Secretario de Estado británico en Chile antes de Cristina Kirchner
Chile, AFP
El secretario británico de Relaciones Exteriores Jeremy Browne inicia el lunes en Chile una gira de una semana por tres países latinoamericanos, coincidiendo con una escalada de tensión entre Reino Unido y Argentina por la soberanía de Malvinas, anunció su ministerio.
La gira de Browne, que también le llevará a Colombia y a Perú, está oficialmente destinada a fortalecer los lazos económicos con estos países, la espinosa cuestión de las Malvinas seguramente dominará parte de las conversaciones, especialmente con Chile, que la presidenta argentina Cristina Kirchner visitará oficialmente los próximos jueves y viernes.
"No está allá para hablar de las Malvinas, aunque ese tema obviamente saldrá, sino para hablar de prosperidad y de como los dos países pueden trabajar juntos", señaló una portavoz del ministerio británico.
Browne tiene una cargada agenda de dos días en Santiago, donde se reunirá con los titulares de Relaciones Exteriores Alfredo Moreno, Hacienda Felipe Larraín, Economía Pablo Longueira y Justicia Teodoro Ribera, entre otros.
El secretario de Estado británico precede por unos días a Kirchner, quien después de haber amenazado con suspender los vuelos a Malvinas, la semana pasada propuso aumentar su frecuencia, siempre que salgan de Buenos Aires y sean operados por Aerolíneas Argentinas. Hasta ahora, es la compañía chilena Lan Chile la que une el continente con las islas desde Punta Arenas.
Después Browne, encargados de los asuntos latinoamericanos en el Foreign Office británico, visitará a partir del miércoles Colombia y luego Perú, donde será recibido por los presidentes Juan Manuel Santos y Ollanta Humala, respectivamente.
Los tres países visitados esta semana por Browne, todos ellos asociados del Mercosur, firmaron en diciembre pasado una declaración del bloque sudamericano que prohíbe el ingreso a sus puertos de buques con bandera de Malvinas.
La tensión entre los dos países por la soberanía de este archipiélago bajo dominación británica desde 1833 pero cuya soberanía reivindica con insistencia argentina se ha incrementado al acercarse el 30 aniversario de la corta pero sangrienta guerra que libraron las dos naciones entre abril y junio de 1982.
El secretario británico de Relaciones Exteriores Jeremy Browne inicia el lunes en Chile una gira de una semana por tres países latinoamericanos, coincidiendo con una escalada de tensión entre Reino Unido y Argentina por la soberanía de Malvinas, anunció su ministerio.
La gira de Browne, que también le llevará a Colombia y a Perú, está oficialmente destinada a fortalecer los lazos económicos con estos países, la espinosa cuestión de las Malvinas seguramente dominará parte de las conversaciones, especialmente con Chile, que la presidenta argentina Cristina Kirchner visitará oficialmente los próximos jueves y viernes.
"No está allá para hablar de las Malvinas, aunque ese tema obviamente saldrá, sino para hablar de prosperidad y de como los dos países pueden trabajar juntos", señaló una portavoz del ministerio británico.
Browne tiene una cargada agenda de dos días en Santiago, donde se reunirá con los titulares de Relaciones Exteriores Alfredo Moreno, Hacienda Felipe Larraín, Economía Pablo Longueira y Justicia Teodoro Ribera, entre otros.
El secretario de Estado británico precede por unos días a Kirchner, quien después de haber amenazado con suspender los vuelos a Malvinas, la semana pasada propuso aumentar su frecuencia, siempre que salgan de Buenos Aires y sean operados por Aerolíneas Argentinas. Hasta ahora, es la compañía chilena Lan Chile la que une el continente con las islas desde Punta Arenas.
Después Browne, encargados de los asuntos latinoamericanos en el Foreign Office británico, visitará a partir del miércoles Colombia y luego Perú, donde será recibido por los presidentes Juan Manuel Santos y Ollanta Humala, respectivamente.
Los tres países visitados esta semana por Browne, todos ellos asociados del Mercosur, firmaron en diciembre pasado una declaración del bloque sudamericano que prohíbe el ingreso a sus puertos de buques con bandera de Malvinas.
La tensión entre los dos países por la soberanía de este archipiélago bajo dominación británica desde 1833 pero cuya soberanía reivindica con insistencia argentina se ha incrementado al acercarse el 30 aniversario de la corta pero sangrienta guerra que libraron las dos naciones entre abril y junio de 1982.