El Liverpool acumula 60 millones en pérdidas
Londres, EFE
El Liverpool presentó hoy unas cuentas del último año financiero en las que se observan pérdidas por valor de 50 millones de libras (alrededor de 60 millones de euros), 35 de ellos (41 millones de euros) como resultado del proyecto de un nuevo estadio que resultó cancelado.
Pese a que los dueños del club, el grupo estadounidense Fenway Sports Group, presidido por John W. Henry, eliminó las deudas existentes, que ascendían a los 200 millones de libras (alrededor de 250 millones de euros), cuando adquirió la entidad en octubre de 2010, las cuentas de este curso muestran unas pérdidas de 50 millones de libras.
Los antiguos dueños del equipo "red", los también estadounidenses Tom Hicks y George Gillett, planificaron la edificación de un nuevo estadio, Stanley Park, encargado al célebre despacho de arquitectos HKS y que, tras la cancelación del proyecto, ha acarreado un coste de 35 millones de libras (43 millones de euros).
La salida del que era el entrenador del club en aquel momento, el ahora seleccionador inglés, Roy Hodgson, tan solo 191 días después de su contratación, unido al cese del director ejecutivo Christian Purslow, sumaron 8,4 millones de libras más (10,3 millones de euros) a la cuenta de pérdidas del presente curso financiero.
El actual director ejecutivo de los "reds", el inglés Ian Ayre, mantiene que las cuentas del club, "sin esos gastos extraordinarios", gozan de buena salud.
"Supongo que la gente se centrará en las pérdidas de 50 millones de libras, nadie está contento con ellas, pero son una muestra de un negocio que está en transición", explicó Ayre al diario "Liverpool Echo".
"Una gran parte de esos 50 millones están relacionados con el proyecto del nuevo estadio, ahora desaparecido", dijo el director ejecutivo.
Fenway Sports Group, tras hacerse con el control del club de Liverpool, canceló el proyecto del nuevo campo, un ambicioso diseño de cristal y acero, pero asegura que aún existen gastos residuales.
Ayre insistió que la cantidad de dinero gastada en la finalización de los contratos de Hodgson y Purslow no es tan "extraordinaria", pero admitió que el cese del entrenador tan solo seis meses de su contratación no es algo que suceda normalmente en un club como el Liverpool, que tradicionalmente mantiene a los técnicos durante más tiempo.
"Cuando tomas la decisión de finalizar un contrato, lo justo es pagarlo íntegro, y es lo que pasó con Roy (Hodgson), con parte de su cuerpo técnico y con Christian Purslow. Es algo normal en el mundo del fútbol", explicó Ayre.
El Liverpool presentó hoy unas cuentas del último año financiero en las que se observan pérdidas por valor de 50 millones de libras (alrededor de 60 millones de euros), 35 de ellos (41 millones de euros) como resultado del proyecto de un nuevo estadio que resultó cancelado.
Pese a que los dueños del club, el grupo estadounidense Fenway Sports Group, presidido por John W. Henry, eliminó las deudas existentes, que ascendían a los 200 millones de libras (alrededor de 250 millones de euros), cuando adquirió la entidad en octubre de 2010, las cuentas de este curso muestran unas pérdidas de 50 millones de libras.
Los antiguos dueños del equipo "red", los también estadounidenses Tom Hicks y George Gillett, planificaron la edificación de un nuevo estadio, Stanley Park, encargado al célebre despacho de arquitectos HKS y que, tras la cancelación del proyecto, ha acarreado un coste de 35 millones de libras (43 millones de euros).
La salida del que era el entrenador del club en aquel momento, el ahora seleccionador inglés, Roy Hodgson, tan solo 191 días después de su contratación, unido al cese del director ejecutivo Christian Purslow, sumaron 8,4 millones de libras más (10,3 millones de euros) a la cuenta de pérdidas del presente curso financiero.
El actual director ejecutivo de los "reds", el inglés Ian Ayre, mantiene que las cuentas del club, "sin esos gastos extraordinarios", gozan de buena salud.
"Supongo que la gente se centrará en las pérdidas de 50 millones de libras, nadie está contento con ellas, pero son una muestra de un negocio que está en transición", explicó Ayre al diario "Liverpool Echo".
"Una gran parte de esos 50 millones están relacionados con el proyecto del nuevo estadio, ahora desaparecido", dijo el director ejecutivo.
Fenway Sports Group, tras hacerse con el control del club de Liverpool, canceló el proyecto del nuevo campo, un ambicioso diseño de cristal y acero, pero asegura que aún existen gastos residuales.
Ayre insistió que la cantidad de dinero gastada en la finalización de los contratos de Hodgson y Purslow no es tan "extraordinaria", pero admitió que el cese del entrenador tan solo seis meses de su contratación no es algo que suceda normalmente en un club como el Liverpool, que tradicionalmente mantiene a los técnicos durante más tiempo.
"Cuando tomas la decisión de finalizar un contrato, lo justo es pagarlo íntegro, y es lo que pasó con Roy (Hodgson), con parte de su cuerpo técnico y con Christian Purslow. Es algo normal en el mundo del fútbol", explicó Ayre.