Decenas de detenidos en Rusia en las protestas contra el fraude electoral
El Kremlin intenta calmar los ánimos de la revuelta con señales de apertura
Los observadores internacionales denuncian irregularidades en el recuento
Moscú, El País
Moscú fue escenario anoche de violentos enfrentamientos entre las fuerzas antidisturbios y ciudadanos que habían participado antes en un mitin autorizado de la oposición para denunciar irregularidades en las elecciones presidenciales que el domingo dieron el triunfo a Vladímir Putin. Entre cien y mil personas han sido detenidas, según distintos datos de los participantes, entre ellos algunos de los líderes del movimiento cívico, como Alexéi Navalni, Serguéi Udalzov e Iliá Iashin. La policía asegura que hay 250 detenidos.
Los incidentes se produjeron cuando algunos de los asistentes al mitin autorizado en la plaza de Pushkin se empeñaron en continuar en ella cuando había transcurrido el tiempo que les había sido asignado por las autoridades municipales. Una columna de manifestantes invadió la calzada de la calle Tverskaya coreando consignas como “Rusia sin Putin” y se dirigió hacia la estación de Bielorrusia, cosa que los antidisturbios trataron de impedir. Los detenidos fueron conducidos en autobuses a la comisaría. El candidato presidencial Mijaíl Prójorov, que por la mañana se reunió con el vencedor de las elecciones y por la tarde participó en el mitin, se dirigió a la comisaría para interesarse por los detenidos.
También por la tarde, la policía detuvo al escritor Eduard Limónov, uno de los líderes del movimiento La Otra Rusia, cuando trataba de manifestarse en las cercanías de la Comisión Electoral Central. También fueron arrestados varios periodistas.
Desde el domingo, Moscú parece una ciudad al borde de la guerra por la apabullante presencia de fuerzas del Ministerio del Interior, camiones, autobuses y equipo que han convertido en un recinto inexpugnable la Comisión Electoral Central y que protegen las plazas más céntricas para que puedan manifestarse en ellas los partidarios de Putin. Unos 15.000 de ellos celebraron ayer por segundo día consecutivo su victoria en la plaza del Manezhe. La policía practicó también detenciones en una manifestación de protesta en San Petersburgo, pero la jornada estuvo marcada por concentraciones a favor de Putin en distintas ciudades de Rusia.
El Kremlin quiso indicar a la oposición que está dispuesto a dar nuevos pasos para liberalizar el sistema político y colaborar con ella. El presidente saliente, Dmitri Medvédev, dio varias órdenes con aparente intención de tranquilizar los ánimos antes del mitin convocado en Moscú por quienes exigen la repetición tanto de las legislativas de diciembre como de las presidenciales.
A la fiscalía del Estado, Medvédev le dio menos de un mes de plazo para realizar un análisis de la “legalidad” de las condenas impuestas a 32 personas, entre ellas el exoligarca petrolero Mijaíl Jodorkovski y varios oriundos del Cáucaso, incluidos en la lista de “prisioneros políticos” cuya libertad exige la oposición. Al Ministerio de Justicia, le pidió información sobre los motivos por los que se denegó el registro al Partido de la Libertad Popular, que es codirigido por varios ex altos cargos rusos. La oposición acogió con escepticismo las iniciativas de Medvédev, al que acusa de hipocresía.
Los observadores internacionales denuncian irregularidades en el recuento
Moscú, El País
Moscú fue escenario anoche de violentos enfrentamientos entre las fuerzas antidisturbios y ciudadanos que habían participado antes en un mitin autorizado de la oposición para denunciar irregularidades en las elecciones presidenciales que el domingo dieron el triunfo a Vladímir Putin. Entre cien y mil personas han sido detenidas, según distintos datos de los participantes, entre ellos algunos de los líderes del movimiento cívico, como Alexéi Navalni, Serguéi Udalzov e Iliá Iashin. La policía asegura que hay 250 detenidos.
Los incidentes se produjeron cuando algunos de los asistentes al mitin autorizado en la plaza de Pushkin se empeñaron en continuar en ella cuando había transcurrido el tiempo que les había sido asignado por las autoridades municipales. Una columna de manifestantes invadió la calzada de la calle Tverskaya coreando consignas como “Rusia sin Putin” y se dirigió hacia la estación de Bielorrusia, cosa que los antidisturbios trataron de impedir. Los detenidos fueron conducidos en autobuses a la comisaría. El candidato presidencial Mijaíl Prójorov, que por la mañana se reunió con el vencedor de las elecciones y por la tarde participó en el mitin, se dirigió a la comisaría para interesarse por los detenidos.
También por la tarde, la policía detuvo al escritor Eduard Limónov, uno de los líderes del movimiento La Otra Rusia, cuando trataba de manifestarse en las cercanías de la Comisión Electoral Central. También fueron arrestados varios periodistas.
Desde el domingo, Moscú parece una ciudad al borde de la guerra por la apabullante presencia de fuerzas del Ministerio del Interior, camiones, autobuses y equipo que han convertido en un recinto inexpugnable la Comisión Electoral Central y que protegen las plazas más céntricas para que puedan manifestarse en ellas los partidarios de Putin. Unos 15.000 de ellos celebraron ayer por segundo día consecutivo su victoria en la plaza del Manezhe. La policía practicó también detenciones en una manifestación de protesta en San Petersburgo, pero la jornada estuvo marcada por concentraciones a favor de Putin en distintas ciudades de Rusia.
El Kremlin quiso indicar a la oposición que está dispuesto a dar nuevos pasos para liberalizar el sistema político y colaborar con ella. El presidente saliente, Dmitri Medvédev, dio varias órdenes con aparente intención de tranquilizar los ánimos antes del mitin convocado en Moscú por quienes exigen la repetición tanto de las legislativas de diciembre como de las presidenciales.
A la fiscalía del Estado, Medvédev le dio menos de un mes de plazo para realizar un análisis de la “legalidad” de las condenas impuestas a 32 personas, entre ellas el exoligarca petrolero Mijaíl Jodorkovski y varios oriundos del Cáucaso, incluidos en la lista de “prisioneros políticos” cuya libertad exige la oposición. Al Ministerio de Justicia, le pidió información sobre los motivos por los que se denegó el registro al Partido de la Libertad Popular, que es codirigido por varios ex altos cargos rusos. La oposición acogió con escepticismo las iniciativas de Medvédev, al que acusa de hipocresía.