Dudan de la estabilidad mental de Breivik por la ausencia de sentimientos
Oslo, EP
Uno de los expertos psiquiatras que declararon mentalmente estable a Anders Behring Breivik --el autor confeso de la masacre perpetrada en julio de 2011 en Oslo y en Utoya-- ha reconocido que puso en duda la certeza de su diagnóstico cuando observó que el acusado no mostraba emociones durante la vista judicial, ha explicado este lunes al tribunal.
Breivik mató a ocho personas con un coche bomba colocado en el distrito gubernamental en Oslo, para distraer a las fuerzas de seguridad del ataque que perpetró horas después en la isla de Utoya, en la que mató a sangre fría a 69 jóvenes que participaban en un campamento de verano del Partido Laborista.
El tribunal que le juzga debe decidir si Breivik está mentalmente sano o padece alguna enfermedad. Dos informes de equipos diferentes determinaron diagnósticos diametralmente opuestos acerca de la salud mental del acusado.
"¿Puede padecer una psicopatía?", ha señalado el psicólogo Terje Torrissen. "Lo pensé, ¿cómo es posible que pase por todo esto sin mostrar una sola señal de emoción?", ha declarado. Para salir de dudas, Torrisen ha explicado que se reunió con Breivik durante el juicio en un encuentro que ha permanecido en secreto hasta este lunes.
El psicólogo ha asegurado ante el tribunal que esa charla de 20 minutos le convenció de que el acusado está mentalmente sano. Si Breivik es declarado culpable y psicológicamente inestable, podría ser enviado a una institución psiquiátrica donde se revisaría su reclusión cada tres años.
Si es condenado bajo el diagnóstico de mentalmente estable, podría cumplir una pena de 21 años de cárcel que podría ampliarse si se considera que es peligroso para la sociedad.
Uno de los expertos psiquiatras que declararon mentalmente estable a Anders Behring Breivik --el autor confeso de la masacre perpetrada en julio de 2011 en Oslo y en Utoya-- ha reconocido que puso en duda la certeza de su diagnóstico cuando observó que el acusado no mostraba emociones durante la vista judicial, ha explicado este lunes al tribunal.
Breivik mató a ocho personas con un coche bomba colocado en el distrito gubernamental en Oslo, para distraer a las fuerzas de seguridad del ataque que perpetró horas después en la isla de Utoya, en la que mató a sangre fría a 69 jóvenes que participaban en un campamento de verano del Partido Laborista.
El tribunal que le juzga debe decidir si Breivik está mentalmente sano o padece alguna enfermedad. Dos informes de equipos diferentes determinaron diagnósticos diametralmente opuestos acerca de la salud mental del acusado.
"¿Puede padecer una psicopatía?", ha señalado el psicólogo Terje Torrissen. "Lo pensé, ¿cómo es posible que pase por todo esto sin mostrar una sola señal de emoción?", ha declarado. Para salir de dudas, Torrisen ha explicado que se reunió con Breivik durante el juicio en un encuentro que ha permanecido en secreto hasta este lunes.
El psicólogo ha asegurado ante el tribunal que esa charla de 20 minutos le convenció de que el acusado está mentalmente sano. Si Breivik es declarado culpable y psicológicamente inestable, podría ser enviado a una institución psiquiátrica donde se revisaría su reclusión cada tres años.
Si es condenado bajo el diagnóstico de mentalmente estable, podría cumplir una pena de 21 años de cárcel que podría ampliarse si se considera que es peligroso para la sociedad.