Israel aceptaría bajo enriquecimiento de uranio en Irán
Israel, AFP
Pese a la postura dura e intransigente que sostiene públicamente Benjamín Netanyahu, el gobierno israelí estaría dispuesto a aceptar un bajo enriquecimiento de uranio con fines civiles en Irán. Así lo informó el diario Haaretz, el más influyente de Israel, citando fuentes gubernamentales.
Haaretz publicó la noticia el 21 de mayo, dos días antes de que comenzara una nueva ronda de diálogo nuclear entre Irán y las grandes potencias: Estados Unidos, China, Rusia, Alemania, Francia e Inglaterra. Mientras el país árabe reclama su derecho a enriquecer uranio con fines civiles, desde Occidente –con Israel a la cabeza- se teme que eso esconda fines militares.
Públicamente, el gobierno israelí ha dicho que no aceptará que Irán enriquezca uranio ni al 1%. Hasta un 3,5% de enriquecimiento supone fines civiles mientras desarrollar un arma nuclear exige un 90% de enriquecimiento. Haaretz explica que el porcentaje de enriquecimiento refiere al grado en el que el uranio natural ha sido adicionado con el isótopo U 235, capaz de sostener una reacción en cadena de fisión nuclear.
Sin embargo, desde un 20% se pueden desarrollar armas nucleares.
Según Haaretz, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, comunicó a sus funcionarios y a los delegados estadounidenses que su país aceptaría que Irán continúe enriqueciendo uranio en bajo nivel, hasta 3,5%. Esto significaría una flexibilización de la postura sostenida hasta ahora que reclama que se detenga todo proceso de enriquecimiento y además que Teherán se deshaga de todo el uranio enriquecido hasta ahora.
Las negociaciones entre las potencias e Irán se encaminarían a un acuerdo intermedio en el que Teherán debería detener el enriquecimiento en el 20% y debería descartar el uranio enriquecido en ese nivel hasta el momento que, se estima, sería de unos 100 kilos.
La estrategia de Israel es continuar en una postura dura para evitar un eventual acuerdo de ese orden. Esa eventualidad fue definida como “una trampa de miel”, por las fuentes. Según los informantes de Haaretz, sin embargo, Israel podría aceptar un enriquecimiento de hasta el 3,5% pero reclamar que Irán se deshaga de todo el uranio que ya tiene enriquecido al 20%.
Pese a la postura dura e intransigente que sostiene públicamente Benjamín Netanyahu, el gobierno israelí estaría dispuesto a aceptar un bajo enriquecimiento de uranio con fines civiles en Irán. Así lo informó el diario Haaretz, el más influyente de Israel, citando fuentes gubernamentales.
Haaretz publicó la noticia el 21 de mayo, dos días antes de que comenzara una nueva ronda de diálogo nuclear entre Irán y las grandes potencias: Estados Unidos, China, Rusia, Alemania, Francia e Inglaterra. Mientras el país árabe reclama su derecho a enriquecer uranio con fines civiles, desde Occidente –con Israel a la cabeza- se teme que eso esconda fines militares.
Públicamente, el gobierno israelí ha dicho que no aceptará que Irán enriquezca uranio ni al 1%. Hasta un 3,5% de enriquecimiento supone fines civiles mientras desarrollar un arma nuclear exige un 90% de enriquecimiento. Haaretz explica que el porcentaje de enriquecimiento refiere al grado en el que el uranio natural ha sido adicionado con el isótopo U 235, capaz de sostener una reacción en cadena de fisión nuclear.
Sin embargo, desde un 20% se pueden desarrollar armas nucleares.
Según Haaretz, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, comunicó a sus funcionarios y a los delegados estadounidenses que su país aceptaría que Irán continúe enriqueciendo uranio en bajo nivel, hasta 3,5%. Esto significaría una flexibilización de la postura sostenida hasta ahora que reclama que se detenga todo proceso de enriquecimiento y además que Teherán se deshaga de todo el uranio enriquecido hasta ahora.
Las negociaciones entre las potencias e Irán se encaminarían a un acuerdo intermedio en el que Teherán debería detener el enriquecimiento en el 20% y debería descartar el uranio enriquecido en ese nivel hasta el momento que, se estima, sería de unos 100 kilos.
La estrategia de Israel es continuar en una postura dura para evitar un eventual acuerdo de ese orden. Esa eventualidad fue definida como “una trampa de miel”, por las fuentes. Según los informantes de Haaretz, sin embargo, Israel podría aceptar un enriquecimiento de hasta el 3,5% pero reclamar que Irán se deshaga de todo el uranio que ya tiene enriquecido al 20%.