Hollande cree deseable el rescate europeo de los bancos españoles
El presidente francés aboga porque se empleen los "mecanismos de solidaridad europeos"
Antonio Caño
Washington, El País
El presidente francés, François Hollande, ha sido este viernes el primer líder europeo que ha mencionado la posibilidad de que los bancos españoles afectados por problemas de capitalización tengan que ser rescatados por el fondo europeo creado a ese propósito, lo que significaría la primera intervención directa de Europa en la economía española como consecuencia de la crisis.
“Probablemente sería deseable tener una recapitalización, y probablemente sería necesario que esta recapitalización se hiciese a través de los mecanismos de solidaridad europea”, ha dicho Hollande en Washington al ser preguntado por el estado de la banca española en una reunión con periodistas.
Hasta ahora, tanto el Gobierno español como las autoridades europeas habían negado esa posibilidad, considerando que en España existían condiciones suficientes como para que las dificultades de sus entidades financieras fueran resueltos dentro del marco de la soberanía nacional.
Este mismo viernes, la vicepresidenta Soraya Saenz de Santamaría ha recordado que el Gobierno había encargado dos auditorías independientes sobre la solvencia de la banca española y ha añadido que se actuaría en consecuencia con el resultado de esas auditorías, sin aludir en ningún momento a la opción de reclamar por ahora la ayuda del fondo de rescate europeo. El próximo lunes se darán a conocer los nombres de los dos auditores.
Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, ha asegurado, también este viernes, en una entrevista con la televisión Bloomberg, que “España puede lidiar con este reto (la crisis bancaria) por su cuenta, sin necesidad de asistencia europea”. “España no es un caso comparable al de Irlanda”, ha afirmado.
Las declaraciones de Hollande en Washington contradicen esa certeza y ponen sobre la mesa una opción que, incluso como probabilidad, podría tener repercusiones en la credibilidad del sistema financiero español y un impacto inmediato en la cotización de la deuda española. El jueves, la agencia de calificación Moody,s rebajó tres puntos la nota de Banco Santander y BBVA, las dos principales entidades españolas.
El presidente francés ha pronunciado esa frase horas antes de trasladarse a Camp David para participar en la cumbre del G-8 y en vísperas de su posterior viaje a Chicago, donde se encontrará con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en el marco de la conferencia anual de la OTAN.
La situación de la banca española, especialmente a raíz de la crisis de Bankia, se ha convertido en el síntoma más inquietante de la crisis financiera europea. Su intervención por parte del fondo del rescate, cuando aún está por decidirse el futuro de Grecia en la euro zona, podría ser interpretada por los mercados como una nueva prueba de la extensión de los problemas económicos en el continente.
La peculiaridad del escenario elegido por Hollande para esta declaración, una comparecencia ante periodistas en Washington poco después de su reunión con el presidente Barack Obama, abre dudas sobre si tenía la intención premeditada de romper la unanimidad que se había mostrado hasta ahora en Europa sobre la banca española, o más bien ha expresado de forma pública lo que venía siendo comentado en círculos privados.
En todo caso, esta declaración hace más difícil la posición del Gobierno español, que confiaba en que, con las auditorías a la banca, podría ganar el tiempo y la credibilidad que requiere para salir de este momento especialmente delicado de la crisis.
En última instancia, tendría que ser el propio Gobierno el que, contradiciendo sus posiciones anteriores, reclamase la intervención del fondo de rescate, puesto que se trata de un mecanismo creado por la Unión Europea con el objetivo de tapar los agujeros de los bancos, pero que debe de ser tramitado y administrado por los respectivos gobiernos nacionales que lo reclamen.
Antonio Caño
Washington, El País
El presidente francés, François Hollande, ha sido este viernes el primer líder europeo que ha mencionado la posibilidad de que los bancos españoles afectados por problemas de capitalización tengan que ser rescatados por el fondo europeo creado a ese propósito, lo que significaría la primera intervención directa de Europa en la economía española como consecuencia de la crisis.
“Probablemente sería deseable tener una recapitalización, y probablemente sería necesario que esta recapitalización se hiciese a través de los mecanismos de solidaridad europea”, ha dicho Hollande en Washington al ser preguntado por el estado de la banca española en una reunión con periodistas.
Hasta ahora, tanto el Gobierno español como las autoridades europeas habían negado esa posibilidad, considerando que en España existían condiciones suficientes como para que las dificultades de sus entidades financieras fueran resueltos dentro del marco de la soberanía nacional.
Este mismo viernes, la vicepresidenta Soraya Saenz de Santamaría ha recordado que el Gobierno había encargado dos auditorías independientes sobre la solvencia de la banca española y ha añadido que se actuaría en consecuencia con el resultado de esas auditorías, sin aludir en ningún momento a la opción de reclamar por ahora la ayuda del fondo de rescate europeo. El próximo lunes se darán a conocer los nombres de los dos auditores.
Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, ha asegurado, también este viernes, en una entrevista con la televisión Bloomberg, que “España puede lidiar con este reto (la crisis bancaria) por su cuenta, sin necesidad de asistencia europea”. “España no es un caso comparable al de Irlanda”, ha afirmado.
Las declaraciones de Hollande en Washington contradicen esa certeza y ponen sobre la mesa una opción que, incluso como probabilidad, podría tener repercusiones en la credibilidad del sistema financiero español y un impacto inmediato en la cotización de la deuda española. El jueves, la agencia de calificación Moody,s rebajó tres puntos la nota de Banco Santander y BBVA, las dos principales entidades españolas.
El presidente francés ha pronunciado esa frase horas antes de trasladarse a Camp David para participar en la cumbre del G-8 y en vísperas de su posterior viaje a Chicago, donde se encontrará con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en el marco de la conferencia anual de la OTAN.
La situación de la banca española, especialmente a raíz de la crisis de Bankia, se ha convertido en el síntoma más inquietante de la crisis financiera europea. Su intervención por parte del fondo del rescate, cuando aún está por decidirse el futuro de Grecia en la euro zona, podría ser interpretada por los mercados como una nueva prueba de la extensión de los problemas económicos en el continente.
La peculiaridad del escenario elegido por Hollande para esta declaración, una comparecencia ante periodistas en Washington poco después de su reunión con el presidente Barack Obama, abre dudas sobre si tenía la intención premeditada de romper la unanimidad que se había mostrado hasta ahora en Europa sobre la banca española, o más bien ha expresado de forma pública lo que venía siendo comentado en círculos privados.
En todo caso, esta declaración hace más difícil la posición del Gobierno español, que confiaba en que, con las auditorías a la banca, podría ganar el tiempo y la credibilidad que requiere para salir de este momento especialmente delicado de la crisis.
En última instancia, tendría que ser el propio Gobierno el que, contradiciendo sus posiciones anteriores, reclamase la intervención del fondo de rescate, puesto que se trata de un mecanismo creado por la Unión Europea con el objetivo de tapar los agujeros de los bancos, pero que debe de ser tramitado y administrado por los respectivos gobiernos nacionales que lo reclamen.