EEUU lleva años liberando a importantes presos talibán para mantener las negociaciones
Washington, EP
Estados Unidos ha estado liberando durante los últimos años a varios importantes presos del movimiento talibán para seguir manteniendo vivas las conversaciones secretas de paz en Afganistán, una decisión que las propias autoridades norteamericanas han reconocido que entraña graves riesgos para la seguridad del país centroasiático, según ha revelado el diario 'The Washington Post'.
En su apuesta por un proceso de paz que suponga la entrega de las armas y la aceptación del marco constitucional afgano por parte de los milicianos islamistas talibán, Estados Unidos ha desarrollado un programa de 'liberaciones estratégicas' con el objetivo de reforzar el canal de diálogo con los talibán.
Esta iniciativa ha permitido que las autoridades estadounidenses utilicen la liberación de importantes presos talibán encarcelados en provincias con baja amenaza insurgente como moneda de cambio para que no decaigan las conversaciones de paz.
Sin embargo, esta política de liberaciones selectivas ha tenido resultados negativos, según el diario 'The Washington Post', que ha advertido de que varios de los milicianos islamistas puestos en libertad eran experimentados combatientes que, en ningún caso, habría salido de prisión en cumplimiento de las normas aplicadas por las Fuerzas Armadas estadounidenses en el exterior. Para ser liberados, los talibán tenían que comprometerse a abandonar la violencia y las autoridades estadounidenses les advirtieron de que volverían a ser arrestados si les capturaban atacando a fuerzas estadounidenses.
El Gobierno estadounidense no contaba con garantía alguna para evitar que los islamistas liberados volvieran a delinquir y ahora se ha negado a hacer públicos los nombres de los milicianos y combatientes que han abandonado las prisiones gracias a su sistema de 'liberaciones estratégicas".
"Todo el mundo está de acuerdo en que eran culpables de lo que habían hecho y en que deberían permanecer en prisión. Todo el mundo está de acuerdo en que son malas personas que los beneficios son mayores que los riesgos", ha asegurado una fuente gubernamental estadounidense que, al igual que otros responsables, no quiere revelar su identidad por la polémica generada por el programa.
Estados Unidos ha estado liberando durante los últimos años a varios importantes presos del movimiento talibán para seguir manteniendo vivas las conversaciones secretas de paz en Afganistán, una decisión que las propias autoridades norteamericanas han reconocido que entraña graves riesgos para la seguridad del país centroasiático, según ha revelado el diario 'The Washington Post'.
En su apuesta por un proceso de paz que suponga la entrega de las armas y la aceptación del marco constitucional afgano por parte de los milicianos islamistas talibán, Estados Unidos ha desarrollado un programa de 'liberaciones estratégicas' con el objetivo de reforzar el canal de diálogo con los talibán.
Esta iniciativa ha permitido que las autoridades estadounidenses utilicen la liberación de importantes presos talibán encarcelados en provincias con baja amenaza insurgente como moneda de cambio para que no decaigan las conversaciones de paz.
Sin embargo, esta política de liberaciones selectivas ha tenido resultados negativos, según el diario 'The Washington Post', que ha advertido de que varios de los milicianos islamistas puestos en libertad eran experimentados combatientes que, en ningún caso, habría salido de prisión en cumplimiento de las normas aplicadas por las Fuerzas Armadas estadounidenses en el exterior. Para ser liberados, los talibán tenían que comprometerse a abandonar la violencia y las autoridades estadounidenses les advirtieron de que volverían a ser arrestados si les capturaban atacando a fuerzas estadounidenses.
El Gobierno estadounidense no contaba con garantía alguna para evitar que los islamistas liberados volvieran a delinquir y ahora se ha negado a hacer públicos los nombres de los milicianos y combatientes que han abandonado las prisiones gracias a su sistema de 'liberaciones estratégicas".
"Todo el mundo está de acuerdo en que eran culpables de lo que habían hecho y en que deberían permanecer en prisión. Todo el mundo está de acuerdo en que son malas personas que los beneficios son mayores que los riesgos", ha asegurado una fuente gubernamental estadounidense que, al igual que otros responsables, no quiere revelar su identidad por la polémica generada por el programa.