Ankara no cree que vaya a haber una escalada de tensiones con Bagdad
Estambul, EP
El viceministro de Exteriores de Turquía, Naci Koru, ha afirmado este jueves que no cree que haya una escalada de las tensiones entre el país e Irak y ha asegurado que el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, lanzará la conversaciones de reconciliación con el resto de formaciones del país para poner fin a la crisis política.
"Hemos firmado acuerdos con el Gobierno iraquí que siguen vigentes. Nuestras relaciones comerciales continúan siendo intensas. Por ello, espero que las recientes confusiones y declaraciones negativas no vayan más allá", ha dicho Koru durante una entrevista concedida al canal de televisión turco A Haber.
"El problema de Al Maliki no es sólo con Turquía y (el presidente del Gobierno Regional del Kurdistán, Masud) Barzani. Tiene problemas con otros grupos en el país y con otras naciones", ha apuntado. "Al Maliki ha de revisar su visión del futuro. No somos pesimistas en este sentido", ha agregado.
"La estabilidad ha de ser conseguida con el apoyo de los grupos locales más que con poderes extranjeros. Creo que Al Maliki celebrará conversaciones con el resto de formaciones sobre este asunto", ha manifestado, según ha recogido el diario turco 'Hurriyet'.
Irak vive una crisis política que comenzó el pasado mes de diciembre, cuando Al Maliki ordenó arrestar al vicepresidente, Tareq al Hashemi, uno de los políticos suníes más importantes del país, por presuntamente dirigir milicias armadas contra la población chií.
Tras la emisión de la orden de arresto, Al Hashemi se refugió en el Kurdistán iraquí, su región de origen. El vicepresidente ha negado las acusaciones y ha asegurado que son una maniobra de Al Maliki para apartarle del poder, aprovechando la tradicional tensión existente entre las distintas confesiones musulmanas.
Al Hashemi se encuentra de visita en Turquía, donde ha sido recibido por las autoridades tras su viaje a Qatar y Arabia Saudí. Barzani también visitó Estambul la semana pasada para realizar una visita diplomática, tras estar en Estados Unidos, donde fue recibido cordialmente.
El último acercamiento entre el Gobierno del Kurdistán y Estados Unidos choca con la postura histórica estadounidense hacia el pueblo kurdo, ya que apoyó diplomática y militarmente la represión del mismo llevada a cabo por Turquía en los años noventa y por el Gobierno de Saddam Hussein, que llegó incluso a usar armas químicas a finales de los ochenta para reprimir y aniquilar a los kurdos.
El miércoles, el presidente de Irak, Jalal Talabani, se reunió con Barzani, tras lo que ambos destacaron la importancia de celebrar "pronto" un encuentro para acordar un programa nacional que sea aceptable para todos y que ponga fin a los problemas y saque al país de la crisis política.
A través de un comunicado oficial, la Presidencia señaló que en el encuentro se trataron los "problemas generales que impiden la aplicación de los acuerdos entre el Gobierno federal y el Ejecutivo regional". "Los puntos de vista entre Talabani y Barzani fueron idénticos: basarse en la Constitución para resolverlos (los problemas) teniendo en cuenta los acuerdos previos, especialmente el Acuerdo de Erbil", apuntó. Este acuerdo estableció las bases para la formación del actual Gobierno.
El viceministro de Exteriores de Turquía, Naci Koru, ha afirmado este jueves que no cree que haya una escalada de las tensiones entre el país e Irak y ha asegurado que el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, lanzará la conversaciones de reconciliación con el resto de formaciones del país para poner fin a la crisis política.
"Hemos firmado acuerdos con el Gobierno iraquí que siguen vigentes. Nuestras relaciones comerciales continúan siendo intensas. Por ello, espero que las recientes confusiones y declaraciones negativas no vayan más allá", ha dicho Koru durante una entrevista concedida al canal de televisión turco A Haber.
"El problema de Al Maliki no es sólo con Turquía y (el presidente del Gobierno Regional del Kurdistán, Masud) Barzani. Tiene problemas con otros grupos en el país y con otras naciones", ha apuntado. "Al Maliki ha de revisar su visión del futuro. No somos pesimistas en este sentido", ha agregado.
"La estabilidad ha de ser conseguida con el apoyo de los grupos locales más que con poderes extranjeros. Creo que Al Maliki celebrará conversaciones con el resto de formaciones sobre este asunto", ha manifestado, según ha recogido el diario turco 'Hurriyet'.
Irak vive una crisis política que comenzó el pasado mes de diciembre, cuando Al Maliki ordenó arrestar al vicepresidente, Tareq al Hashemi, uno de los políticos suníes más importantes del país, por presuntamente dirigir milicias armadas contra la población chií.
Tras la emisión de la orden de arresto, Al Hashemi se refugió en el Kurdistán iraquí, su región de origen. El vicepresidente ha negado las acusaciones y ha asegurado que son una maniobra de Al Maliki para apartarle del poder, aprovechando la tradicional tensión existente entre las distintas confesiones musulmanas.
Al Hashemi se encuentra de visita en Turquía, donde ha sido recibido por las autoridades tras su viaje a Qatar y Arabia Saudí. Barzani también visitó Estambul la semana pasada para realizar una visita diplomática, tras estar en Estados Unidos, donde fue recibido cordialmente.
El último acercamiento entre el Gobierno del Kurdistán y Estados Unidos choca con la postura histórica estadounidense hacia el pueblo kurdo, ya que apoyó diplomática y militarmente la represión del mismo llevada a cabo por Turquía en los años noventa y por el Gobierno de Saddam Hussein, que llegó incluso a usar armas químicas a finales de los ochenta para reprimir y aniquilar a los kurdos.
El miércoles, el presidente de Irak, Jalal Talabani, se reunió con Barzani, tras lo que ambos destacaron la importancia de celebrar "pronto" un encuentro para acordar un programa nacional que sea aceptable para todos y que ponga fin a los problemas y saque al país de la crisis política.
A través de un comunicado oficial, la Presidencia señaló que en el encuentro se trataron los "problemas generales que impiden la aplicación de los acuerdos entre el Gobierno federal y el Ejecutivo regional". "Los puntos de vista entre Talabani y Barzani fueron idénticos: basarse en la Constitución para resolverlos (los problemas) teniendo en cuenta los acuerdos previos, especialmente el Acuerdo de Erbil", apuntó. Este acuerdo estableció las bases para la formación del actual Gobierno.