Un millón de seguidores de Al Sadr se concentran en Basora
Basora, EP
Un millón de simpatizantes del Movimiento Al Sadr, dirigido por el clérigo radical chií Muqtada al Sadr, se han concentrado este lunes en la ciudad iraquí de Basora (sur) coincidiendo con el aniversario del inicio de la invasión estadounidense de 2003 que puso fin al régimen de Sadam Husein.
El acto se ha centrado en las críticas al Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki, al que acusan de no haber atendido las necesidades y demandas del sector más desfavorecido del país árabe, pero parece más una demostración de fuerza chií con vistas a la cumbre de la Liga Árabe que se celebrará en Irak del 27 al 29 de marzo.
Se trata de la primera cumbre árabe celebrada en Irak en más de 20 años y la primera que tiene lugar en un país gobernado por dirigentes chiíes, secta musulmana minoritaria en el mundo árabe, pero mayoritaria en Bahréin, Irak e Irán. El Movimiento Al Sadr espera que la cumbre árabe de Bagdad dé prestigio al país e incluso ha prohibido para ello que durante ese periodo se celebren protestas como muestra de "hospitalidad".
La propia Policía ha indicado que entre 700.000 y un millón de personas han participado en la concentración del Movimiento Al Sadr y un corresponsal de Reuters presente en el lugar ha podido confirmar que varios cientos de miles han secundado la convocatoria.
Mujeres y hombres de Basora, pero también llegados de otros puntos de Irak, han participado en la marcha, en la que se han podido ver ataúdes negros con carteles escritos con palabras como "electricidad", "educación" o "democracia".
"Hemos venido para pedir la extinción de las injusticias contra los iraquíes (...). No hay empleos. Vivimos en malas condiciones, sin servicos", se ha lamentado uno de los asistentes, Latiaf Kadhim, procedente de Kerbala.
Muttashar Saeed, del barrio bagdadí de Ciudad Sadr, ha denunciado que "los diputados miran por sí mismos y el Estado ignora a los pobres". "Queremos que nos escuchen las autoridades que se ocupan más de sus propios asuntos desde sus cómodos sillones y sus coches blindados", ha añadido.
Un millón de simpatizantes del Movimiento Al Sadr, dirigido por el clérigo radical chií Muqtada al Sadr, se han concentrado este lunes en la ciudad iraquí de Basora (sur) coincidiendo con el aniversario del inicio de la invasión estadounidense de 2003 que puso fin al régimen de Sadam Husein.
El acto se ha centrado en las críticas al Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki, al que acusan de no haber atendido las necesidades y demandas del sector más desfavorecido del país árabe, pero parece más una demostración de fuerza chií con vistas a la cumbre de la Liga Árabe que se celebrará en Irak del 27 al 29 de marzo.
Se trata de la primera cumbre árabe celebrada en Irak en más de 20 años y la primera que tiene lugar en un país gobernado por dirigentes chiíes, secta musulmana minoritaria en el mundo árabe, pero mayoritaria en Bahréin, Irak e Irán. El Movimiento Al Sadr espera que la cumbre árabe de Bagdad dé prestigio al país e incluso ha prohibido para ello que durante ese periodo se celebren protestas como muestra de "hospitalidad".
La propia Policía ha indicado que entre 700.000 y un millón de personas han participado en la concentración del Movimiento Al Sadr y un corresponsal de Reuters presente en el lugar ha podido confirmar que varios cientos de miles han secundado la convocatoria.
Mujeres y hombres de Basora, pero también llegados de otros puntos de Irak, han participado en la marcha, en la que se han podido ver ataúdes negros con carteles escritos con palabras como "electricidad", "educación" o "democracia".
"Hemos venido para pedir la extinción de las injusticias contra los iraquíes (...). No hay empleos. Vivimos en malas condiciones, sin servicos", se ha lamentado uno de los asistentes, Latiaf Kadhim, procedente de Kerbala.
Muttashar Saeed, del barrio bagdadí de Ciudad Sadr, ha denunciado que "los diputados miran por sí mismos y el Estado ignora a los pobres". "Queremos que nos escuchen las autoridades que se ocupan más de sus propios asuntos desde sus cómodos sillones y sus coches blindados", ha añadido.