Duro cruce entre el gobierno brasileño y la FIFA

Brasil, AFP
Un duro cruce entre el gobierno brasileño y un alto dirigente de la FIFA se vivió en las últimas horas. La historia comenzó cuando, en una entrevista, el secretario general del máximo organismo del fútbol mundial Jerome Valcke expresó que Brasil "está más interesado en ganar el Mundial 2014 que en organizarlo", entre otras críticas. La respuesta oficial no tardó en llegar y la administración de Dilma Roussef reclamó un nuevo interlocutor para los preparativos del torneo.

"La prioridad de Sudáfrica en 2010 fue organizar el Mundial y no ganarlo. Pero parece que en Brasil sólo piensan en ganarlo y eso hay que cambiarlo", dijo Valcke, según Globo esporte. Además, agregó: "Lamento decir que Brasil no está haciendo bien la cosas y la dirigencia de la organización necesita un empujón en la espalda debido a lo poco que están haciendo".

Las mayores preocupaciones de la FIFA están centradas en las cuestiones hoteleras y de trasnporte, como así también a la demora para la aprobación de Ley General del Mundial.

"No existe un 'Plan B para reemplazará a Brasil. Nuestra mayor preocupación pasa por lo que debe hacer Brasil para recibir a todo le gente que desea presenciar la Copa del 2014", enfatizó el dirigente, quien destacó que la FIFA debería haber recibido documentación de Brasil en 2007 y que aún no llegó, que sólo San Pablo y Río de Janeiro poseen buena infraestructura hotelera, y que en la sede de Manaos no hay buena capacidad de hospedaje.

Horas después de conocerse estas declaraciones, el gobierno brasileño expresó que no aceptará más a Valcke como interlocutor en los preparativos, luego de sus declaraciones "inapropiadas", aseguró hoy el ministro de Deportes, Aldo Rebelo.

"El gobierno no aceptará más al secretario general como interlocutor de la FIFA", dijo Rebelo en conferencia de prensa.

"La interlocución del gobierno no puede ser a través de quien emite declaraciones intempestivas", destacó el ministro, al subrayar que las palabras de Valcke fueron "impertinentes y fuera de lugar, usando expresiones inapropiadas para tratar relaciones de interés entre la secretaría y el país sede".

"Tienen que darse un impulso, darse una patada en el culo y organizar este Mundial", señaló Valcke, que subrayó especialmente los problemas que hay por la falta de plazas hoteleras.