Primer ministro chino alerta sobre el peligro de la corrupción entre los altos cargos
Pekin, EP
El primer ministro chino, Wen Jiabao, ha alertado este lunes de que la estructura de poder en el gigante asiático podría quedar amenazada si no se pone fin a la creciente corrupción detectada entre los responsables gubernamentales.
"Wen Jiabao destacó que el mayor peligro que afronta el partido de Gobierno es la corrupción", ha informado el Gobierno en su página web oficial. "Si este problema no se resuelve, la naturaleza del poder político podría cambiar", ha avisado Wen, en su discurso ante el Consejo de Estado (el Gobierno chino).
Además, Wen ha pedido a los altos cargos del Estado que revelen sus datos personales, incluyendo información sobre sus cónyuges e hijos; ha instado a prohibir el "uso de fondos públicos para comprar cigarrillos, vinos y regalos" y se ha comprometido a "controlar estrictamente el número de celebraciones, seminarios y foros".
El rechazo a la corrupción ha generado una serie de protestas en el país, así como preocupación entre miembros del Ejecutivo que defienden el régimen de partido y una transición pacífica del poder a una generación de líderes más jóvenes.
Wen ha destacado entre los líderes de China como el defensor más elocuente de una flexibilización moderada del control del partido. Mientras se prepara para dejar el poder, se ha pronunciado con más fuerza, aunque vagamente, a favor de una reforma política.
Wen se retira el próximo año, junto con el presidente, Hu Jintao, después de una década al frente de China. Durante ese tiempo, China ha crecido hasta convertirse en la segunda economía más grande, aunque aparece muy afectada por la corrupción y por una creciente brecha de ingresos entre las capas sociales más desfavorecidas y las más ricas.
Dirigiéndose a los periodistas en la reunión anual de este mes del Congreso Nacional del Pueblo, Wen advirtió que de no actuar en contra de la corrupción y la disparidad de ingresos podría reavivar el caos de la Revolución Cultural de Mao Zedong.
El primer ministro chino, Wen Jiabao, ha alertado este lunes de que la estructura de poder en el gigante asiático podría quedar amenazada si no se pone fin a la creciente corrupción detectada entre los responsables gubernamentales.
"Wen Jiabao destacó que el mayor peligro que afronta el partido de Gobierno es la corrupción", ha informado el Gobierno en su página web oficial. "Si este problema no se resuelve, la naturaleza del poder político podría cambiar", ha avisado Wen, en su discurso ante el Consejo de Estado (el Gobierno chino).
Además, Wen ha pedido a los altos cargos del Estado que revelen sus datos personales, incluyendo información sobre sus cónyuges e hijos; ha instado a prohibir el "uso de fondos públicos para comprar cigarrillos, vinos y regalos" y se ha comprometido a "controlar estrictamente el número de celebraciones, seminarios y foros".
El rechazo a la corrupción ha generado una serie de protestas en el país, así como preocupación entre miembros del Ejecutivo que defienden el régimen de partido y una transición pacífica del poder a una generación de líderes más jóvenes.
Wen ha destacado entre los líderes de China como el defensor más elocuente de una flexibilización moderada del control del partido. Mientras se prepara para dejar el poder, se ha pronunciado con más fuerza, aunque vagamente, a favor de una reforma política.
Wen se retira el próximo año, junto con el presidente, Hu Jintao, después de una década al frente de China. Durante ese tiempo, China ha crecido hasta convertirse en la segunda economía más grande, aunque aparece muy afectada por la corrupción y por una creciente brecha de ingresos entre las capas sociales más desfavorecidas y las más ricas.
Dirigiéndose a los periodistas en la reunión anual de este mes del Congreso Nacional del Pueblo, Wen advirtió que de no actuar en contra de la corrupción y la disparidad de ingresos podría reavivar el caos de la Revolución Cultural de Mao Zedong.