Suu Kyi califica la victoria en las elecciones de “principio de una nueva era”
Pekin, El País
La líder opositora birmana Aung San Suu Kyi ha calificado hoy de “principio de una nueva era” la aplastante victoria de su partido – la Liga Nacional para la Democracia (NLD, en sus siglas en inglés)- en las elecciones parciales al Parlamento de Myanmar (antigua Birmania) celebradas ayer y ha pedido a las diferentes formaciones políticas que se unan para hacer avanzar la causa de la democracia. La NLD ha logrado 40 de los 45 escaños disponibles, según ha anunciado la Comisión Electoral; 35 de ellos en la Cámara baja, tres en el Senado y dos en las asambleas regionales.
El partido de la premio Nobel de la Paz había asegurado antes que había conseguido 43 de los 44 asientos a los que optaba, entre ellos el de Suu Kyi, que entrará por primera vez en el Parlamento tras dos décadas de lucha contra los militares que gobiernan el país desde que se hicieron con el poder en 1962 en un golpe de Estado.
Un total de 17 partidos competían por 45 escaños -que habían quedado vacantes después de que sus titulares ocuparan cargos en el Gobierno-, de los 664 que tiene el Parlamento. La NLD barrió en las elecciones de 1990, mientras Suu Kyi estaba detenida, pero la Junta militar anuló los resultados.
“No es tanto nuestro triunfo como el triunfo de la gente, que ha decidido que tiene que participar en el proceso político en este país”, ha afirmado la líder demócrata en la sede de su partido en Yangon –antigua capital de Myanmar-, en medio de los vítores de miles de seguidores, informa Associated Press. “Esperamos que esto sea el principio de una nueva era”.
La histórica victoria se ha producido después de meses de reformas sorprendentes llevadas a cabo por el Gobierno –teóricamente civil, pero en realidad controlado por los antiguos generales de la Junta-, que han incluido, entre otros, el mantenimiento de un diálogo directo con Suu Kyi, la liberación de cientos de presos, la autorización de los sindicatos, el diálogo con los grupos rebeldes y la relajación de la censura en los medios de comunicación.
Suu Kyi ha trasladado un mensaje unificador a las otras formaciones políticas, de cara a su llegada a un Parlamento dominado por los militares y los aliados políticos de estos. “Esperamos que todos los partidos que han tomado parte en las elecciones estén en posición de cooperar con nosotros para crear un entorno genuinamente democrático en nuestra nación”, ha dicho.
Según la Liga Nacional para la Democracia, los escaños logrados incluyen los cuatro que estaban disponibles en la capital, Naypyitaw, lo que, de confirmarse, supondría una derrota embarazosa para las autoridades, ya que en esta ciudad viven principalmente funcionarios del Gobierno y militares.
La entrada de la premio Nobel de la Paz por primera vez en el Parlamento le dará voz en el proceso legislativo y le permitirá influir en los cambios en los que está inmerso el país, uno de los más pobres de Asia a pesar de que cuenta con numerosos recursos naturales. Además, sienta las bases para la futura participación de la NLD en las elecciones presidenciales de 2015, en las que no está claro que Suu Kyi pueda optar al cargo, dado que llegará con 70 años. Durante la pasada campaña electoral, la activista ha sufrido problemas de salud.
Mientras tanto, su prioridad será impulsar, desde dentro de la Cámara baja, la introducción del gobierno de la ley, el fin de los conflictos con los rebeldes de las minorías étnicas y el cambio de la Constitución de 2008, que garantiza que los militares retengan su fuerte influencia en la política.
Las elecciones del domingo no cambiarán el equilibrio de poder, dado el pequeño porcentaje de escaños que estaban en liza, pero podrían acelerar el proceso de transición en Myanmar y conducir al paulatino levantamiento de las sanciones económicas y políticas que fueron impuestas al régimen de los generales. Los comicios de noviembre de 2010 fueron ganados por el Partido de la Unión por la Solidaridad y el Desarrollo -una formación creada por los militares antes de ceder el poder-, en medio de acusaciones de pucherazo. La NLD boicoteó estas elecciones, y Suu Kyi fue liberada de su arresto domiciliario pocos días después de la votación.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, ha saludado la celebración de las elecciones. “Estados Unidos felicita a quienes han participado, muchos de ellos por primera vez, en la campaña y el proceso electoral”, ha dicho, informa France Presse. “Incluso los regímenes más opresores pueden reformarse, e incluso las sociedades más cerradas pueden abrirse”.
La líder opositora birmana Aung San Suu Kyi ha calificado hoy de “principio de una nueva era” la aplastante victoria de su partido – la Liga Nacional para la Democracia (NLD, en sus siglas en inglés)- en las elecciones parciales al Parlamento de Myanmar (antigua Birmania) celebradas ayer y ha pedido a las diferentes formaciones políticas que se unan para hacer avanzar la causa de la democracia. La NLD ha logrado 40 de los 45 escaños disponibles, según ha anunciado la Comisión Electoral; 35 de ellos en la Cámara baja, tres en el Senado y dos en las asambleas regionales.
El partido de la premio Nobel de la Paz había asegurado antes que había conseguido 43 de los 44 asientos a los que optaba, entre ellos el de Suu Kyi, que entrará por primera vez en el Parlamento tras dos décadas de lucha contra los militares que gobiernan el país desde que se hicieron con el poder en 1962 en un golpe de Estado.
Un total de 17 partidos competían por 45 escaños -que habían quedado vacantes después de que sus titulares ocuparan cargos en el Gobierno-, de los 664 que tiene el Parlamento. La NLD barrió en las elecciones de 1990, mientras Suu Kyi estaba detenida, pero la Junta militar anuló los resultados.
“No es tanto nuestro triunfo como el triunfo de la gente, que ha decidido que tiene que participar en el proceso político en este país”, ha afirmado la líder demócrata en la sede de su partido en Yangon –antigua capital de Myanmar-, en medio de los vítores de miles de seguidores, informa Associated Press. “Esperamos que esto sea el principio de una nueva era”.
La histórica victoria se ha producido después de meses de reformas sorprendentes llevadas a cabo por el Gobierno –teóricamente civil, pero en realidad controlado por los antiguos generales de la Junta-, que han incluido, entre otros, el mantenimiento de un diálogo directo con Suu Kyi, la liberación de cientos de presos, la autorización de los sindicatos, el diálogo con los grupos rebeldes y la relajación de la censura en los medios de comunicación.
Suu Kyi ha trasladado un mensaje unificador a las otras formaciones políticas, de cara a su llegada a un Parlamento dominado por los militares y los aliados políticos de estos. “Esperamos que todos los partidos que han tomado parte en las elecciones estén en posición de cooperar con nosotros para crear un entorno genuinamente democrático en nuestra nación”, ha dicho.
Según la Liga Nacional para la Democracia, los escaños logrados incluyen los cuatro que estaban disponibles en la capital, Naypyitaw, lo que, de confirmarse, supondría una derrota embarazosa para las autoridades, ya que en esta ciudad viven principalmente funcionarios del Gobierno y militares.
La entrada de la premio Nobel de la Paz por primera vez en el Parlamento le dará voz en el proceso legislativo y le permitirá influir en los cambios en los que está inmerso el país, uno de los más pobres de Asia a pesar de que cuenta con numerosos recursos naturales. Además, sienta las bases para la futura participación de la NLD en las elecciones presidenciales de 2015, en las que no está claro que Suu Kyi pueda optar al cargo, dado que llegará con 70 años. Durante la pasada campaña electoral, la activista ha sufrido problemas de salud.
Mientras tanto, su prioridad será impulsar, desde dentro de la Cámara baja, la introducción del gobierno de la ley, el fin de los conflictos con los rebeldes de las minorías étnicas y el cambio de la Constitución de 2008, que garantiza que los militares retengan su fuerte influencia en la política.
Las elecciones del domingo no cambiarán el equilibrio de poder, dado el pequeño porcentaje de escaños que estaban en liza, pero podrían acelerar el proceso de transición en Myanmar y conducir al paulatino levantamiento de las sanciones económicas y políticas que fueron impuestas al régimen de los generales. Los comicios de noviembre de 2010 fueron ganados por el Partido de la Unión por la Solidaridad y el Desarrollo -una formación creada por los militares antes de ceder el poder-, en medio de acusaciones de pucherazo. La NLD boicoteó estas elecciones, y Suu Kyi fue liberada de su arresto domiciliario pocos días después de la votación.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, ha saludado la celebración de las elecciones. “Estados Unidos felicita a quienes han participado, muchos de ellos por primera vez, en la campaña y el proceso electoral”, ha dicho, informa France Presse. “Incluso los regímenes más opresores pueden reformarse, e incluso las sociedades más cerradas pueden abrirse”.