La Policía carga contra miles de manifestantes de oposición en Kuala Lumpur
Kuala Lumpur, EP
La Policía malasia ha empleado gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a las miles de personas que han salido a las calles de Kuala Lumpur para reclamar elecciones libres y justas a petición de un importante grupo de oposición.
La Policía, con el apoyo de helicópteros, ha intervenido finalmente para disolver la protesta que había intentado suspender ayer viernes al sellando el escenario principal de la manifestación, la Plaza de la Independencia. Sus esfuerzos han sido infructuosos.
El grupo opositor, denominado Bersih, decidió desacatar la prohibición impuesta por la Policía a la manifestación y se ha mostrado dispuesto a sacar este sábado a decenas de miles de personas a las calles de la capital. El lugar elegido era precisamente la Plaza de la Independencia, donde fue izada por primera vez la bandera nacional en 1957, al término del dominio colonial británico.
"Ahora parece que tenemos que pelear por ganarnos también el derechos a la plaza", declaró el dependiente de 28 años Muhammed Hafiz, quien se preparaba para acudir con sus compañeros a la protesta, que según los organizadores espera congregar a más de 100.000 personas. Según cifras de Reuters, más de 25.000 ya se encontraban allí en el momento en el que los agentes decidieron irrumpir en el lugar.
El Parlamento de Malasia aprobó este mes de abril una serie de reformas electorales, pero estas medidas, según la oposición, no solucionan el importante problema del fraude electoral que, a su juicio, ha favorecido siempre a la coalición que gobierna el país desde la independencia, Barisan Nasional. Las próximas elecciones están previstas para abril de 2013, pero se espera que el primer ministro, Nayib Razak, adelante los comicios a junio de este año.
Bersih emergió como un grupo de presión contra Nayib desde que éste llegó al poder en 2009 prometiendo reformas políticas y económicas, en un intento por compensar el retroceso sufrido por la coalición electoral en los comicios de 2008.
Más de 10.000 personas participaron en una manifestación similar convocada el año pasado por Bersih, lo cual forzó a Nayib a constituir una comisión parlamentaria encargada de recomendar reformas electorales.
La Policía malasia ha empleado gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a las miles de personas que han salido a las calles de Kuala Lumpur para reclamar elecciones libres y justas a petición de un importante grupo de oposición.
La Policía, con el apoyo de helicópteros, ha intervenido finalmente para disolver la protesta que había intentado suspender ayer viernes al sellando el escenario principal de la manifestación, la Plaza de la Independencia. Sus esfuerzos han sido infructuosos.
El grupo opositor, denominado Bersih, decidió desacatar la prohibición impuesta por la Policía a la manifestación y se ha mostrado dispuesto a sacar este sábado a decenas de miles de personas a las calles de la capital. El lugar elegido era precisamente la Plaza de la Independencia, donde fue izada por primera vez la bandera nacional en 1957, al término del dominio colonial británico.
"Ahora parece que tenemos que pelear por ganarnos también el derechos a la plaza", declaró el dependiente de 28 años Muhammed Hafiz, quien se preparaba para acudir con sus compañeros a la protesta, que según los organizadores espera congregar a más de 100.000 personas. Según cifras de Reuters, más de 25.000 ya se encontraban allí en el momento en el que los agentes decidieron irrumpir en el lugar.
El Parlamento de Malasia aprobó este mes de abril una serie de reformas electorales, pero estas medidas, según la oposición, no solucionan el importante problema del fraude electoral que, a su juicio, ha favorecido siempre a la coalición que gobierna el país desde la independencia, Barisan Nasional. Las próximas elecciones están previstas para abril de 2013, pero se espera que el primer ministro, Nayib Razak, adelante los comicios a junio de este año.
Bersih emergió como un grupo de presión contra Nayib desde que éste llegó al poder en 2009 prometiendo reformas políticas y económicas, en un intento por compensar el retroceso sufrido por la coalición electoral en los comicios de 2008.
Más de 10.000 personas participaron en una manifestación similar convocada el año pasado por Bersih, lo cual forzó a Nayib a constituir una comisión parlamentaria encargada de recomendar reformas electorales.