EEUU: Chen no dijo que se marchaba porque su familia estuviese amenazada
Washington, EP
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha afirmado que el disidente chino Chen Guangcheng no dijo en ningún momento que su decisión de marcharse de la Embajada norteamericana en Pekín, donde ha estado refugiado hasta este miércoles, se debiese a que su familia había sido amenazada por las autoridades chinas.
"Los responsables estadounidenses no hablaron en ningún momento con Chen sobre amenazas físicas o judiciales contra su esposa y sus hijos. Y las autoridades chinas tampoco nos hicieron ese tipo de amenazas a nosotros", ha aclarado la portavoz Victoria Nuland en un comunicado enviado por correo electrónico.
"Los interlocutores estadounidenses dejaron claro que las autoridades chinas nos habían dicho que si Chen decidía quedarse en la Embajada, su familia sería trasladada a Shandong", la provincia de donde es originario el disidente, y "perdería la oportunidad de negociar la reunificación", ha explicado.
Según la agencia de noticias Associated Press, Chen había afirmado que las autoridades chinas lo habían amenazado con dar una paliza mortal a su esposa si él no salía de la legación diplomática.
ChinaAid, una organización defensora de los Derechos Humanos con sede en Estados Unidos que se ha convertido en la principal fuente de información sobre el caso de Chen, también ha señalado que el disidente se marchó de la Embajada contra su voluntad porque el Gobierno chino había hecho "una amenaza seria contra sus familiares directos".
Una fuente oficial estadounidense ha dicho que cuando Chen huyó de su arresto domiciliario y se refugió en la Embajada la semana pasada, había tres opciones: que solicitase un visado estadounidense y, por consiguiente, pidiese asilo político, que negociase con la mediación de Estados Unidos para quedarse en China o que se quedase indefinidamente en la legación diplomática.
Nuland ha recalcado que Chen "no pidió asilo político en Estados Unidos en ningún momento" y que reiteró "su deseo de permanecer en China, reunirse con su familia, continuar su formación y trabajar para reformar su país". "Toda nuestra labor diplomática estaba dirigida a situarlo en la mejor situación posible para que consiguiese sus objetivos", ha añadido.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha afirmado que el disidente chino Chen Guangcheng no dijo en ningún momento que su decisión de marcharse de la Embajada norteamericana en Pekín, donde ha estado refugiado hasta este miércoles, se debiese a que su familia había sido amenazada por las autoridades chinas.
"Los responsables estadounidenses no hablaron en ningún momento con Chen sobre amenazas físicas o judiciales contra su esposa y sus hijos. Y las autoridades chinas tampoco nos hicieron ese tipo de amenazas a nosotros", ha aclarado la portavoz Victoria Nuland en un comunicado enviado por correo electrónico.
"Los interlocutores estadounidenses dejaron claro que las autoridades chinas nos habían dicho que si Chen decidía quedarse en la Embajada, su familia sería trasladada a Shandong", la provincia de donde es originario el disidente, y "perdería la oportunidad de negociar la reunificación", ha explicado.
Según la agencia de noticias Associated Press, Chen había afirmado que las autoridades chinas lo habían amenazado con dar una paliza mortal a su esposa si él no salía de la legación diplomática.
ChinaAid, una organización defensora de los Derechos Humanos con sede en Estados Unidos que se ha convertido en la principal fuente de información sobre el caso de Chen, también ha señalado que el disidente se marchó de la Embajada contra su voluntad porque el Gobierno chino había hecho "una amenaza seria contra sus familiares directos".
Una fuente oficial estadounidense ha dicho que cuando Chen huyó de su arresto domiciliario y se refugió en la Embajada la semana pasada, había tres opciones: que solicitase un visado estadounidense y, por consiguiente, pidiese asilo político, que negociase con la mediación de Estados Unidos para quedarse en China o que se quedase indefinidamente en la legación diplomática.
Nuland ha recalcado que Chen "no pidió asilo político en Estados Unidos en ningún momento" y que reiteró "su deseo de permanecer en China, reunirse con su familia, continuar su formación y trabajar para reformar su país". "Toda nuestra labor diplomática estaba dirigida a situarlo en la mejor situación posible para que consiguiese sus objetivos", ha añadido.