Indígenas cierran en Quito marcha de protesta calificada de "fracaso" por Correa

QUITO, AFP
Miles de indígenas ecuatorianos apoyados por la oposición cerraron el jueves en Quito una marcha contra el gobierno de Rafael Correa, que también sacó a una multitud a las calles y proclamó el fracaso de lo que calificó como una conspiración previa a las presidenciales de 2013. La protesta concluyó con una reunión entre la dirigencia aborigen y congresistas en la sede del Legislativo, previo a lo cual hubo choques con manifestantes que pretendían ingresar al edificio, que dejaron cuatro policías heridos, según las autoridades.
En ese encuentro Humberto Cholango, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que convocó la marcha, reiteró su rechazo a la gran minería y entregó propuestas para leyes sobre el manejo del agua y la redistribución de tierras.

"No somos golpistas, vinimos a reclamar las leyes que no han sido aprobadas en estos cinco años" de gobierno de Correa, señaló el líder de la mayor organización aborigen.
En tanto, Correa destacó los numerosos asistentes a la movilización en apoyo al gobierno.
"¡Qué victoria popular la de hoy sobre la prepotencia de los que presentaban esto como el principio del fin del correísmo!", afirmó el mandatario ante miles de partidarios que abarrotaron la Plaza de la Independencia, donde está ubicado el palacio presidencial.
Correa aseguró haber reunido a unos 60.000 partidarios en varios puntos, a los que convocó con la denuncia de que la oposición planeaba desestabilizarlo ante la imposibilidad de derrotarlo en las urnas, aunque el mandatario aún no define su candidatura a la reelección.
Por su parte, la marcha indígena se nutrió de la convergencia de dos columnas, una proveniente del sur y otra del norte de la capital, adornadas con banderas multicolores y animadas con música aborigen. Un mando de la Policía consultado por la AFP cifró en 5.000 los participantes.
Unos 1.000 nativos, varios con plumas y lanzas, caminaron hasta el parque El Arbolito desde el sur de la ciudad, adonde llegaron el miércoles tras una marcha de dos semanas desde el poblado amazónico de El Pangui (700 km al sureste).
Otros 500 arribaron desde el norte andino, y a ellos se sumaron nativos que ingresaron dispersos y agrupaciones opositoras como el Movimiento Popular Democrático (MPD, izquierda), constató la AFP.
Los manifestantes indígenas confluyeron en El Arbolito, que poco antes fue abandonado por seguidores del mandatario socialista concentrados allí desde la noche anterior.
Correa, que realizó cinco intervenciones ante sus simpatizantes, tildó de "fracaso" la marcha opositora, pero se dijo abierto al diálogo "a futuro".
"¡Gracias a la contrarrevolución! Esto era lo que necesitábamos para que nadie pudiera detenernos, porque nos faltaba organización, éramos vulnerables", subrayó el mandatario, quien había advertido de actos violentos del MPD.
Ese partido y la Conaie fueron aliados de Correa, de quien se alejaron acusándolo de autoritario y de impulsar un proyecto neoliberal solapado.
La entidad indígena participó en la caída de los presidentes Abdalá Bucaram en 1997 y Jamil Mahuad en 2000, pero su poder de convocatoria decayó en el gobierno de Correa, que mantiene el apoyo de otros sectores indígenas y una popularidad de hasta 80%, según encuestas.
El 8 de marzo, al inicio de la caminata, Correa reunió a miles de personas en Quito y les pidió mantenerse en vigilia incluso después del jueves.
"El sábado tengo que regresar a mi pueblo, pero si sigue la guerra, no hay problema, vuelvo (a Quito) porque hay que ayudar a este buen presidente", declaró a la AFP Mariano Loor, un agricultor que llegó a El Arbolito con una treintena de compañeros desde la localidad costera de Rocafuerte (suroeste).
La Conaie también exige amnistía para 197 indígenas enjuiciados por sabotaje y una ley que amplíe los alcances de las consultas sobre proyectos con impacto ambiental, en la actualidad no vinculantes para el Ejecutivo, que a inicios de marzo firmó un primer contrato con la china Ecuacorriente para explotar cobre en El Pangui.
Su reclamo recibió el apoyo del cantante franco-español Manu Chao y la banda puertorriqueña Calle 13 durante un concierto el martes en Quito. "Por nuestros hijos, no a la megaminería", afirmó René Pérez, vocalista del grupo Boricua.
Los indígenas aseguran representar 30% de la población de los 14,5 millones de ecuatorianos, pero el censo de 2010 determinó que sólo 7% de ellos se reconoce como tal.

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