El Gobierno de Tailandia no negociará con los insurgentes separatistas del sur
Bankok, Ep
El viceprimer ministro tailandés, Yuthasak Sasipraparuled, ha rechazado mantener negociaciones con los insurgentes del sur de Tailandia tras los ataques de este fin de semana en los que han muerto 13 personas y ha señalado que podrían producirse nuevos ataques en los próximos meses.
La Policía tailandesa ha informado este martes de que han detenido a dos supuestos miembros de grupos separatistas de las provincias Yala, Pattani y Narathiwat, que formaron parte del sultanato malayo hasta que fueron anexionadas por Bangkok en 1909.
Al menos 5.000 personas han muerto desde que se reanudó la violencia en 2004. La religión mayoritaria de Tailandia es el budismo, aunque las tres provincias del sur del país son de mayoría musulmana.
"La información que hemos reunido señala que la violencia podría aumentar en abril y mayo", ha asegurado Yuthasak, general retirado, tras reunirse con el jefe del Ejército, Prayuth Chan Ocha. "Hemos concluido que no negociaremos con los atacantes", ha indicado.
El sábado, dos bombas escondidas en camionetas explotaron en una calle muy transitada en Yala, donde murieron diez personas. Una tercera bomba a 140 kilómetros, en Hat Yai, y situada en el aparcamiento de un hotel de lujo, acabó con la vida de tres personas. En total, resultaron heridas más de 300 personas.
Prayuth ha señalado que "murió gente inocente". "Los atacantes no discriminaron entre budistas y musulmanes", ha denunciado. "Si se realizan más ataques, se aprobará la ley marcial en Hat Yai", ha añadido.
Las tres provincias del sur ya están bajo el estado de emergencia que da al Ejército plenos poderes para investigar y arrestar a personas sin orden judicial.
Hat Yai es la principal ciudad de la provincia vecina de Songjla, en la que no se aplica este decreto que da más poderes a la Policía y al Ejército. Aunque se han producido varios actos violentos en estas provincias del sur, incluido contra la turística Hat Yai, las áreas de Phuket o Krabi no han sido atacadas.
El viceprimer ministro tailandés, Yuthasak Sasipraparuled, ha rechazado mantener negociaciones con los insurgentes del sur de Tailandia tras los ataques de este fin de semana en los que han muerto 13 personas y ha señalado que podrían producirse nuevos ataques en los próximos meses.
La Policía tailandesa ha informado este martes de que han detenido a dos supuestos miembros de grupos separatistas de las provincias Yala, Pattani y Narathiwat, que formaron parte del sultanato malayo hasta que fueron anexionadas por Bangkok en 1909.
Al menos 5.000 personas han muerto desde que se reanudó la violencia en 2004. La religión mayoritaria de Tailandia es el budismo, aunque las tres provincias del sur del país son de mayoría musulmana.
"La información que hemos reunido señala que la violencia podría aumentar en abril y mayo", ha asegurado Yuthasak, general retirado, tras reunirse con el jefe del Ejército, Prayuth Chan Ocha. "Hemos concluido que no negociaremos con los atacantes", ha indicado.
El sábado, dos bombas escondidas en camionetas explotaron en una calle muy transitada en Yala, donde murieron diez personas. Una tercera bomba a 140 kilómetros, en Hat Yai, y situada en el aparcamiento de un hotel de lujo, acabó con la vida de tres personas. En total, resultaron heridas más de 300 personas.
Prayuth ha señalado que "murió gente inocente". "Los atacantes no discriminaron entre budistas y musulmanes", ha denunciado. "Si se realizan más ataques, se aprobará la ley marcial en Hat Yai", ha añadido.
Las tres provincias del sur ya están bajo el estado de emergencia que da al Ejército plenos poderes para investigar y arrestar a personas sin orden judicial.
Hat Yai es la principal ciudad de la provincia vecina de Songjla, en la que no se aplica este decreto que da más poderes a la Policía y al Ejército. Aunque se han producido varios actos violentos en estas provincias del sur, incluido contra la turística Hat Yai, las áreas de Phuket o Krabi no han sido atacadas.