Irán ahorca a un supuesto agente del Mossad acusado de matar a un científico
Dubai, EP
Las autoridades iraníes han ahorcado a un supuesto agente del servicio de Inteligencia exterior israelí, el Mossad, acusado de haber asesinado a un científico nuclear hace dos años, han informado este martes los medios estatales de Irán.
Majid Jamali Fashi, de 24 años, fue ahorcado en la prisión de Evin, en Teherán, tras haber sido sentenciado a muerte en agosto del año pasado por la muerte del científico Massoud Ali Mohammadi. Los fiscales que han llevado el caso han asegurado que el supuesto agente del Mossad confesó ser responsable del crimen, precisaron medios iraníes.
Ali Mohammadi, un profesor de física en la Universidad de Teherán, fue asesinado en enero de 2010 cuando una bomba activada por control remoto colocada en una moto estalló frente a su vivienda en la capital de Irán.
Según la versión de la parte acusadora, Fashi, de nacionalidad iraní, había viajado al extranjero en repetidas ocasiones para recibir entrenamiento del Mossad antes de regresar a Teherán para preparar el asesinato del científico.
Analistas occidentales han afirmado que Ali Mohammadi, de 50 años, tuvo una mínima vinculación con el programa nuclear que desarrolla el régimen presidido por Mahmud Ahmadineyad. Un portavoz de Agencia de Energía Atómica de Irán ha indicado que, efectivamente, el científico asesinado no estaba involucrado en estas actividades.
Las autoridades iraníes han ahorcado a un supuesto agente del servicio de Inteligencia exterior israelí, el Mossad, acusado de haber asesinado a un científico nuclear hace dos años, han informado este martes los medios estatales de Irán.
Majid Jamali Fashi, de 24 años, fue ahorcado en la prisión de Evin, en Teherán, tras haber sido sentenciado a muerte en agosto del año pasado por la muerte del científico Massoud Ali Mohammadi. Los fiscales que han llevado el caso han asegurado que el supuesto agente del Mossad confesó ser responsable del crimen, precisaron medios iraníes.
Ali Mohammadi, un profesor de física en la Universidad de Teherán, fue asesinado en enero de 2010 cuando una bomba activada por control remoto colocada en una moto estalló frente a su vivienda en la capital de Irán.
Según la versión de la parte acusadora, Fashi, de nacionalidad iraní, había viajado al extranjero en repetidas ocasiones para recibir entrenamiento del Mossad antes de regresar a Teherán para preparar el asesinato del científico.
Analistas occidentales han afirmado que Ali Mohammadi, de 50 años, tuvo una mínima vinculación con el programa nuclear que desarrolla el régimen presidido por Mahmud Ahmadineyad. Un portavoz de Agencia de Energía Atómica de Irán ha indicado que, efectivamente, el científico asesinado no estaba involucrado en estas actividades.