Obama: “La misión contra Bin Laden fue el día más importante de mi mandato”
EEUU, El País
Barack Obama afirmó en una entrevista que sabía que el día que una misión especial acabó con la vida de Osama Bin Laden hace un año sería “el más importante de mi mandato, el día más intenso que he vivido como presidente de Estados Unidos”.
“Le diré que hay momentos en la legislatura en los que de verdad dejas la política a un lado”, explicó Obama al periodista de la cadena de televisión NBC Brian Williams en la entrevista en exclusiva emitida este miércoles por la noche. “Por supuesto que pensamos en el hecho de que si se cometía algún fallo, tendría consecuencias desastrosas para mí políticamente”.
Un equipo de 51 profesionales de ABC News obtuvieron acceso en la Casa Blanca para realizar la entrevista a Obama, adentrarse en una de las salas de la Situation Room -es la primera vez que una televisión graba imágenes en ella- y conversar también con el vicepresidente Joe Biden y la Secretaria de Estado Hillary Clinton. El reportaje reconstruye, a través de las declaraciones de los miembros del Gobierno, los días anteriores a la operación que acabaría con la vida de Bin Laden, en qué momento supieron que la misión se llevaría a cabo y cómo siguieron su desarrollo desde las dependencias de la residencia presidencial.
El presidente afirmó que en ningún momento dudó del éxito de la misión, a pesar de que uno de los helicópteros que participaban en la operación sí sufrió un accidente. “Cuando el aparato no aterrizó en el lugar adecuado todos saltamos ‘wow’”, declara Biden en una de las entrevistas.
“Lo único que estaba pensando durante todo el proceso fue que quería que nuestros hombres llegaran a casa sanos y salvos”, comentó Obama. Según el presidente, además, el equipo de asesores en seguridad nacional de la Casa Blanca era consciente de que, si Bin Laden estaba en la residencia, “había altas probabilidades de que acabara siendo asesinado”.
“Por supuesto que aposté por el riesgo. Y la razón por la que tomé la decisión de enviar a nuestros efectivos especiales SEALs para intentar capturar o matar a Bin Laden en vez de intentar otras opciones fue porque creía al 100% en los propios agentes”, afirmó el presidente. Aún así, Obama también reconoció que en el momento de la operación, los mandos estadounidenses no tenían total seguridad de la localización de Bin Laden. “En ese instante no sabíamos si existían túneles subterráneos que le hubieran permitido huir”, declaró Obama, justificando el alto nivel de secretismo que rodeó la misión. “Cualquier mención en la prensa le hubiera ahuyentado”.
Sorprendentemente, el presidente tampoco comunicó a la primera dama Michelle Obama ninguno de los detalles de la operación, ni siquiera la noche que tuvo lugar. “Le dije que muy probablemente no podría cenar con ellas porque tenía otras cosas de las que ocuparme y al final tuvimos que hacer un anuncio muy importante”, comentó.
A partir de ahí, un día histórico que acabaría con centenares de jóvenes celebrando de manera espontánea la muerte del enemigo número uno de Estados Unidos. Sus cantos sorprenderían a Obama comunicando la noticia a sus hijas, Malia y Sasha, aún muy jóvenes -explica el presidente- para recordar los atentados del 11 de Septiembre de 2001 pero “han crecido bajo la sombra de los ataques y del terrorismo y entienden quién era Osama Bin Laden”.
Una de las imágenes que pasaron a la historia aquella noche es la de los asesores del presidente siguiendo la operación en directo desde en una de las dependencias de la Casa Blanca, con el vicepresidente Joe Biden y la Secretaria de Estado Hillary Clinton mirando fijamente a las pantallas. Obama explicó, con la fotografía en las manos, que fueron “los 40 minutos más largos de mi vida” y que, tras la tensión, no hubo celebraciones.
Según añade Clinton en una de sus declaraciones al periodista de la NBC “fue un momento en el que todos miramos a nuestro alrededor y pensamos ‘vale, se acabó’”. Inmediatamente después, el presidente llamó a todos sus predecesores en el puesto y a distinguidos miembros del Congreso para que conocieran la noticia antes de que fuera revelada esa misma noche.
Barack Obama afirmó en una entrevista que sabía que el día que una misión especial acabó con la vida de Osama Bin Laden hace un año sería “el más importante de mi mandato, el día más intenso que he vivido como presidente de Estados Unidos”.
“Le diré que hay momentos en la legislatura en los que de verdad dejas la política a un lado”, explicó Obama al periodista de la cadena de televisión NBC Brian Williams en la entrevista en exclusiva emitida este miércoles por la noche. “Por supuesto que pensamos en el hecho de que si se cometía algún fallo, tendría consecuencias desastrosas para mí políticamente”.
Un equipo de 51 profesionales de ABC News obtuvieron acceso en la Casa Blanca para realizar la entrevista a Obama, adentrarse en una de las salas de la Situation Room -es la primera vez que una televisión graba imágenes en ella- y conversar también con el vicepresidente Joe Biden y la Secretaria de Estado Hillary Clinton. El reportaje reconstruye, a través de las declaraciones de los miembros del Gobierno, los días anteriores a la operación que acabaría con la vida de Bin Laden, en qué momento supieron que la misión se llevaría a cabo y cómo siguieron su desarrollo desde las dependencias de la residencia presidencial.
El presidente afirmó que en ningún momento dudó del éxito de la misión, a pesar de que uno de los helicópteros que participaban en la operación sí sufrió un accidente. “Cuando el aparato no aterrizó en el lugar adecuado todos saltamos ‘wow’”, declara Biden en una de las entrevistas.
“Lo único que estaba pensando durante todo el proceso fue que quería que nuestros hombres llegaran a casa sanos y salvos”, comentó Obama. Según el presidente, además, el equipo de asesores en seguridad nacional de la Casa Blanca era consciente de que, si Bin Laden estaba en la residencia, “había altas probabilidades de que acabara siendo asesinado”.
“Por supuesto que aposté por el riesgo. Y la razón por la que tomé la decisión de enviar a nuestros efectivos especiales SEALs para intentar capturar o matar a Bin Laden en vez de intentar otras opciones fue porque creía al 100% en los propios agentes”, afirmó el presidente. Aún así, Obama también reconoció que en el momento de la operación, los mandos estadounidenses no tenían total seguridad de la localización de Bin Laden. “En ese instante no sabíamos si existían túneles subterráneos que le hubieran permitido huir”, declaró Obama, justificando el alto nivel de secretismo que rodeó la misión. “Cualquier mención en la prensa le hubiera ahuyentado”.
Sorprendentemente, el presidente tampoco comunicó a la primera dama Michelle Obama ninguno de los detalles de la operación, ni siquiera la noche que tuvo lugar. “Le dije que muy probablemente no podría cenar con ellas porque tenía otras cosas de las que ocuparme y al final tuvimos que hacer un anuncio muy importante”, comentó.
A partir de ahí, un día histórico que acabaría con centenares de jóvenes celebrando de manera espontánea la muerte del enemigo número uno de Estados Unidos. Sus cantos sorprenderían a Obama comunicando la noticia a sus hijas, Malia y Sasha, aún muy jóvenes -explica el presidente- para recordar los atentados del 11 de Septiembre de 2001 pero “han crecido bajo la sombra de los ataques y del terrorismo y entienden quién era Osama Bin Laden”.
Una de las imágenes que pasaron a la historia aquella noche es la de los asesores del presidente siguiendo la operación en directo desde en una de las dependencias de la Casa Blanca, con el vicepresidente Joe Biden y la Secretaria de Estado Hillary Clinton mirando fijamente a las pantallas. Obama explicó, con la fotografía en las manos, que fueron “los 40 minutos más largos de mi vida” y que, tras la tensión, no hubo celebraciones.
Según añade Clinton en una de sus declaraciones al periodista de la NBC “fue un momento en el que todos miramos a nuestro alrededor y pensamos ‘vale, se acabó’”. Inmediatamente después, el presidente llamó a todos sus predecesores en el puesto y a distinguidos miembros del Congreso para que conocieran la noticia antes de que fuera revelada esa misma noche.