Erdogan afirma que Turquía encontrará una solución al "conflicto kurdo"
Estambul, EP
El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que su país encontrará una solución al conflicto kurdo "independientemente de su coste" y ha subrayado que "es un asunto humano antes que cualquier otra cosa" y que "nadie puede dañar la fraternidad" existente entre turcos y kurdos.
Erdogan ha hecho estas declaraciones en la víspera de su viaje a la provincia de Mardin (sureste) y un día después de que su mujer, Emine Erdogan, visitara a las familias de los 34 civiles que fallecieron en un bombardeo del Ejército turco contra el distrito de Uludere, en la provincia de Sirnak (sureste) en diciembre de 2011. El Gobierno y las Fuerzas Armadas aseguraron que el objetivo eran miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y reconocieron que el ataque fue un dramático error.
Erdogan ha descrito el referéndum constitucional de septiembre de 2010 y la victoria del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) en 2011 como "dos aprobaciones consecutivas de la nación a los esfuerzos de reconciliación", según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.
Sin embargo, el Ejecutivo turco ha sido duramente criticado por haber detenido la llamada iniciativa kurda de "unidad nacional y proyecto de fraternidad" a favor de un acercamiento centrado en la seguridad, a pesar de que esta postura podría provocar una escalada de las tensiones con el PKK.
El viceprimer ministro turco, Besir Atalay, que estaba encargado de encabezar el proyecto de reconciliación, ha asegurado que el Ejecutivo está comprometido con una mayor democratización. "Nuestros esfuerzos no han cesado. Habrá nuevos pasos", ha dicho, antes de anunciar que se incrementará el número de visitas oficiales al sureste del país.
Atalay ha manifestado que las instituciones estatales están implementado "la coordinación más avanzada" en la lucha contra el PKK. El problema saltó a la luz pública el mes pasado cuando las operaciones policiales contra presuntas redes urbanas del PKK provocaron el intento de un fiscal de investigar al director de la agencia de Inteligencia bajo la sospecha de que sus operativos colaboraron con el PKK.
En respuesta, Erdogan acusó a tres partidos de la oposición con representación en el Parlamento de intentar dañar los esfuerzos que el Ejecutivo está supuestamente realizando para resolver el problema kurdo y agregó que el camino de la paz ha sido minado por "círculos oscuros" dentro y fuera del país".
"Nos enfrentamos no sólo a una organización terrorista (el PKK). Estamos confrontando una organización que actúa como subcontrata de los enemigos de Turquía. Luchamos no sólo contra los terroristas en las montañas, sino contra las manos sucias detrás de las cortinas que mueven los hilos", apostilló.
Erdogan ha sido siempre muy crítico con el Partido Paz y Democracia (BDP), que defiende los intereses kurdos, al que ha acusado en reiteradas ocasiones de lazos con el terrorismo, aunque no se han presentado pruebas en este sentido. El 'premier' turco ha llegado a decir que el partido es "como un vampiro que se alimenta de la sangre de los jóvenes" y aseguró que "sus líderes no pueden siquiera ir al baño si sus mentores no aflojan las cadenas", en referencia al PKK.
El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que su país encontrará una solución al conflicto kurdo "independientemente de su coste" y ha subrayado que "es un asunto humano antes que cualquier otra cosa" y que "nadie puede dañar la fraternidad" existente entre turcos y kurdos.
Erdogan ha hecho estas declaraciones en la víspera de su viaje a la provincia de Mardin (sureste) y un día después de que su mujer, Emine Erdogan, visitara a las familias de los 34 civiles que fallecieron en un bombardeo del Ejército turco contra el distrito de Uludere, en la provincia de Sirnak (sureste) en diciembre de 2011. El Gobierno y las Fuerzas Armadas aseguraron que el objetivo eran miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y reconocieron que el ataque fue un dramático error.
Erdogan ha descrito el referéndum constitucional de septiembre de 2010 y la victoria del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) en 2011 como "dos aprobaciones consecutivas de la nación a los esfuerzos de reconciliación", según ha informado el diario turco 'Hurriyet'.
Sin embargo, el Ejecutivo turco ha sido duramente criticado por haber detenido la llamada iniciativa kurda de "unidad nacional y proyecto de fraternidad" a favor de un acercamiento centrado en la seguridad, a pesar de que esta postura podría provocar una escalada de las tensiones con el PKK.
El viceprimer ministro turco, Besir Atalay, que estaba encargado de encabezar el proyecto de reconciliación, ha asegurado que el Ejecutivo está comprometido con una mayor democratización. "Nuestros esfuerzos no han cesado. Habrá nuevos pasos", ha dicho, antes de anunciar que se incrementará el número de visitas oficiales al sureste del país.
Atalay ha manifestado que las instituciones estatales están implementado "la coordinación más avanzada" en la lucha contra el PKK. El problema saltó a la luz pública el mes pasado cuando las operaciones policiales contra presuntas redes urbanas del PKK provocaron el intento de un fiscal de investigar al director de la agencia de Inteligencia bajo la sospecha de que sus operativos colaboraron con el PKK.
En respuesta, Erdogan acusó a tres partidos de la oposición con representación en el Parlamento de intentar dañar los esfuerzos que el Ejecutivo está supuestamente realizando para resolver el problema kurdo y agregó que el camino de la paz ha sido minado por "círculos oscuros" dentro y fuera del país".
"Nos enfrentamos no sólo a una organización terrorista (el PKK). Estamos confrontando una organización que actúa como subcontrata de los enemigos de Turquía. Luchamos no sólo contra los terroristas en las montañas, sino contra las manos sucias detrás de las cortinas que mueven los hilos", apostilló.
Erdogan ha sido siempre muy crítico con el Partido Paz y Democracia (BDP), que defiende los intereses kurdos, al que ha acusado en reiteradas ocasiones de lazos con el terrorismo, aunque no se han presentado pruebas en este sentido. El 'premier' turco ha llegado a decir que el partido es "como un vampiro que se alimenta de la sangre de los jóvenes" y aseguró que "sus líderes no pueden siquiera ir al baño si sus mentores no aflojan las cadenas", en referencia al PKK.