42 Asamblea de la OEA arranca con abucheos, silbidos y demandas a Chile y Estados Unidos
Vladimir Chapi
Tiquipaya, Abi
La cuadragésima segunda edición de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) arrancó el domingo con abucheos, silbidos y demandas a las representaciones de Chile y Estados Unidos, por un grupo de jóvenes chilenos y el publico boliviano que asistió a la inauguración de ese evento hemisférico en la localidad de Tiquipaya, en el departamento de Cochabamba, presenciada por al menos 2.000 personas.
"¡Mar para Bolivia, Mar para Bolivia!", gritó un grupo de jóvenes de la Unión Bicentenaria de los Pueblos del Capítulo Chileno y el Comité de Reencuentro Chileno Boliviano en el momento de ingreso del segundo representante permanente de Chile ante la OEA, Frank Tressler.
Tressler representó al canciller chileno Alfredo Moreno que no pudo asistir a ese evento hemisférico, que debía reunir a 34 cancilleres.
Los gritos de 'mar para Bolivia' eran acompañados con el levantamiento de carteles con frases que exigían el respeto a los derechos del pueblo mapuche y su apoyo a las diferentes demandas de los países latinoamericanos.
"Liberad liberad al mapuche por luchar", exigía ese grupo.
De la misma forma fue recibida la representante permanente de Estados Unidos, Roberta Jacobson, a quien corearon: "no queremos colonia norteamericana".
Indesmentiblemente incómoda, Jacobson devolvió una sonrisa en su ingreso al coliseo de la Universidad del Valle (Univalle), en Tiquipaya.
La consabida consigna "el pueblo unido jamás será vencido" tornó ensordecedora y atípica la Asamblea de la OEA.
Tan atípica, que chamanes aymaras, cuya cultura es, en esencia diárquica, pidieron permiso a la Madre Tierra y al Padre Cosmos para que el encuentro hemisférico discurra en medio de paz y armonía.
Tiquipaya, Abi
La cuadragésima segunda edición de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) arrancó el domingo con abucheos, silbidos y demandas a las representaciones de Chile y Estados Unidos, por un grupo de jóvenes chilenos y el publico boliviano que asistió a la inauguración de ese evento hemisférico en la localidad de Tiquipaya, en el departamento de Cochabamba, presenciada por al menos 2.000 personas.
"¡Mar para Bolivia, Mar para Bolivia!", gritó un grupo de jóvenes de la Unión Bicentenaria de los Pueblos del Capítulo Chileno y el Comité de Reencuentro Chileno Boliviano en el momento de ingreso del segundo representante permanente de Chile ante la OEA, Frank Tressler.
Tressler representó al canciller chileno Alfredo Moreno que no pudo asistir a ese evento hemisférico, que debía reunir a 34 cancilleres.
Los gritos de 'mar para Bolivia' eran acompañados con el levantamiento de carteles con frases que exigían el respeto a los derechos del pueblo mapuche y su apoyo a las diferentes demandas de los países latinoamericanos.
"Liberad liberad al mapuche por luchar", exigía ese grupo.
De la misma forma fue recibida la representante permanente de Estados Unidos, Roberta Jacobson, a quien corearon: "no queremos colonia norteamericana".
Indesmentiblemente incómoda, Jacobson devolvió una sonrisa en su ingreso al coliseo de la Universidad del Valle (Univalle), en Tiquipaya.
La consabida consigna "el pueblo unido jamás será vencido" tornó ensordecedora y atípica la Asamblea de la OEA.
Tan atípica, que chamanes aymaras, cuya cultura es, en esencia diárquica, pidieron permiso a la Madre Tierra y al Padre Cosmos para que el encuentro hemisférico discurra en medio de paz y armonía.