El Ejército egipcio se despliega para evitar que se repitan incidentes
El Cairo, EP
El Ejército egipcio se ha vuelto a desplegar en torno al Ministerio de Defensa para disuadir a los manifestantes, después de que un soldado muriera, 373 personas resultaran heridas y otras 179 fueran detenidas ayer por los enfrentamientos durante las protestas contra los generales que gobiernan el país, menos de tres semanas antes de las elecciones presidenciales.
Servicios de limpieza despejaban la calle de escombros tras la violencia del viernes en el distrito de Abasiya, que permanecía en calma pero salpicado de piedras y otros proyectiles lanzados por los manifestantes a las tropas, que emplearon gases lacrimógenos y cargaron contra la multitud para alejarlos del Ministerio.
Se trata de los segundos enfrentamientos en una semana cerca del Ministerio, donde los manifestantes se han reunido para expresar su descontento por la gestión que hace el Ejército de la accidentada transición egipcia del Gobierno militar al civil. Once personas murieron el miércoles.
El Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York, dijo que al menos 18 periodistas han sido atacados, heridos o detenidos cubriendo los enfrentamientos.
"Pedimos al gobernante Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que identifique a los atacantes y los lleve a la justicia de inmediato, así como que libere a los periodistas detenidos", indicó Mohamed Abdel Dayem, coordinador de programa del organismo en Oriente Medio y el Norte de África, en un comunicado difundido el viernes por la noche.
En las elecciones presidenciales, que comienzan el 23 y 24 de mayo, se elegirá un sucesor para Hosni Mubarak, derrocado en febrero del año pasado. Los generales han gobernado desde entonces, pero su mandato se ha visto salpicado de violencia y disputas políticas.
Muchos de los manifestantes que se reunieron en torno al Ministerio eran musulmanes salafíes ultraortodoxos, furiosos porque un jeque al que apoyaban como presidente fuera descalificado de la carrera. También había liberales y personas de otras corrientes, que acusan al Ejército de intentar manipular o retrasar la votación.
El Ejército ha rechazado esas acusaciones, insistiendo en que se atendrá a su calendario para entregar el poder a un nuevo presidente el 1 de julio o incluso antes en el improbable caso de que haya un ganador directo en la primera ronda de votaciones este mes.
"Nuestra misión termina con una entrega exitosa del poder, y no dejaremos que nadie cambie el calendario declarado", dijo una fuente militar a la página web del diario estatal 'Al-Ahram'.
El Ejército egipcio se ha vuelto a desplegar en torno al Ministerio de Defensa para disuadir a los manifestantes, después de que un soldado muriera, 373 personas resultaran heridas y otras 179 fueran detenidas ayer por los enfrentamientos durante las protestas contra los generales que gobiernan el país, menos de tres semanas antes de las elecciones presidenciales.
Servicios de limpieza despejaban la calle de escombros tras la violencia del viernes en el distrito de Abasiya, que permanecía en calma pero salpicado de piedras y otros proyectiles lanzados por los manifestantes a las tropas, que emplearon gases lacrimógenos y cargaron contra la multitud para alejarlos del Ministerio.
Se trata de los segundos enfrentamientos en una semana cerca del Ministerio, donde los manifestantes se han reunido para expresar su descontento por la gestión que hace el Ejército de la accidentada transición egipcia del Gobierno militar al civil. Once personas murieron el miércoles.
El Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York, dijo que al menos 18 periodistas han sido atacados, heridos o detenidos cubriendo los enfrentamientos.
"Pedimos al gobernante Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que identifique a los atacantes y los lleve a la justicia de inmediato, así como que libere a los periodistas detenidos", indicó Mohamed Abdel Dayem, coordinador de programa del organismo en Oriente Medio y el Norte de África, en un comunicado difundido el viernes por la noche.
En las elecciones presidenciales, que comienzan el 23 y 24 de mayo, se elegirá un sucesor para Hosni Mubarak, derrocado en febrero del año pasado. Los generales han gobernado desde entonces, pero su mandato se ha visto salpicado de violencia y disputas políticas.
Muchos de los manifestantes que se reunieron en torno al Ministerio eran musulmanes salafíes ultraortodoxos, furiosos porque un jeque al que apoyaban como presidente fuera descalificado de la carrera. También había liberales y personas de otras corrientes, que acusan al Ejército de intentar manipular o retrasar la votación.
El Ejército ha rechazado esas acusaciones, insistiendo en que se atendrá a su calendario para entregar el poder a un nuevo presidente el 1 de julio o incluso antes en el improbable caso de que haya un ganador directo en la primera ronda de votaciones este mes.
"Nuestra misión termina con una entrega exitosa del poder, y no dejaremos que nadie cambie el calendario declarado", dijo una fuente militar a la página web del diario estatal 'Al-Ahram'.