EE.UU. pacta con Japón retirada de nueve mil marines de Okinawa
TOKIO, AFP
"Alrededor de nueve mil marines y sus familias serán trasladados de Okinawa a otro destino, fuera de Japón", indica un comunicado conjunto publicado en Tokio.
El repliegue de los marines se realizará en dirección a las islas estadounidenses de Guam y Hawai, así como a Australia.
En cambio, no hay progresos sobre la polémica cuestión de la reubicación de la base aérea de Futenma hacia una bahía protegida de la isla, posibilidad que es rechazada por gran parte de la población local.
En el comunicado, ambos gobiernos "reconfirman que se trata de la única solución viable que se ha encontrado hasta la fecha".
El ministro japonés de Relaciones Exteriores, Koichiro Gembam, declaró que estas decisiones anunciadas este viernes eran necesarias para reflejar una realidad regional en pleno cambio, que tiene como marco el crecimiento del poderío chino. "Los cambios en el ámbito de la seguridad no nos esperarán. Japón y Estados Unidos deben asumir sus responsabilidades, jugar su papel y aplicar los planes rápidamente", dijo a los periodistas.
Este anuncio se produce justo antes de la visita que realizará, la próxima semana, a Washington, el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, que se reunirá con el presidente Barack Obama.
Además, estas decisiones forman parte de una estrategia global de repliegue del contigente estadounidense en Asia, con un aumento paralelo de la cooperación militar con Australia, Filipinas y Singapur.
La importante presencia militar estadounidense en la isla de Okinawa, donde se concentran la mitad de los 47.000 soldados destinados en el archipiélago, es origen de tensión bilateral entre los dos países.
En el 2006, Estados Unidos aceptó trasladar la base aérea de Futenma, situada en plena zona urbana, a una bahía protegida de la isla. Pero los japoneses que se oponen a la presencia militar estadounidense exigen directamente el cierre definitivo de la base.
"Con estos repliegues, el gobierno estadounidense reafirma su compromiso de mantener su presencia militar actual y a desarrollar su capacidad militar en la parte oeste del Pacífico", dejó claro el comunicado conjunto.
"Alrededor de nueve mil marines y sus familias serán trasladados de Okinawa a otro destino, fuera de Japón", indica un comunicado conjunto publicado en Tokio.
El repliegue de los marines se realizará en dirección a las islas estadounidenses de Guam y Hawai, así como a Australia.
En cambio, no hay progresos sobre la polémica cuestión de la reubicación de la base aérea de Futenma hacia una bahía protegida de la isla, posibilidad que es rechazada por gran parte de la población local.
En el comunicado, ambos gobiernos "reconfirman que se trata de la única solución viable que se ha encontrado hasta la fecha".
El ministro japonés de Relaciones Exteriores, Koichiro Gembam, declaró que estas decisiones anunciadas este viernes eran necesarias para reflejar una realidad regional en pleno cambio, que tiene como marco el crecimiento del poderío chino. "Los cambios en el ámbito de la seguridad no nos esperarán. Japón y Estados Unidos deben asumir sus responsabilidades, jugar su papel y aplicar los planes rápidamente", dijo a los periodistas.
Este anuncio se produce justo antes de la visita que realizará, la próxima semana, a Washington, el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, que se reunirá con el presidente Barack Obama.
Además, estas decisiones forman parte de una estrategia global de repliegue del contigente estadounidense en Asia, con un aumento paralelo de la cooperación militar con Australia, Filipinas y Singapur.
La importante presencia militar estadounidense en la isla de Okinawa, donde se concentran la mitad de los 47.000 soldados destinados en el archipiélago, es origen de tensión bilateral entre los dos países.
En el 2006, Estados Unidos aceptó trasladar la base aérea de Futenma, situada en plena zona urbana, a una bahía protegida de la isla. Pero los japoneses que se oponen a la presencia militar estadounidense exigen directamente el cierre definitivo de la base.
"Con estos repliegues, el gobierno estadounidense reafirma su compromiso de mantener su presencia militar actual y a desarrollar su capacidad militar en la parte oeste del Pacífico", dejó claro el comunicado conjunto.