Doria Medina: Falta de seguridad jurídica para inversionistas extranjeros justifica salida de Jindal
La Paz, ANF
El empresario Samuel Doria Medina afirmó este lunes que en el país no existe garantías para la inversión nacional ni extranjera, debido a que el Gobierno emplea la estrategia de la amenaza para “espantar” a los empresarios, lo cual no gusta a los inversionistas, prueba de ello es la crisis generada con la empresa Jindal Steel que anunció en días pasados la conclusión del contrato para industrializar el hierro del cerro del Mutún.
En conferencia de prensa, el empresario denunció que similares acciones que se tomaron contra la Jindal, son asumidas por el Gobierno en contra de su persona y otros empresarios para dificultar el progreso de las empresas que no están en manos del Estado.
“Lastimosamente no hay garantías en el país para los inversionistas, yo vivo en carne propia lo que está viviendo la Jindal, a la inversión nacional y extranjera no se la maneja con amenazas, hay un criterio (en el Gobierno) de que hay que amenazar para que la gente pueda tomar ciertas decisiones y claramente la amenaza es lo que menos gusta a un inversionista”, manifestó Doria Medina.
Señaló que tomó conocimiento de un intento de acercamiento por parte de autoridades gubernamentales con el empresario brasileños Batista, quien en años pasados fue expulsado del país cuando intentaba invertir en el Mutún y que luego de varias conversaciones, dijo que ahora no quiere invertir en Bolivia, porque no existen garantías para realizar ninguna inversión, ni nacional ni extrajera.
En la oportunidad desestimó que una ley de inversiones solucione la problemática en el país, cuando el gobierno no acata sus normas y mucho menos la Constitución Política del Estado (CPE).
El mes de mayo el embajador de España en Bolivia, Ramón Santos pidió una ley de inversiones para garantizar la inversión extranjera, luego de que el Gobierno del presidente Evo Morales nacionalizó la Empresa de Transporte y Energía (TDE) filial de la Red Eléctrica de España(REE), bajo el argumento de una escaza inversión extranjera.
El 1 de abril se cumplió el plazo para que JSB concrete la inversión de $us 600 millones comprometidos para los dos primeros años del proyecto de industrialización del Mutún. La empresa india aseguró, el 11 de abril, haber invertido $us 583,47 millones en la adquisición de dos plantas y la ejecución de obras civiles del complejo siderúrgico.
En un comunicado publicado ayer por la JSB, oficializó que el viernes envió una carta al Gobierno en la que le expresó su intención de “terminar el contrato de riesgo compartido”, porque no se le entregó las tierras saneadas comprometidas y porque hay incumplimiento para asegurar y garantizar el suministro de gas en los volúmenes requeridos para el funcionamiento del complejo siderúrgico.
El viernes, el ministro de Minería, Mario Virreira, señaló que ante la salida de la empresa india se procederá a realizar una licitación para que otra empresa ocupe su puesto. El proceso demandaría seis meses y según la autoridad, existe interés de parte de empresas de Australia, Brasil y el Reino Unido para invertir en el país en el rubro de la siderurgia.
El empresario Samuel Doria Medina afirmó este lunes que en el país no existe garantías para la inversión nacional ni extranjera, debido a que el Gobierno emplea la estrategia de la amenaza para “espantar” a los empresarios, lo cual no gusta a los inversionistas, prueba de ello es la crisis generada con la empresa Jindal Steel que anunció en días pasados la conclusión del contrato para industrializar el hierro del cerro del Mutún.
En conferencia de prensa, el empresario denunció que similares acciones que se tomaron contra la Jindal, son asumidas por el Gobierno en contra de su persona y otros empresarios para dificultar el progreso de las empresas que no están en manos del Estado.
“Lastimosamente no hay garantías en el país para los inversionistas, yo vivo en carne propia lo que está viviendo la Jindal, a la inversión nacional y extranjera no se la maneja con amenazas, hay un criterio (en el Gobierno) de que hay que amenazar para que la gente pueda tomar ciertas decisiones y claramente la amenaza es lo que menos gusta a un inversionista”, manifestó Doria Medina.
Señaló que tomó conocimiento de un intento de acercamiento por parte de autoridades gubernamentales con el empresario brasileños Batista, quien en años pasados fue expulsado del país cuando intentaba invertir en el Mutún y que luego de varias conversaciones, dijo que ahora no quiere invertir en Bolivia, porque no existen garantías para realizar ninguna inversión, ni nacional ni extrajera.
En la oportunidad desestimó que una ley de inversiones solucione la problemática en el país, cuando el gobierno no acata sus normas y mucho menos la Constitución Política del Estado (CPE).
El mes de mayo el embajador de España en Bolivia, Ramón Santos pidió una ley de inversiones para garantizar la inversión extranjera, luego de que el Gobierno del presidente Evo Morales nacionalizó la Empresa de Transporte y Energía (TDE) filial de la Red Eléctrica de España(REE), bajo el argumento de una escaza inversión extranjera.
El 1 de abril se cumplió el plazo para que JSB concrete la inversión de $us 600 millones comprometidos para los dos primeros años del proyecto de industrialización del Mutún. La empresa india aseguró, el 11 de abril, haber invertido $us 583,47 millones en la adquisición de dos plantas y la ejecución de obras civiles del complejo siderúrgico.
En un comunicado publicado ayer por la JSB, oficializó que el viernes envió una carta al Gobierno en la que le expresó su intención de “terminar el contrato de riesgo compartido”, porque no se le entregó las tierras saneadas comprometidas y porque hay incumplimiento para asegurar y garantizar el suministro de gas en los volúmenes requeridos para el funcionamiento del complejo siderúrgico.
El viernes, el ministro de Minería, Mario Virreira, señaló que ante la salida de la empresa india se procederá a realizar una licitación para que otra empresa ocupe su puesto. El proceso demandaría seis meses y según la autoridad, existe interés de parte de empresas de Australia, Brasil y el Reino Unido para invertir en el país en el rubro de la siderurgia.