Primer ministro japonés: "No tengo previsto acabar con la pena de muerte"
Tokio, EP
El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, ha manifestado su rechazo a abordar la cuestión de la posible derogación de la pena de muerte pese a la polémica generada por los tres últimos ahorcamientos.
"No tengo previsto acabar con la pena de muerte", ha afirmado Noda en declaraciones a la agencia de noticias japonesa Kiodo. "Teniendo en cuenta que no ha habido una reducción de los crímenes atroces, creo que es difícil abolir la pena de muerte de forma inmediata", ha señalado.
"Tenemos que sopesar cuidadosamente la naturaleza de la pena de muerte desde varios puntos de vista y prestar la atención adecuada a la opinión pública", ha explicado. Noda ha recordado que en un sondeo de 2009 se puso de manifiesto que el 85,6 por ciento de los nipones respaldan estas ejecuciones.
El pasado jueves fueron ahorcados tres convictos, los primeros ajusticiamientos desde julio de 2010. Japón es uno de los pocos países industrializados avanzados que mantienen en vigor la pena de muerte, principalmente para responsables de asesinatos múltiples.
En estos momentos hay más de un centenar de presos condenados a muerte en las cárceles japonesas, incluido Shoko Asahara, responsable máximo de la trama de atentados con gas sarín de 1995 en el metro de Tokio en el que murieron 13 personas.
Grupos de defensa de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional denuncian la pena de muerte en sí y el método por el que se ejecuta, el ahorcamiento, y critican además las condiciones de encarcelamiento de los reos de muerte, sin apenas visitas, ni salidas de la celda, donde se les obliga a permanecer sentados la mayor parte del tiempo. Además, no reciben aviso alguno antes de la ejecución, por lo que temen que cada día pueda ser el último.
El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, ha manifestado su rechazo a abordar la cuestión de la posible derogación de la pena de muerte pese a la polémica generada por los tres últimos ahorcamientos.
"No tengo previsto acabar con la pena de muerte", ha afirmado Noda en declaraciones a la agencia de noticias japonesa Kiodo. "Teniendo en cuenta que no ha habido una reducción de los crímenes atroces, creo que es difícil abolir la pena de muerte de forma inmediata", ha señalado.
"Tenemos que sopesar cuidadosamente la naturaleza de la pena de muerte desde varios puntos de vista y prestar la atención adecuada a la opinión pública", ha explicado. Noda ha recordado que en un sondeo de 2009 se puso de manifiesto que el 85,6 por ciento de los nipones respaldan estas ejecuciones.
El pasado jueves fueron ahorcados tres convictos, los primeros ajusticiamientos desde julio de 2010. Japón es uno de los pocos países industrializados avanzados que mantienen en vigor la pena de muerte, principalmente para responsables de asesinatos múltiples.
En estos momentos hay más de un centenar de presos condenados a muerte en las cárceles japonesas, incluido Shoko Asahara, responsable máximo de la trama de atentados con gas sarín de 1995 en el metro de Tokio en el que murieron 13 personas.
Grupos de defensa de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional denuncian la pena de muerte en sí y el método por el que se ejecuta, el ahorcamiento, y critican además las condiciones de encarcelamiento de los reos de muerte, sin apenas visitas, ni salidas de la celda, donde se les obliga a permanecer sentados la mayor parte del tiempo. Además, no reciben aviso alguno antes de la ejecución, por lo que temen que cada día pueda ser el último.