Abogado confirma el traslado a EE.UU. del soldado acusado de asesinar a 16 afganos
Washington, EFE
El abogado del soldado estadounidense acusado de asesinar a 16 civiles afganos el pasado fin de semana confirmó hoy el trasladado del militar a la base de Fort Leavenworth, en Kansas (EE.UU.).
El soldado fue trasladado el pasado miércoles de Afganistán a Kuwait, donde estuvo en prisión preventiva para garantizar la integridad del sospechoso y se espera que llegue a la base militar estadounidense este viernes, según adelantó a CNN el abogado John Henry Browne.
Browne indicó que habló con su cliente el jueves, no por mucho tiempo, porque temía que las líneas no fueran seguras y señaló que no puede responder a las informaciones sobre si el soldado había tomado alcohol antes de que ocurriera la matanza.
"No sabemos nada acerca de (su) estado de ánimo. No sabemos nada acerca de los hechos del caso, y si se puede probar de lo que está acusado", dijo.
Consideró que "no tiene ningún sentido" que se haya especulado sobre supuestos problemas de su defendido con su esposa como un factor en el tiroteo.
Según recoge el diario The Washington Post, la pareja tenía problemas financieros, pero nada grave, según el abogado, quien aseguró que el matrimonio es "sólido" y que, en la breve conversación que mantuvieron, el defendido le pidió que transmitiera su cariño a su esposa y sus hijos.
El abogado señaló que su cliente es un soldado que tiene un historial "ejemplar", ha sido condecorado y fue herido en Irak, donde sufrió un traumatismo cerebral y perdió parte de un pie, y aún así fue enviado de nuevo al frente de batalla.
"No entiendo por qué le volvieron a mandar a Afganistán", señaló el abogado, que según las conversaciones que ha tenido con los familiares no esperaban que fuera a ir al frente de nuevo y el soldado no quería ir.
Browne insistió en que no sabe si el alcohol fue un factor o no, pero consideró que seguramente el estrés fue un factor, "¿quién no va a estar bajo estrés en un pequeño campamento en Afganistán con 20 personas en medio de la nada?", señaló.
El abogado también señaló que el día antes de la matanza, el sospechoso vio cómo otro soldado de la base perdió una pierna, algo que afectó a todos los compañeros.
Browne adelantó que este será un caso más político que legal. "Este ha sido un suceso internacional y es muy delicado para nuestro gobierno y para otros gobiernos", señaló.
El caso se prevé aún más mediático ya que Browne ha sido el representante legal en varios casos conocidos, como el del asesino en serie Ted Bundy y el de Colton Harris-Moore, conocido como "el bandido descalzo", que mantuvo en jaque al FBI por todo el país.
El soldado, cuya identidad no ha sido revelada, es sospechoso de haber abandonado el puesto de Camp Belambay a pie el domingo y haberse dirigido hacia varias casas cercanas en el distrito de Panjwai en la provincia de Kandahar, donde supuestamente abrió fuego.
No obstante, todavía no ha recibido los cargos formalmente.
Fuentes afganas han indicado que en el tiroteo murieron nueve niños, tres mujeres y cuatro hombres, no obstante, las Fuerzas Armadas estadounidenses no han dado una cifra de víctimas.
La esposa, que según el abogado se encuentra en estado de "shock" tras el suceso, y los dos hijos del soldado han sido trasladados por motivos de seguridad a la base de Lewis-McChord, situada en el estado Washington (costa oeste), a la que pertenece el militar.
Browne señaló que su cliente podría ser sentenciado a pena de muerte -"ciertamente, no está excluido en este momento"-, aunque señaló que su esperanza es que no se llegue a ese extremo.
El abogado del soldado estadounidense acusado de asesinar a 16 civiles afganos el pasado fin de semana confirmó hoy el trasladado del militar a la base de Fort Leavenworth, en Kansas (EE.UU.).
El soldado fue trasladado el pasado miércoles de Afganistán a Kuwait, donde estuvo en prisión preventiva para garantizar la integridad del sospechoso y se espera que llegue a la base militar estadounidense este viernes, según adelantó a CNN el abogado John Henry Browne.
Browne indicó que habló con su cliente el jueves, no por mucho tiempo, porque temía que las líneas no fueran seguras y señaló que no puede responder a las informaciones sobre si el soldado había tomado alcohol antes de que ocurriera la matanza.
"No sabemos nada acerca de (su) estado de ánimo. No sabemos nada acerca de los hechos del caso, y si se puede probar de lo que está acusado", dijo.
Consideró que "no tiene ningún sentido" que se haya especulado sobre supuestos problemas de su defendido con su esposa como un factor en el tiroteo.
Según recoge el diario The Washington Post, la pareja tenía problemas financieros, pero nada grave, según el abogado, quien aseguró que el matrimonio es "sólido" y que, en la breve conversación que mantuvieron, el defendido le pidió que transmitiera su cariño a su esposa y sus hijos.
El abogado señaló que su cliente es un soldado que tiene un historial "ejemplar", ha sido condecorado y fue herido en Irak, donde sufrió un traumatismo cerebral y perdió parte de un pie, y aún así fue enviado de nuevo al frente de batalla.
"No entiendo por qué le volvieron a mandar a Afganistán", señaló el abogado, que según las conversaciones que ha tenido con los familiares no esperaban que fuera a ir al frente de nuevo y el soldado no quería ir.
Browne insistió en que no sabe si el alcohol fue un factor o no, pero consideró que seguramente el estrés fue un factor, "¿quién no va a estar bajo estrés en un pequeño campamento en Afganistán con 20 personas en medio de la nada?", señaló.
El abogado también señaló que el día antes de la matanza, el sospechoso vio cómo otro soldado de la base perdió una pierna, algo que afectó a todos los compañeros.
Browne adelantó que este será un caso más político que legal. "Este ha sido un suceso internacional y es muy delicado para nuestro gobierno y para otros gobiernos", señaló.
El caso se prevé aún más mediático ya que Browne ha sido el representante legal en varios casos conocidos, como el del asesino en serie Ted Bundy y el de Colton Harris-Moore, conocido como "el bandido descalzo", que mantuvo en jaque al FBI por todo el país.
El soldado, cuya identidad no ha sido revelada, es sospechoso de haber abandonado el puesto de Camp Belambay a pie el domingo y haberse dirigido hacia varias casas cercanas en el distrito de Panjwai en la provincia de Kandahar, donde supuestamente abrió fuego.
No obstante, todavía no ha recibido los cargos formalmente.
Fuentes afganas han indicado que en el tiroteo murieron nueve niños, tres mujeres y cuatro hombres, no obstante, las Fuerzas Armadas estadounidenses no han dado una cifra de víctimas.
La esposa, que según el abogado se encuentra en estado de "shock" tras el suceso, y los dos hijos del soldado han sido trasladados por motivos de seguridad a la base de Lewis-McChord, situada en el estado Washington (costa oeste), a la que pertenece el militar.
Browne señaló que su cliente podría ser sentenciado a pena de muerte -"ciertamente, no está excluido en este momento"-, aunque señaló que su esperanza es que no se llegue a ese extremo.