Continúan bombardeos en Siria, Rusia se rehúsa a que se recurra a la fuerza
Damasco, AFP
Las fuerzas gubernamentales bombardearon varias ciudades de Siria este sábado, lo que empujó a la oposición a reclamar a la comunidad internacional armas sofisticadas para derrocar al régimen por la fuerza, método al que Rusia se rehúsa a recurrir.
Frente a un régimen determinado en aplastar la revuelta comenzada hace 15 meses, el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición, se dispone a designar un nuevo presidente que estará a cargo de hacer que esta instancia signada por profundas divisiones, sea eficaz.
En total, la violencia dejó 36 víctimas fatales en el país, en su mayoría civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Luego de las matanzas de civiles los últimos diez días, "por primera vez desde el comienzo de la crisis el tema de una intervención militar se plantea de manera emocional", estimó el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, agregando de inmediato que Rusia, aliada de Siria, se opondría.
Incluso aunque el plan del enviado internacional Kofi Annan empiece a "enredarse", no hay "alternativa", estimó Lavrov pidiendo la organización rápida de una conferencia internacional sobre Siria, con la presencia controvertida de Irán.
Moscú, que tomó sus distancias con Bashar al Asad estas últimas semanas, vería de buen ojo que el presidente sirio dejara el poder "si los propios sirios se ponen de acuerdo sobre este tema", observó Lavrov.
Antes del amanecer este sábado, al menos 17 personas, de las cuales nueve mujeres y tres niños, murieron en bombardeos del ejército en Deraa (sur), según el OSDH, que vio en la ofensiva una posible respuesta a los "ataques lanzados generalmente por la noche contra los retenes del ejército".
Este bombardeo provocó la ira de centenares de refugiados que se manifestaron en Ramtha, ciudad jordana cercana a Deraa.
El ejército bombardeó Homs (centro), otro bastión de la revuelta, matando a seis civiles, según el OSDH.
En la provincia del litoral, Lataquia (oeste), se registraron nuevos combates en Heffa en donde murieron o resultaron heridos decenas de soldados de las tropas regulares, indicaron militantes locales y el jefe del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Las fuerzas del régimen bombardearon esta región que intentan retomar luego de registrar unas 50 bajas, según el OSDH, que dio cuenta de la muerte de 16 civiles, 18 desertores y 46 soldados en Heffa en cuatro días.
Con la violencia en Heffa el litoral ya no es una zona segura y todo el país está implicado en las protestas, señaló Rahman.
En total, más de 13.400 personas, en su gran mayoría civiles, murieron en casi 15 meses de revuelta, según el OSDH. Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), cinco trabajadores de prensa sirios murieron a fines de mayo en operaciones de las tropas regulares.
La comunidad internacional se indignó por la nueva matanza el miércoles en Kubeir, una localidad de la provincia de Hama (centro), en donde 55 personas, incluidas mujeres y niños, murieron, según el OSDH. La oposición acusó a las milicias gubernamentales, mientras que el régimen informó que sólo fueron 9 personas las que murieron en manos de "grupos terroristas", término utilizado por Damasco para designar a los rebeldes y opositores.
Los observadores de la ONU, que llegaron al lugar el viernes, vieron huellas de vehículos blindados y rastros de impactos de tiros de cohetes, según el portavoz de la ONU, Martin Nesirky.
El vocero subrayó que falta determinar las circunstancias del ataque y la cantidad de víctimas.
Frente a estas atrocidades, la rebelión armada quiere medios para combatir al régimen. "Los que pretenden ayudar a la oposición siria deberían comenzar por respaldar a la gente en el interior de Siria", declaró Husein Sayed, presidente del Consejo Supremo de la Comandancia de la Revolución.
"Pedimos únicamente (a la comunidad internacional) que nos suministre armas más sofisticadas, pero nadie lo quiere hacer", lamentó Luay Saka, un portavoz del Syrian Support Group.
En Estambul, las instancias dirigentes del CNS, que reagrupa a islamistas, liberales, nacionalistas, independientes y militantes en el terreno, comenzaron este sábado una reunión que se extenderá hasta el domingo para elegir a su próximo jefe tras la dimisión de Burhan Ghaliun.
Habría "consenso" para designar por tres meses a Abdel Baset Sayda, un kurdo independiente poco conocido que deberá sobre todo hacer del CNS un interlocutor creíble para la comunidad internacional.
Captura de imagen de video subido a YouTube el 8 de junio de 2012 en el que se ve humo saliendo de una mezquita en la ciudad siria de Homs en ataques de las fuerzas gubernamentales contra los opositores al régimen
Imagen de la agencia de noticias siria Shaam News Network en la que un niño hace un gesto de victoria mientras mira a través de un muro agujereado por disparos de bala
Las fuerzas gubernamentales bombardearon varias ciudades de Siria este sábado, lo que empujó a la oposición a reclamar a la comunidad internacional armas sofisticadas para derrocar al régimen por la fuerza, método al que Rusia se rehúsa a recurrir.
Frente a un régimen determinado en aplastar la revuelta comenzada hace 15 meses, el Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición, se dispone a designar un nuevo presidente que estará a cargo de hacer que esta instancia signada por profundas divisiones, sea eficaz.
En total, la violencia dejó 36 víctimas fatales en el país, en su mayoría civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Luego de las matanzas de civiles los últimos diez días, "por primera vez desde el comienzo de la crisis el tema de una intervención militar se plantea de manera emocional", estimó el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, agregando de inmediato que Rusia, aliada de Siria, se opondría.
Incluso aunque el plan del enviado internacional Kofi Annan empiece a "enredarse", no hay "alternativa", estimó Lavrov pidiendo la organización rápida de una conferencia internacional sobre Siria, con la presencia controvertida de Irán.
Moscú, que tomó sus distancias con Bashar al Asad estas últimas semanas, vería de buen ojo que el presidente sirio dejara el poder "si los propios sirios se ponen de acuerdo sobre este tema", observó Lavrov.
Antes del amanecer este sábado, al menos 17 personas, de las cuales nueve mujeres y tres niños, murieron en bombardeos del ejército en Deraa (sur), según el OSDH, que vio en la ofensiva una posible respuesta a los "ataques lanzados generalmente por la noche contra los retenes del ejército".
Este bombardeo provocó la ira de centenares de refugiados que se manifestaron en Ramtha, ciudad jordana cercana a Deraa.
El ejército bombardeó Homs (centro), otro bastión de la revuelta, matando a seis civiles, según el OSDH.
En la provincia del litoral, Lataquia (oeste), se registraron nuevos combates en Heffa en donde murieron o resultaron heridos decenas de soldados de las tropas regulares, indicaron militantes locales y el jefe del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Las fuerzas del régimen bombardearon esta región que intentan retomar luego de registrar unas 50 bajas, según el OSDH, que dio cuenta de la muerte de 16 civiles, 18 desertores y 46 soldados en Heffa en cuatro días.
Con la violencia en Heffa el litoral ya no es una zona segura y todo el país está implicado en las protestas, señaló Rahman.
En total, más de 13.400 personas, en su gran mayoría civiles, murieron en casi 15 meses de revuelta, según el OSDH. Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), cinco trabajadores de prensa sirios murieron a fines de mayo en operaciones de las tropas regulares.
La comunidad internacional se indignó por la nueva matanza el miércoles en Kubeir, una localidad de la provincia de Hama (centro), en donde 55 personas, incluidas mujeres y niños, murieron, según el OSDH. La oposición acusó a las milicias gubernamentales, mientras que el régimen informó que sólo fueron 9 personas las que murieron en manos de "grupos terroristas", término utilizado por Damasco para designar a los rebeldes y opositores.
Los observadores de la ONU, que llegaron al lugar el viernes, vieron huellas de vehículos blindados y rastros de impactos de tiros de cohetes, según el portavoz de la ONU, Martin Nesirky.
El vocero subrayó que falta determinar las circunstancias del ataque y la cantidad de víctimas.
Frente a estas atrocidades, la rebelión armada quiere medios para combatir al régimen. "Los que pretenden ayudar a la oposición siria deberían comenzar por respaldar a la gente en el interior de Siria", declaró Husein Sayed, presidente del Consejo Supremo de la Comandancia de la Revolución.
"Pedimos únicamente (a la comunidad internacional) que nos suministre armas más sofisticadas, pero nadie lo quiere hacer", lamentó Luay Saka, un portavoz del Syrian Support Group.
En Estambul, las instancias dirigentes del CNS, que reagrupa a islamistas, liberales, nacionalistas, independientes y militantes en el terreno, comenzaron este sábado una reunión que se extenderá hasta el domingo para elegir a su próximo jefe tras la dimisión de Burhan Ghaliun.
Habría "consenso" para designar por tres meses a Abdel Baset Sayda, un kurdo independiente poco conocido que deberá sobre todo hacer del CNS un interlocutor creíble para la comunidad internacional.
Captura de imagen de video subido a YouTube el 8 de junio de 2012 en el que se ve humo saliendo de una mezquita en la ciudad siria de Homs en ataques de las fuerzas gubernamentales contra los opositores al régimen
Imagen de la agencia de noticias siria Shaam News Network en la que un niño hace un gesto de victoria mientras mira a través de un muro agujereado por disparos de bala