El Gobierno libio recupera el control del aeropuerto de Trípoli
Trípoli, EP
El Consejo Nacional de Transición (CNT) libio ha asumido este viernes el control del aeropuerto internacional de Trípoli, que permanecía bajo la supervisión de una milicia de Zintan desde la caída del régimen de Muamar Gadafi el año pasado.
"El aeropuerto de Trípoli está ahora bajo el control del Gobierno", ha explicado un portavoz de la milicia de Zintan, Adel Salama, durante la simbólica ceremonia de entrega de estas instalaciones.
Este aeródromo, el de más tráfico del país, había sido reabierto el pasado mes de noviembre. A partir de ahora, y tras meses en un limbo legal, se encargarán de él "los ministros del Interior, de Defensa y de Transportes", según ha explicado Salama, que espera que el Gobierno sea capaz de cumplir "con esta importante tarea".
Notables y líderes tribales de Zintan, así como representantes del Gobierno y el Ejército, han acudido a la ceremonia de traspaso, a la que se ha llegado tras meses de discusiones sobre empleos y sueldos con los miembros de la milicia responsable de las instalaciones.
El responsable de este grupo de 1.200 miembros, Mojtar al Ajdar, abandonó en marzo las conversaciones con el Gobierno por la supuesta falta de compromisos de las autoridades con las demandas de la milicia, cuya lucha contribuyó a la caída del antiguo régimen.
El viceministro del Interior, Omar al Jadrawy, ha indicado que ahora, la milicia quiere ver "si el país puede asumir las responsabilidades". Al Jazrway ha explicado que el personal que ha trabajado en los últimos meses en el aeropuerto será absorbido como personal gubernamental, pero un portavoz de la milicia, Jaled al Zintani, ha aclarado que todavía no hay ningún acuerdo cerrado.
El CNT trata de contratar a los milicianos que hasta ahora operan por su cuenta y que funcionan, a efectos prácticos, como autoridades en determinadas zonas. Las organizaciones pro Derechos Humanos y Naciones Unidas han alertado de que estos grupos representan uno de los mayores desafíos para la estabilidad de la nueva Libia y restan capacidad de gobierno a la Administración central.
El Consejo Nacional de Transición (CNT) libio ha asumido este viernes el control del aeropuerto internacional de Trípoli, que permanecía bajo la supervisión de una milicia de Zintan desde la caída del régimen de Muamar Gadafi el año pasado.
"El aeropuerto de Trípoli está ahora bajo el control del Gobierno", ha explicado un portavoz de la milicia de Zintan, Adel Salama, durante la simbólica ceremonia de entrega de estas instalaciones.
Este aeródromo, el de más tráfico del país, había sido reabierto el pasado mes de noviembre. A partir de ahora, y tras meses en un limbo legal, se encargarán de él "los ministros del Interior, de Defensa y de Transportes", según ha explicado Salama, que espera que el Gobierno sea capaz de cumplir "con esta importante tarea".
Notables y líderes tribales de Zintan, así como representantes del Gobierno y el Ejército, han acudido a la ceremonia de traspaso, a la que se ha llegado tras meses de discusiones sobre empleos y sueldos con los miembros de la milicia responsable de las instalaciones.
El responsable de este grupo de 1.200 miembros, Mojtar al Ajdar, abandonó en marzo las conversaciones con el Gobierno por la supuesta falta de compromisos de las autoridades con las demandas de la milicia, cuya lucha contribuyó a la caída del antiguo régimen.
El viceministro del Interior, Omar al Jadrawy, ha indicado que ahora, la milicia quiere ver "si el país puede asumir las responsabilidades". Al Jazrway ha explicado que el personal que ha trabajado en los últimos meses en el aeropuerto será absorbido como personal gubernamental, pero un portavoz de la milicia, Jaled al Zintani, ha aclarado que todavía no hay ningún acuerdo cerrado.
El CNT trata de contratar a los milicianos que hasta ahora operan por su cuenta y que funcionan, a efectos prácticos, como autoridades en determinadas zonas. Las organizaciones pro Derechos Humanos y Naciones Unidas han alertado de que estos grupos representan uno de los mayores desafíos para la estabilidad de la nueva Libia y restan capacidad de gobierno a la Administración central.