Una testigo pone en duda la versión oficial del asesinato de Robert Kennedy
Se cumplen en junio 44 años del asesinato del senador que buscaba la nominación de su partido
Una actriz que era voluntaria en su campaña dice que el FBI manipuló su testimonio
Washington, El País
¿Fueron ocho disparos, fueron 12 o fueron 14? ¿Apretó el gatillo una sola persona o dos? ¿Murió Robert F. Kennedy en 1968 a manos de un terrorista propalestino que actuó en solitario, o escondió el FBI una conspiración que acabó beneficiando, a la larga, a Richard M. Nixon? Una testigo, presente en los pasillos del hotel Ambassador el día de 1968 en que asesinaron al Kennedy, asegura ahora, 44 años después, que el FBI manipuló su testimonio y ocultó entre cuatro y seis tiros.
“Yo nunca dije que fueran ocho disparos. Nunca, nunca lo dije”, aseguró el pasado domingo a la cadena CNN Nina Rhodes-Hughes, que ahora tiene 78 años y que en 1968 era actriz de televisión y voluntaria de la campaña de Kennedy a la candidatura de la presidencia de su partido. “Hubo más de ocho disparos. Fueron al menos 12, tal vez 14”. Rhodes-Hughes asegura que así se lo contó al FBI entonces, pero que los agentes manipularon sus declaraciones.
Portada del New York Times sobre la muerte de Robert Kennedy.
El FBI y los fiscales que investigaron el caso siempre defendieron que Sirhan Sirhan, un antisionista de ascendencia palestina nacido en Jerusalén y emigrado a EE UU, actuó en solitario. Confesó en el juicio y el magistrado le condenó a muerte, una pena que se le redujo a la perpetua en 1972. Cumple condena en la prisión estatal de Coalinga, en California. Sus abogados han solicitado que la fiscalía le conceda una anulación o repetición del juicio, dada la aparición de nuevos testimonios y pistas.
Varios testigos han dado versiones distintas a las que aportaron los fiscales en el caso en 1968 y 1969. El testimonio principal para los abogados de Sirhan, ahora, es el de Rhodes-Hughes, que se hallaba a escasos metros de Kennedy cuando fue abatido. Asegura que oyó disparos procedentes de dos localizaciones, no sólo de una. “De esto se desprende que hubo otro tirador a mi derecha”, dijo la testigo a CNN. “Debe contarse la verdad. Ya está bien de tapaderas”.
El Gobierno, a través de la fiscalía general [ministerio de Justicia] mantiene en sus informes, elaborados con partes del interrogatorio de Rhodes-Hughes por parte del FBI en los años 60, que ésta sólo oyó ocho disparos e identificó a un tirador. Ella niega que declarara algo semejante. En febrero, los abogados de Sirhan dijeron que la testigo identificó al menos 15 errores en los informes de la fiscalía, que contenían numerosas divergencias respecto a su testimonio. Una grabación de sonido de los hechos, efectuada por el periodista Stanislaw Pruszynski, detectó al menos 13 detonaciones de arma, según un reciente análisis.
Kennedy, que había sido fiscal general [ministro de Justicia] durante la breve presidencia de su hermano, fue elegido senador por Nueva York en 1965. Ocupaba ese cargo cuando fue asesinado en Los Ángeles, justo después de ganar las primarias demócratas de California y en condición de favorito para hacerse con la nominación de su partido de cara a las elecciones de noviembre, que finalmente ganó Hubert Humprey. Este acabó derrotado frente a Richard Nixon, que ya había perdido en 1961 las presidenciales que ganó John Kennedy, asesinado en Dallas en 1963.
Una actriz que era voluntaria en su campaña dice que el FBI manipuló su testimonio
Washington, El País
¿Fueron ocho disparos, fueron 12 o fueron 14? ¿Apretó el gatillo una sola persona o dos? ¿Murió Robert F. Kennedy en 1968 a manos de un terrorista propalestino que actuó en solitario, o escondió el FBI una conspiración que acabó beneficiando, a la larga, a Richard M. Nixon? Una testigo, presente en los pasillos del hotel Ambassador el día de 1968 en que asesinaron al Kennedy, asegura ahora, 44 años después, que el FBI manipuló su testimonio y ocultó entre cuatro y seis tiros.
“Yo nunca dije que fueran ocho disparos. Nunca, nunca lo dije”, aseguró el pasado domingo a la cadena CNN Nina Rhodes-Hughes, que ahora tiene 78 años y que en 1968 era actriz de televisión y voluntaria de la campaña de Kennedy a la candidatura de la presidencia de su partido. “Hubo más de ocho disparos. Fueron al menos 12, tal vez 14”. Rhodes-Hughes asegura que así se lo contó al FBI entonces, pero que los agentes manipularon sus declaraciones.
Portada del New York Times sobre la muerte de Robert Kennedy.
El FBI y los fiscales que investigaron el caso siempre defendieron que Sirhan Sirhan, un antisionista de ascendencia palestina nacido en Jerusalén y emigrado a EE UU, actuó en solitario. Confesó en el juicio y el magistrado le condenó a muerte, una pena que se le redujo a la perpetua en 1972. Cumple condena en la prisión estatal de Coalinga, en California. Sus abogados han solicitado que la fiscalía le conceda una anulación o repetición del juicio, dada la aparición de nuevos testimonios y pistas.
Varios testigos han dado versiones distintas a las que aportaron los fiscales en el caso en 1968 y 1969. El testimonio principal para los abogados de Sirhan, ahora, es el de Rhodes-Hughes, que se hallaba a escasos metros de Kennedy cuando fue abatido. Asegura que oyó disparos procedentes de dos localizaciones, no sólo de una. “De esto se desprende que hubo otro tirador a mi derecha”, dijo la testigo a CNN. “Debe contarse la verdad. Ya está bien de tapaderas”.
El Gobierno, a través de la fiscalía general [ministerio de Justicia] mantiene en sus informes, elaborados con partes del interrogatorio de Rhodes-Hughes por parte del FBI en los años 60, que ésta sólo oyó ocho disparos e identificó a un tirador. Ella niega que declarara algo semejante. En febrero, los abogados de Sirhan dijeron que la testigo identificó al menos 15 errores en los informes de la fiscalía, que contenían numerosas divergencias respecto a su testimonio. Una grabación de sonido de los hechos, efectuada por el periodista Stanislaw Pruszynski, detectó al menos 13 detonaciones de arma, según un reciente análisis.
Kennedy, que había sido fiscal general [ministro de Justicia] durante la breve presidencia de su hermano, fue elegido senador por Nueva York en 1965. Ocupaba ese cargo cuando fue asesinado en Los Ángeles, justo después de ganar las primarias demócratas de California y en condición de favorito para hacerse con la nominación de su partido de cara a las elecciones de noviembre, que finalmente ganó Hubert Humprey. Este acabó derrotado frente a Richard Nixon, que ya había perdido en 1961 las presidenciales que ganó John Kennedy, asesinado en Dallas en 1963.