Tras Kentucky y Arkansas, Romney mira a Texas para alcanzar nominación
Washington, EFE
El virtual candidato presidencial republicano, Mitt Romney, dio hoy un paso más hacia la nominación final tras vencer en las primarias de Arkansas y Kentucky, y prepararse así para obtener los 1.144 delegados definitivos la próxima semana en Texas.
Romney se impuso holgadamente en Kentucky con el 67 % de los votos y se llevó los 42 delegados en disputa, ya que el siguiente candidato más votado, el ultraliberal Ron Paul no alcanzó el umbral del 15 % que le permitiría acceder a la lucha por delegados.
La victoria en Kentucky y Arkansas de Romney, ex gobernador de Massachusetts, no constituye ninguna sorpresa ya que solo queda en la batalla de las primarias republicanas el congresista Paul, tras la retirada el ex senador Rick Santorum y el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich.
No obstante, Paul, congresista por Texas, anunció la pasada semana que renunciaba a seguir haciendo campaña y se limitaría a pedir el voto en las convenciones estatales.
En Arkansas, donde se juegan 33 delegados, Romney también consiguió una cómoda victoria.
La cita de este martes constituía poco más que un puro trámite de cara a las primarias del próximo 29 de mayo en Texas, donde se eligen 155 delegados, y lugar en el que Romney podría anunciar su candidatura oficial tras superar la frontera de los 1.144 delegados necesarios para obtener la nominación.
Tras las victorias de Kentucky y Arkansas, Romney cuenta con 1.064 delegados, según la web de análisis político Real Politics.
En la práctica, el propio presidente demócrata Barack Obama, que optará a la reelección, ya considera a Romney como su rival a batir y ya ha lanzado varios ataques contra su historial como presidente de una firma de capital riesgo.
Pese a la ligera mejora en la economía, ámbito donde todos los analistas coinciden que se decidirán las elecciones presidenciales de noviembre próximo, las últimas encuestas sitúan a Obama y a Romney prácticamente empatados.
Por su parte, Romney ha criticado duramente la política económica de Obama desde que llegó a la Casa Blanca y ha afirmado la necesidad que llegue a Washington alguien con experiencia en el mundo de los negocios para ayudar a crear puestos de trabajo.
"Ha llegado el momento para un presidente, un líder que dirija. Que nos saque de este infierno de la deuda y el gasto", dijo Romney en un mitin reciente.
Romney ha reiterado su oposición a cualquier subida de los impuestos como método para reducir el abultado déficit presupuestario de EE.UU., principal punto de confrontación con los demócratas y el presidente Obama, quienes exigen "sacrificios compartidos" por parte de las rentas más altas.
Durante unas primarias republicanas que han resultado más competitivas de lo esperado en un primer momento, el ex gobernador de Masachusetts no lo ha tenido fácil y ha tenido que batallar con una imagen de candidato adinerado y por ello distante de los problemas económicos que acechan al grueso de la población estadounidense.
Asimismo, demostró su falta de predicamento en el sur de EE.UU., conocido tradicionalmente como el "granero" de votos republicano, donde no logró imponer su enorme maquinaria electoral por su perfil moderado y religión mormona.
El próximo martes Romney puede conseguir finalmente consolidarse como el candidato del partido republicano para recuperar la Casa Blanca precisamente en Texas, hogar del último presidente estadounidense de su partido, George W. Bush.
Superar la frontera de los 1.144 delegados permitiría a Romney concentrarse en su estrategia para derrotar al presidente Obama y reunir mas fondos de cara a la convención republicana de Florida de agosto próximo, donde se designará oficialmente al nuevo candidato del partido.
El virtual candidato presidencial republicano, Mitt Romney, dio hoy un paso más hacia la nominación final tras vencer en las primarias de Arkansas y Kentucky, y prepararse así para obtener los 1.144 delegados definitivos la próxima semana en Texas.
Romney se impuso holgadamente en Kentucky con el 67 % de los votos y se llevó los 42 delegados en disputa, ya que el siguiente candidato más votado, el ultraliberal Ron Paul no alcanzó el umbral del 15 % que le permitiría acceder a la lucha por delegados.
La victoria en Kentucky y Arkansas de Romney, ex gobernador de Massachusetts, no constituye ninguna sorpresa ya que solo queda en la batalla de las primarias republicanas el congresista Paul, tras la retirada el ex senador Rick Santorum y el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich.
No obstante, Paul, congresista por Texas, anunció la pasada semana que renunciaba a seguir haciendo campaña y se limitaría a pedir el voto en las convenciones estatales.
En Arkansas, donde se juegan 33 delegados, Romney también consiguió una cómoda victoria.
La cita de este martes constituía poco más que un puro trámite de cara a las primarias del próximo 29 de mayo en Texas, donde se eligen 155 delegados, y lugar en el que Romney podría anunciar su candidatura oficial tras superar la frontera de los 1.144 delegados necesarios para obtener la nominación.
Tras las victorias de Kentucky y Arkansas, Romney cuenta con 1.064 delegados, según la web de análisis político Real Politics.
En la práctica, el propio presidente demócrata Barack Obama, que optará a la reelección, ya considera a Romney como su rival a batir y ya ha lanzado varios ataques contra su historial como presidente de una firma de capital riesgo.
Pese a la ligera mejora en la economía, ámbito donde todos los analistas coinciden que se decidirán las elecciones presidenciales de noviembre próximo, las últimas encuestas sitúan a Obama y a Romney prácticamente empatados.
Por su parte, Romney ha criticado duramente la política económica de Obama desde que llegó a la Casa Blanca y ha afirmado la necesidad que llegue a Washington alguien con experiencia en el mundo de los negocios para ayudar a crear puestos de trabajo.
"Ha llegado el momento para un presidente, un líder que dirija. Que nos saque de este infierno de la deuda y el gasto", dijo Romney en un mitin reciente.
Romney ha reiterado su oposición a cualquier subida de los impuestos como método para reducir el abultado déficit presupuestario de EE.UU., principal punto de confrontación con los demócratas y el presidente Obama, quienes exigen "sacrificios compartidos" por parte de las rentas más altas.
Durante unas primarias republicanas que han resultado más competitivas de lo esperado en un primer momento, el ex gobernador de Masachusetts no lo ha tenido fácil y ha tenido que batallar con una imagen de candidato adinerado y por ello distante de los problemas económicos que acechan al grueso de la población estadounidense.
Asimismo, demostró su falta de predicamento en el sur de EE.UU., conocido tradicionalmente como el "granero" de votos republicano, donde no logró imponer su enorme maquinaria electoral por su perfil moderado y religión mormona.
El próximo martes Romney puede conseguir finalmente consolidarse como el candidato del partido republicano para recuperar la Casa Blanca precisamente en Texas, hogar del último presidente estadounidense de su partido, George W. Bush.
Superar la frontera de los 1.144 delegados permitiría a Romney concentrarse en su estrategia para derrotar al presidente Obama y reunir mas fondos de cara a la convención republicana de Florida de agosto próximo, donde se designará oficialmente al nuevo candidato del partido.