EEUU reitera su compromiso "inquebrantable" con los países del Golfo
Riad, EP
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha reiterado el espíritu de cooperación entre Estados Unidos, Arabia Saudí y el resto de los países del Golfo con motivo de la presentación del nuevo foro estratégico regional que ha tenido lugar en la capital saudí, Riad.
"El compromiso de Estados Unidos con el golfo es duro como una roca e inquebrantable", aseguró Clinton en la declaración inicial con la que ha abierto la reunión inaugural del nuevo foro de seguridad. "Nuestras relaciones bilaterales son una roca de estabilidad en la región".
La secretaria de Estado expresó igualmente su deseo de "expandir la cooperación multilateral a otros países".
A lo largo de su visita, Clinton también intentará limar asperezas con las autoridades saudíes, comenzando por el rey Abdulá, tras las diferencias de opinión mostradas en los métodos para atajar la violencia de las revueltas árabes de los últimos meses, en particular en Siria, donde Riad quiere financiar a los grupos armados contra el régimen del presidente -y aliado iraní- Bashar Al Assad, mientras EEUU apuesta por una aproximación diplomática.
Los saudíes están convencidos de que Irán está detrás de una conspiración contra sus intereses, demostrada a través de ejemplos como la presunta implicación de Teherán en el intento de asesinato del embajador saudí en Washington (que los iraníes han desmentido rotundamente), o el presunto respaldo de Irán a las revueltas chiíes en Bahréin, Yemen, e incluso dentro de las fronteras de Arabia Saudí, reino de mayoría suní.
En respuesta, y según un cable diplomático filtrado por Wikileaks, Arabia Saudí lleva pidiendo explícitamente desde hace años a Estados Unidos que "corte la cabeza de la serpiente" y destruya las instalaciones nucleares de Irán, según la nota de 2006.
Cualquier inestabilidad en Arabia Saudí, principal exportador mundial de crudo y aliado estratégico de EEUU desde hace más de 60 años, podría repercutir seriamente sobre los precios del petróleo, y empeorar las tensiones existentes en las negociación actual sobre el crudo.
Estados Unidos teme, en este sentido, que el reino recorte su nivel de producción si algunos de los principales países consumidores como Francia o Reino Unido cumplen su intención de recurrir a sus reservas de emergencia, lo que echaría por tierra todos los esfuerzos de Washington para reducir los elevados precios del barril.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha reiterado el espíritu de cooperación entre Estados Unidos, Arabia Saudí y el resto de los países del Golfo con motivo de la presentación del nuevo foro estratégico regional que ha tenido lugar en la capital saudí, Riad.
"El compromiso de Estados Unidos con el golfo es duro como una roca e inquebrantable", aseguró Clinton en la declaración inicial con la que ha abierto la reunión inaugural del nuevo foro de seguridad. "Nuestras relaciones bilaterales son una roca de estabilidad en la región".
La secretaria de Estado expresó igualmente su deseo de "expandir la cooperación multilateral a otros países".
A lo largo de su visita, Clinton también intentará limar asperezas con las autoridades saudíes, comenzando por el rey Abdulá, tras las diferencias de opinión mostradas en los métodos para atajar la violencia de las revueltas árabes de los últimos meses, en particular en Siria, donde Riad quiere financiar a los grupos armados contra el régimen del presidente -y aliado iraní- Bashar Al Assad, mientras EEUU apuesta por una aproximación diplomática.
Los saudíes están convencidos de que Irán está detrás de una conspiración contra sus intereses, demostrada a través de ejemplos como la presunta implicación de Teherán en el intento de asesinato del embajador saudí en Washington (que los iraníes han desmentido rotundamente), o el presunto respaldo de Irán a las revueltas chiíes en Bahréin, Yemen, e incluso dentro de las fronteras de Arabia Saudí, reino de mayoría suní.
En respuesta, y según un cable diplomático filtrado por Wikileaks, Arabia Saudí lleva pidiendo explícitamente desde hace años a Estados Unidos que "corte la cabeza de la serpiente" y destruya las instalaciones nucleares de Irán, según la nota de 2006.
Cualquier inestabilidad en Arabia Saudí, principal exportador mundial de crudo y aliado estratégico de EEUU desde hace más de 60 años, podría repercutir seriamente sobre los precios del petróleo, y empeorar las tensiones existentes en las negociación actual sobre el crudo.
Estados Unidos teme, en este sentido, que el reino recorte su nivel de producción si algunos de los principales países consumidores como Francia o Reino Unido cumplen su intención de recurrir a sus reservas de emergencia, lo que echaría por tierra todos los esfuerzos de Washington para reducir los elevados precios del barril.