Medvedev asegura que se está acabando el tiempo para un acuerdo sobre el escudo antimisiles
Moscú, EP
El presidente saliente de Rusia, Dimitri Medvedev, ha asegurado que se está acabando el tiempo para que los países occidentales realicen nuevas propuestas que les permitan contar con el apoyo de Rusia para instalar un escudo antimisiles en Europa.
Medvedev, que se reunirá la próxima semana con el presidente estadounidense, Barack Obama, en el marco de la Cumbre de Seguridad nuclear en Corea del Sur, ha realizado una conferencia para hablar sobre la seguridad mundial tras cuatro años en el Kremlin.
Medvedev, que será reemplazado en el cargo por el actual primer ministro, Vladimir Putin, en mayo, ha señalado que a Moscú no le convence el argumento de la OTAN de que el escudo antimisiles es para evitar ataques de países como Irán. "Tenemos tiempo (para un acuerdo), pero se está acabando, y creo que supondrá un beneficio mutuo alcanzar acuerdos aceptables para ambas partes", ha indicado.
"La cuestión principal es que tenemos que escuchar solo una cosa y recibir su confirmación: 'Amigos respetados de Rusia, nuestro sistema de defensa antimisiles no va contra las fuerzas nucleares rusas'. Debe quedar registrado, no decirse en una charla con una taza de té o un vaso de vino, sino en un documento", ha explicado.
La OTAN ha ofrecido a Rusia que participe en el proyecto de crear el escudo, que contará con instalaciones en Rumanía, Polonia, Turquía y España. Moscú pretende que Estados Unidos y los países occidentales se comprometan a firmar un acuerdo que les obligue a no tener entre sus objetivos las fuerzas nucleares rusas.
Medvedev ha asegurado en varias ocasiones que si no hay acuerdo, mejorará su radar de alerta temprana para proteger sus bases nucleares, desplegarán armas para protegerse ante el escudo y pondrán en su objetivo las bases en las que esté instalado el sistema.
"Nunca conseguiremos establecer una cooperación adecuada entre Rusia y la OTAN mientras no resolvamos cuestiones que afectan al principal interés de nuestros estados", ha señalado.
Medvedev ha comentado que Estados Unidos y otros miembros de la OTAN deben mostrar su "disposición" para crear una "auténtica colaboración con Rusia". "Sería un intento de tener en cuenta nuestros intereses, especialmente con los problemas sobre la defensa antimisiles en Europa", ha añadido.
El presidente ruso ha señalado que su plan de crear una comunidad de seguridad euroatlántica sigue siendo un "mito", una iniciativa que manifestó en 2008, cuando asumió la Presidencia, pero que ha sido rechazada por organismos internacionales. Medvedev aseguró entonces que se debería crear un sistema para mejorar la seguridad desde Vancouver hasta Vladivostok.
Por otro lado, Medvedev ha asegurado que la autoridad de Naciones Unidas ha sido socavada por países que intentan eludir al Consejo de Seguridad cuando actúan en la escena mundial. "Cuando no somos capaces de ponernos de acuerdo en Naciones Unidas, significa que hay fallos (en la ONU) o las políticas de algunos estados son erróneas", ha señalado, condenando las peticiones de una intervención militar en Siria o en Irán.
El presidente saliente de Rusia, Dimitri Medvedev, ha asegurado que se está acabando el tiempo para que los países occidentales realicen nuevas propuestas que les permitan contar con el apoyo de Rusia para instalar un escudo antimisiles en Europa.
Medvedev, que se reunirá la próxima semana con el presidente estadounidense, Barack Obama, en el marco de la Cumbre de Seguridad nuclear en Corea del Sur, ha realizado una conferencia para hablar sobre la seguridad mundial tras cuatro años en el Kremlin.
Medvedev, que será reemplazado en el cargo por el actual primer ministro, Vladimir Putin, en mayo, ha señalado que a Moscú no le convence el argumento de la OTAN de que el escudo antimisiles es para evitar ataques de países como Irán. "Tenemos tiempo (para un acuerdo), pero se está acabando, y creo que supondrá un beneficio mutuo alcanzar acuerdos aceptables para ambas partes", ha indicado.
"La cuestión principal es que tenemos que escuchar solo una cosa y recibir su confirmación: 'Amigos respetados de Rusia, nuestro sistema de defensa antimisiles no va contra las fuerzas nucleares rusas'. Debe quedar registrado, no decirse en una charla con una taza de té o un vaso de vino, sino en un documento", ha explicado.
La OTAN ha ofrecido a Rusia que participe en el proyecto de crear el escudo, que contará con instalaciones en Rumanía, Polonia, Turquía y España. Moscú pretende que Estados Unidos y los países occidentales se comprometan a firmar un acuerdo que les obligue a no tener entre sus objetivos las fuerzas nucleares rusas.
Medvedev ha asegurado en varias ocasiones que si no hay acuerdo, mejorará su radar de alerta temprana para proteger sus bases nucleares, desplegarán armas para protegerse ante el escudo y pondrán en su objetivo las bases en las que esté instalado el sistema.
"Nunca conseguiremos establecer una cooperación adecuada entre Rusia y la OTAN mientras no resolvamos cuestiones que afectan al principal interés de nuestros estados", ha señalado.
Medvedev ha comentado que Estados Unidos y otros miembros de la OTAN deben mostrar su "disposición" para crear una "auténtica colaboración con Rusia". "Sería un intento de tener en cuenta nuestros intereses, especialmente con los problemas sobre la defensa antimisiles en Europa", ha añadido.
El presidente ruso ha señalado que su plan de crear una comunidad de seguridad euroatlántica sigue siendo un "mito", una iniciativa que manifestó en 2008, cuando asumió la Presidencia, pero que ha sido rechazada por organismos internacionales. Medvedev aseguró entonces que se debería crear un sistema para mejorar la seguridad desde Vancouver hasta Vladivostok.
Por otro lado, Medvedev ha asegurado que la autoridad de Naciones Unidas ha sido socavada por países que intentan eludir al Consejo de Seguridad cuando actúan en la escena mundial. "Cuando no somos capaces de ponernos de acuerdo en Naciones Unidas, significa que hay fallos (en la ONU) o las políticas de algunos estados son erróneas", ha señalado, condenando las peticiones de una intervención militar en Siria o en Irán.