¿Decisión sobre inmigración en EEUU prevé el destino de la reforma sanitaria?

Washington, Reuters
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos el lunes sobre el tema inmigración en Arizona mostró una veta conciliadora en una corte dividida que podría volver a aparecer cuando la justicia se expida el jueves sobre la reforma del sistema de salud del país.

Lo que el acuerdo de Arizona augurará al caso más seguido de esta época nadie lo sabe.

Aunque la evidente búsqueda de los jueces de un terreno común en la norma de inmigración y algunos otros casos actuales podría auspiciar un fallo sobre la ley de atención médica que podría no predecirse en términos de línea política.

La decisión del lunes, escrita por el juez conservador Anthony Kennedy y a la que adhirió por completo su par conservador y jefe de la justicia John Roberts y, notablemente, tres jueces liberales eliminó la mayor parte de la normativa de Arizona que pretendía expulsar a los inmigrantes ilegales.

La corte, además de confirmar la polémica medida de que la policía puede detener a personas sospechosas de estar en Estados Unidos ilegalmente para verificar su estado, sugirió límites al tiempo que pueden permanecer retenidas.

En general, el fallo fue modesto y el tono, cauteloso. Resaltó el rol federal en la regulación de la inmigración y rechazó ampliamente el esfuerzo de Arizona -y por extensión de varios otros estados- de instituir medidas para detener el cruce de la frontera de manera ilegal.

La mención de los jueces sobre la autoridad nacional en dilemas que trasvasan las fronteras estatales podría terminar repitiéndose en la sentencia sobre la reforma de salud.

"Ambos problemas trascienden las fronteras de los estados y son demasiado grandes para que los estados los solucionen por su cuenta", dijo el profesor en leyes Neil Siegel de la Universidad de Duke, quien destacó que no quería vaticinar cómo se pronunciaría la corte el jueves.

Incluso antes del caso de Arizona, Roberts y algunos de sus colegas habían tomado medidas para minimizar las diferencias basadas en política e ideología.

A comienzos de este semestre, los jueces emitieron decisiones unánimes en disputas sobre los distritos de votación en Texas -que defensores de los derechos civiles dijeron que diluirían el poder de voto latino-, sobre cuándo los empleados de iglesias y otras organizaciones religiosas serían demandados por parcialidad, y sobre salvaguardas constitucionales para el uso policial de dispositivos de rastreo por GPS.

Si bien la corte no se pronunció totalmente a favor de la administración del presidente Barack Obama en la lucha por la inmigración en Arizona, dio al mandatario demócrata más de lo que se hubiera esperado.

"El caso reafirma la primacía del Gobierno federal sobre la inmigración en varios aspectos", dijo el profesor de leyes de la

Universidad Temple Peter Spiro.

La decisión en el caso de Arizona versus Estados Unidos encendió la pregunta sobre el poder estatal frente al poder federal en el país norteamericano.

IDEOLOGÍA Y POLÍTICA


Los límites que impuso Kennedy a las acciones de la policía posiblemente ayudaron a que los tres jueces liberales Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer y Sonia Sotomayor se decidieran a apoyar la sentencia.

Durante los debates orales de abril, ellos habían mencionado temores de que las personas fuesen encarceladas por períodos prolongados mientras la policía chequeaba con las autoridades federales si estaban legalmente en Estados Unidos. (La cuarta jueza liberal, Elena Kagan, no participó en el caso).

Los nueve jueces están divididos no sólo ideológicamente, sino en términos políticos. Los cinco conservadores -que suelen votar como un bloque- fueron nombrados por presidentes republicanos, mientras que los cuatro liberales -que suelen encontrarse en disidencia- fueron designados por mandatarios demócratas.

Las disputas sobre la inmigración y la ley de reforma del sistema sanitario surgieron de batallas entre la administración demócrata de Obama y estados republicanos. Ambas ponen a prueba secciones de la Constitución en las que están implicados los poderes respectivos del Gobierno federal y los estados.

No obstante, hay diferencias significativas entre los casos. La disputa sanitaria aún pendiente descansa sobre la autoridad del Congreso de regular el comercio interestatal. Durante los debates sobre el tema en marzo, Kennedy sugirió por sus preguntas que la ley aprobada por el Congreso habría ido demasiado lejos.

Además, la disputa sanitaria es mucho más complicada que el caso de Arizona y menos proclive a brindar un camino de acuerdo sencillo.

Pero algo es seguro: Roberts está preocupado por el lugar de la Corte Suprema en la historia. Ha hablado sobre la necesidad de preservar la integridad del cuerpo en un Washington profundamente polarizado y ha mencionado el valor de las opiniones unánimes o casi unánimes.

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