El Gobierno de Raúl Castro deja claro que "no habrá cambios políticos en Cuba"
Madrid, EP
El Gobierno de Raúl Castro ha dejado claro que "no habrá cambios políticos en Cuba", aunque ha asegurado que "actualizará" todo lo que sea necesario del modelo económico socialista, un mensaje que coincide con la visita de Benedicto XVI, la cual ha generado muchas expectativas sobre un eventual cambio de rumbo en la isla.
El anuncio lo ha hecho este martes el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, en una rueda de prensa en un hotel de La Habana, donde ha respondido a las preguntas de los periodistas sobre las reformas que esta llevando a cabo el régimen comunista, que gobierna en la isla desde hace 53 años.
"En Cuba no va a haber una reforma política", ha enfatizado Murillo. "Aquí estamos hablando de la actualización del modelo económico cubano que haga nuestro socialismo sustentable y que tiene que ver con el bienestar de nuestro pueblo", ha explicado, en declaraciones divulgadas por la prensa local.
El gobernante Partido Comunista de Cuba aprobó en abril del año pasado un paquete de más de 300 medidas que introducen una serie de modificaciones inéditas al modelo económico para impulsar el sector privado que, prácticamente, era inexistente. Esto llevó a que surgieran una serie de rumores sobre la posibilidad de que el Gobierno de Castro introdujera cambios como los que han hecho muchos países que, hasta hace pocos años, eran comunistas o dictatoriales.
Murillo, quien ha sido uno de los principales protagonistas del proceso de reformas, ha reconocido que "el punto de partida" de Cuba ha sido la economía soviética, pero también han seguido de cerca las transformaciones en países como China, Vietnam y en la propia Rusia. Sin embargo, ha resaltado que esto no quiere decir que copiarán "automáticamente" sus estrategias, pues eso sería "un error".
"Hemos estudiado lo que está haciendo todo el mundo, pero actualizaremos nuestro modelo socialista con características bien cubanas y lo que se ajuste a nuestras condiciones lo haremos", ha subrayado el vicepresidente. "De esas experiencias aprendemos, pero en Cuba no va a haber una reforma política", ha insistido.
La disidencia dentro y fuera de Cuba ha denunciado en repetidas ocasiones que Castro se ha resistido a emprender reformas de tipo política y en materia de Derechos Humanos para evitar así dar legitimidad a sus opositores --a quienes califica de "mercenarios"-- y, en consecuencia, convocar unas elecciones democráticas.
En los últimos días han cogido fuerza las especulaciones sobre la posibilidad de que haya una mínima apertura en la isla, especialmente en temas políticos, tras la visita del papa Benedicto XVI a la isla, que comenzó el lunes y que culminará el miércoles con una multitudinaria misa en la Plaza de la Revolución en La Habana.
Antes de viajar el pasado viernes a América Latina, el Papa Benedicto XVI dijo que la ideología marxista "ya no corresponde con la realidad" y ha ofrecido la ayuda de la Iglesia Católica "con espíritu de diálogo" para conseguir una sociedad "más justa" en Cuba.
El Gobierno de Raúl Castro ha dejado claro que "no habrá cambios políticos en Cuba", aunque ha asegurado que "actualizará" todo lo que sea necesario del modelo económico socialista, un mensaje que coincide con la visita de Benedicto XVI, la cual ha generado muchas expectativas sobre un eventual cambio de rumbo en la isla.
El anuncio lo ha hecho este martes el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, en una rueda de prensa en un hotel de La Habana, donde ha respondido a las preguntas de los periodistas sobre las reformas que esta llevando a cabo el régimen comunista, que gobierna en la isla desde hace 53 años.
"En Cuba no va a haber una reforma política", ha enfatizado Murillo. "Aquí estamos hablando de la actualización del modelo económico cubano que haga nuestro socialismo sustentable y que tiene que ver con el bienestar de nuestro pueblo", ha explicado, en declaraciones divulgadas por la prensa local.
El gobernante Partido Comunista de Cuba aprobó en abril del año pasado un paquete de más de 300 medidas que introducen una serie de modificaciones inéditas al modelo económico para impulsar el sector privado que, prácticamente, era inexistente. Esto llevó a que surgieran una serie de rumores sobre la posibilidad de que el Gobierno de Castro introdujera cambios como los que han hecho muchos países que, hasta hace pocos años, eran comunistas o dictatoriales.
Murillo, quien ha sido uno de los principales protagonistas del proceso de reformas, ha reconocido que "el punto de partida" de Cuba ha sido la economía soviética, pero también han seguido de cerca las transformaciones en países como China, Vietnam y en la propia Rusia. Sin embargo, ha resaltado que esto no quiere decir que copiarán "automáticamente" sus estrategias, pues eso sería "un error".
"Hemos estudiado lo que está haciendo todo el mundo, pero actualizaremos nuestro modelo socialista con características bien cubanas y lo que se ajuste a nuestras condiciones lo haremos", ha subrayado el vicepresidente. "De esas experiencias aprendemos, pero en Cuba no va a haber una reforma política", ha insistido.
La disidencia dentro y fuera de Cuba ha denunciado en repetidas ocasiones que Castro se ha resistido a emprender reformas de tipo política y en materia de Derechos Humanos para evitar así dar legitimidad a sus opositores --a quienes califica de "mercenarios"-- y, en consecuencia, convocar unas elecciones democráticas.
En los últimos días han cogido fuerza las especulaciones sobre la posibilidad de que haya una mínima apertura en la isla, especialmente en temas políticos, tras la visita del papa Benedicto XVI a la isla, que comenzó el lunes y que culminará el miércoles con una multitudinaria misa en la Plaza de la Revolución en La Habana.
Antes de viajar el pasado viernes a América Latina, el Papa Benedicto XVI dijo que la ideología marxista "ya no corresponde con la realidad" y ha ofrecido la ayuda de la Iglesia Católica "con espíritu de diálogo" para conseguir una sociedad "más justa" en Cuba.