Una masiva huelga paraliza el sector público británico
Londres, AFP
Decenas de miles de trabajadores del sector público británico realizaban hoy una nueva huelga contra la polémica reforma de las pensiones, un día después de que el gobierno de David Cameron confirmara su intención de someter en los próximos meses la medida al Parlamento.
Los sindicatos convocantes esperaban movilizar unas 400.000 personas, incluidos policías, empleados carcelarios, agentes de inmigración, trabajadores de la sanidad pública y profesores universitarios.
Hacia el mediodía, 20.000 policías llegados de toda Inglaterra y Gales se manifestaron por las calles del centro de Londres en contra de la reforma de las pensiones y otras medidas de ajuste que han sufrido. Llevaban gorras en las que podía leerse "los recortes son criminales".
"Si recortan nuestros puestos de trabajo, recortan el servicio que proporcionamos y la seguridad pública está en riesgo", declaró el presidente de la Federación de policías, Paul McKeever.
Esta es la tercera gran huelga de trabajadores del sector público celebrada desde junio contra una reforma que, si llegara a aprobarse, los obligará a trabajar hasta los 67 o incluso 68 años, contra 60 que rigen actualmente para la mayoría, a pagar contribuciones más altas y a cobrar menos porque la pensión dejaría de calcularse a partir del último sueldo.
El secretario del Gabinete británico, Francis Maude, recordó que el gobierno no tiene intención de reabrir las negociaciones. "Es muy decepcionante que un puñado de sindicatos insistan en llevar a cabo con una huelga vana que no beneficiará a nadie", declaró a través de un comunicado.
"Las negociaciones sobre las pensiones no se reabrirán y no se obtendrá nada a través de esta huelga", agregó Maude.
La reforma de las pensiones del sector público figura en la agenda legislativa del gobierno para 2012/2013. Ayer fue esbozada por la reina Isabel II en el Parlamento y está destinada principalmente a "reducir el déficit y restablecer la estabilidad económica.
Decenas de miles de trabajadores del sector público británico realizaban hoy una nueva huelga contra la polémica reforma de las pensiones, un día después de que el gobierno de David Cameron confirmara su intención de someter en los próximos meses la medida al Parlamento.
Los sindicatos convocantes esperaban movilizar unas 400.000 personas, incluidos policías, empleados carcelarios, agentes de inmigración, trabajadores de la sanidad pública y profesores universitarios.
Hacia el mediodía, 20.000 policías llegados de toda Inglaterra y Gales se manifestaron por las calles del centro de Londres en contra de la reforma de las pensiones y otras medidas de ajuste que han sufrido. Llevaban gorras en las que podía leerse "los recortes son criminales".
"Si recortan nuestros puestos de trabajo, recortan el servicio que proporcionamos y la seguridad pública está en riesgo", declaró el presidente de la Federación de policías, Paul McKeever.
Esta es la tercera gran huelga de trabajadores del sector público celebrada desde junio contra una reforma que, si llegara a aprobarse, los obligará a trabajar hasta los 67 o incluso 68 años, contra 60 que rigen actualmente para la mayoría, a pagar contribuciones más altas y a cobrar menos porque la pensión dejaría de calcularse a partir del último sueldo.
El secretario del Gabinete británico, Francis Maude, recordó que el gobierno no tiene intención de reabrir las negociaciones. "Es muy decepcionante que un puñado de sindicatos insistan en llevar a cabo con una huelga vana que no beneficiará a nadie", declaró a través de un comunicado.
"Las negociaciones sobre las pensiones no se reabrirán y no se obtendrá nada a través de esta huelga", agregó Maude.
La reforma de las pensiones del sector público figura en la agenda legislativa del gobierno para 2012/2013. Ayer fue esbozada por la reina Isabel II en el Parlamento y está destinada principalmente a "reducir el déficit y restablecer la estabilidad económica.