Clinton pide a Pakistán que intensifique sus esfuerzos en la lucha contra el extremismo
Nueva Delhi, AFP
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, pidió el martes a Pakistán que intensifique sus esfuerzos para luchar contra los grupos extremistas, después de haber expresado en la víspera que pensaba que el jefe de Al Qaida, el egipcio Ayman al-Zawahiri, estaba en el país.
La jefa de la diplomacia estadounidense terminó este martes en Nueva Delhi una gira asiática que estuvo presidida por asuntos espinosos, pero que también logró algunos avances con China e India, los dos gigantes emergentes de la región.
“Estamos todos de acuerdo en que hay que combatir el extremismo. Esperamos que el gobierno paquistaní haga más” al respecto, declaró Clinton en una rueda de prensa en Nueva Delhi al terminar su visita a la India.
“Tiene que asegurarse que su territorio no sea utilizado como plataforma para lanzar ataques terroristas, incluso dentro de Pakistán”, prosiguió Clinton, después de haberse reunido con el jefe de la diplomacia india, S.M. Krishna.
La secretaria de Estado agregó que Estados Unidos “cooperaba estrechamente con India en lo relativo a las amenazas en su contra”, sin dar mas detalles al respecto.
S.M. Krishna también destacó “la necesidad de una mayor acción contra el terrorismo de parte de Pakistán” y pidió que Islamabad ponga a disposición de la justicia a los responsables de los sangrientos atentados de noviembre de 2008 en Bombay.
El grupo extremista Laskar-e-Taiba (LeT), con base en Pakistán, está acusado de haber perpetrado esos atentados que provocaron 166 muertos.
En Calcuta (este), la secretaria de Estado había declarado la víspera que Estados Unidos pensaba que Ayman al Zawahiri, segundo responsable de Al Qaeda después de Osama Ben Laden y considerado por los servicios secretos estadounidenses como el ideólogo de la red extremista, se encontraba en Pakistán.
El mes pasado, Estados Unidos ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por toda información que permita perseguir al fundador del LeT, el paquistaní Hafiz Saeed, colocándolo en segunda posición en la lista de los terroristas presuntos más buscados en el mundo, detrás de al Zawahiri.
Clinton viajó Nueva Delhi para preparar “el diálogo estratégico” entre India y Estados Unidos que se celebra anualmente desde 2010 y este año tendrá lugar en junio en Washington.
Su gira asiática estuvo marcada por el asunto del disidente chino Chen Guangcheng, un abogado ciego que recibió refugio en la embajada de Estados Unidos en Pekín, hecho que enturbió el diálogo entre Clinton y las autoridades chinas.
Sin embargo, la decisión de Pekín de dar un pasaporte a Chen y la intención de Estados Unidos de concederle un visado para que pueda estudiar en Nueva York suavizó la tensión y demostró “cómo cambiaron las relaciones entre los dos países”, según un responsable estadounidense.
Después de una escala en Bangladesh, donde Clinton pidió a las autoridades que resuelvan sus problemas políticos internos que causan una gran inestabilidad, la jefa de la diplomacia estadounidense llegó a India, donde quiso impulsar unas relaciones bilaterales algo adormecidas.
Clinton instó a India, que mantiene una estrecha cooperación con Irán, a reducir sus importaciones de crudo de este país, con la esperanza de encontrar un nuevo aliado en su empeño de aislar a la república islámica.
India, cuyas importaciones de crudo iraní representan un 12% del total de sus compras, asegura que ya redujo “de manera significativa” sus encargos petroleros a Irán.
Las potencias occidentales sospechan que Irán desea dotarse del arma nuclear, pero las autoridades de Teherán insisten en que su objetivo al enriquecer uranio es puramente civil.
“Dos grandes países no pueden estar de acuerdo en todo. Pero hablaremos de cada tema y pienso que será así como se debe impulsar una relación. Por tanto, soy optimista”, dijo Clinton en Calcuta.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, pidió el martes a Pakistán que intensifique sus esfuerzos para luchar contra los grupos extremistas, después de haber expresado en la víspera que pensaba que el jefe de Al Qaida, el egipcio Ayman al-Zawahiri, estaba en el país.
La jefa de la diplomacia estadounidense terminó este martes en Nueva Delhi una gira asiática que estuvo presidida por asuntos espinosos, pero que también logró algunos avances con China e India, los dos gigantes emergentes de la región.
“Estamos todos de acuerdo en que hay que combatir el extremismo. Esperamos que el gobierno paquistaní haga más” al respecto, declaró Clinton en una rueda de prensa en Nueva Delhi al terminar su visita a la India.
“Tiene que asegurarse que su territorio no sea utilizado como plataforma para lanzar ataques terroristas, incluso dentro de Pakistán”, prosiguió Clinton, después de haberse reunido con el jefe de la diplomacia india, S.M. Krishna.
La secretaria de Estado agregó que Estados Unidos “cooperaba estrechamente con India en lo relativo a las amenazas en su contra”, sin dar mas detalles al respecto.
S.M. Krishna también destacó “la necesidad de una mayor acción contra el terrorismo de parte de Pakistán” y pidió que Islamabad ponga a disposición de la justicia a los responsables de los sangrientos atentados de noviembre de 2008 en Bombay.
El grupo extremista Laskar-e-Taiba (LeT), con base en Pakistán, está acusado de haber perpetrado esos atentados que provocaron 166 muertos.
En Calcuta (este), la secretaria de Estado había declarado la víspera que Estados Unidos pensaba que Ayman al Zawahiri, segundo responsable de Al Qaeda después de Osama Ben Laden y considerado por los servicios secretos estadounidenses como el ideólogo de la red extremista, se encontraba en Pakistán.
El mes pasado, Estados Unidos ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por toda información que permita perseguir al fundador del LeT, el paquistaní Hafiz Saeed, colocándolo en segunda posición en la lista de los terroristas presuntos más buscados en el mundo, detrás de al Zawahiri.
Clinton viajó Nueva Delhi para preparar “el diálogo estratégico” entre India y Estados Unidos que se celebra anualmente desde 2010 y este año tendrá lugar en junio en Washington.
Su gira asiática estuvo marcada por el asunto del disidente chino Chen Guangcheng, un abogado ciego que recibió refugio en la embajada de Estados Unidos en Pekín, hecho que enturbió el diálogo entre Clinton y las autoridades chinas.
Sin embargo, la decisión de Pekín de dar un pasaporte a Chen y la intención de Estados Unidos de concederle un visado para que pueda estudiar en Nueva York suavizó la tensión y demostró “cómo cambiaron las relaciones entre los dos países”, según un responsable estadounidense.
Después de una escala en Bangladesh, donde Clinton pidió a las autoridades que resuelvan sus problemas políticos internos que causan una gran inestabilidad, la jefa de la diplomacia estadounidense llegó a India, donde quiso impulsar unas relaciones bilaterales algo adormecidas.
Clinton instó a India, que mantiene una estrecha cooperación con Irán, a reducir sus importaciones de crudo de este país, con la esperanza de encontrar un nuevo aliado en su empeño de aislar a la república islámica.
India, cuyas importaciones de crudo iraní representan un 12% del total de sus compras, asegura que ya redujo “de manera significativa” sus encargos petroleros a Irán.
Las potencias occidentales sospechan que Irán desea dotarse del arma nuclear, pero las autoridades de Teherán insisten en que su objetivo al enriquecer uranio es puramente civil.
“Dos grandes países no pueden estar de acuerdo en todo. Pero hablaremos de cada tema y pienso que será así como se debe impulsar una relación. Por tanto, soy optimista”, dijo Clinton en Calcuta.