través de un comunicado, Obama y Erdogan han coincidido en la necesidad de "avanzar hacia una transición política en Siria que acabe con el derramamiento de sangre y traiga un gobierno que refleje la voluntad del pueblo sirio".
En este sentido, el presidente estadounidense ha reiterado que Al Assad ha perdido la legitimidad para presidir el país, por lo que sería imposible concebir una solución al conflicto sirio que su prolongue su estancia en el poder.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha informado de que Rusia y China no apoyan ningún plan que contemple la salida del poder del presidente sirio, Bashar al Assad, pese a que admiten el riesgo de que el país árabe caiga en una guerra civil.
"No diría que en este punto Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional están alineados con Rusia y China", ha dicho Obama en declaraciones a la prensa en los márgenes de la cumbre del G-20, que se celebra en la ciudad mexicana de Los Cabos.
A pesar de ello, ha indicado que no cree que Moscú y Pekín respalden las matanzas perpetradas contra el pueblo sirio. "Creo que piensan que todo el mundo estaría mejor si Siria tuviera un mecanismo para cesar la violencia y formar un gobierno legítimo", ha dicho.
En este sentido, el presidente estadounidense ha apuntado que ambos países han reconocido los "graves peligros" de que Siria caiga en una guerra civil.
Estas declaraciones contradicen las realizadas hace unas horas por el primer ministro británico, David Cameron, quien ha asegurado a la prensa que el presidente ruso, Vladimir Putin, no quiere que Al Assad siga en el poder.
Si bien, las palabras del 'premier' han sido desmentidas poco después por Putin al reiterar que los sirios son los únicos facultados para decidir sobre la continuidad de Al Assad en la Presidencia.
Obama se ha entrevistado con las autoridades rusas y chinas, al parecer, en presencia de Cameron, los presidentes francés y turco, François Hollande y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Según ha informado la Casa Blanca a través de un comunicado, Obama y Erdogan han coincidido en la necesidad de "avanzar hacia una transición política en Siria que acabe con el derramamiento de sangre y traiga un gobierno que refleje la voluntad del pueblo sirio".
En este sentido, el presidente estadounidense ha reiterado que Al Assad ha perdido la legitimidad para presidir el país, por lo que sería imposible concebir una solución al conflicto sirio que su prolongue su estancia en el poder.