EEUU dice que impasse por traslado de armas se zanjará en la vía diplomática
La Paz, ErbolEl encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia, John Creamer, aseveró este miércoles que el impasse generado por el traslado de armas “sin autorización”, en un vehículo diplomático y dependiente de su delegación, será resuelto por la vía diplomática.
“Tuvimos una reunión muy productiva, esclarecieron algunos temas para nosotros, pero para nosotros este tema es diplomático y lo vamos a tratar a través de los canales diplomáticos, yo creo que ya vamos solucionando este tema”, sostuvo Creamer en declaraciones a los medios de comunicación luego de la reunión sostenida con representantes del gobierno en la Cancillería.
En tanto, el Canciller interino y ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, señaló que enviará un informe de la reunión sostenida con el representante diplomático al departamento de Estado del gobierno estadounidense.
En horas de la mañana, Quintana convocó a una reunión a la delegación diplomática del país en cuestión para analizar el tema del traslado de armas en el marco de la Convención de Viena.
No desprecintaron motorizado
Hoy cerca al medio día en Trinidad, el Fiscal de Distrito, Hugo Vargas, y el Fiscal de Materia, Jaime Malala, llegaron al lugar donde está retenido el vehículo, con el fin de desprecintarlo; sin embargo, al tratarse de un motorizado diplomático se vieron en la necesidad de suspender esa operación, según el reporte de radio Patujú de la Red Erbol.
Antecedentes
Ayer, efectivos de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (UMOPAR), en la ciudad de Trinidad, Beni, decomisaron tres escopetas, un revolver y 2.500 municiones calibre 38 dentro de una vagoneta de propiedad de la Embajada de los Estados Unidos a la salida de un cuartel.
En el vehículo diplomático, con placa amarilla 27-MI-30, se encontraban dos personas de nacionalidad boliviana, un oficial de la Policía y el chofer, que eran parte de la seguridad de la Misión.
Por este hecho, Bolivia acusa a Estados Unidos de “violación flagrante” a la Convención de Viena.
