Varios grupos armados suníes mantendrán la lucha en Irak hasta derrocar al "gobierno de ocupación"
Bagdad, EP
Los principales grupos insurgentes suníes en Irak han rechazado dejar las armas para unirse al proceso político y mantendrán la lucha armada, tres meses después de que las tropas de Estados Unidos abandonaran el país, según informaron este miércoles las autoridades iraquíes y varios líderes guerrilleros.
La mayor parte de los grupos armados chiíes y suníes que mantenían la lucha armada dejaron las armas cuando las tropas de Estados Unidos abandonaron el país a mediados de diciembre. Sin embargo, seis grandes grupos suníes señalaron que mantendrán su lucha hasta expulsar al último estadounidense del país y derrocar al "Gobierno de ocupación".
El viceministro del Interior, Adnan al Asadi, explicó que "estos grupos siguen luchando y siguen estando activos, continúan llevando armas". Están presentes "en todo Irak y tienen bases en Mosul, Diyala, Anbar, Salahudin, Bagdad, Babil, y en algunas zonas de Basora y Kut", indicó.
Estas provincias están principalmente en el norte y en el centro del país, donde se concentran las minorías suníes, aunque también en el sur, donde la mayoría de los iraquíes son de confesión chíi, pero donde hay grandes regiones de suníes.
Los grupos son la rama de Al Qaeda en Irak, el Ejército de los Hombres de la Orden Naqshbandi, el Ejército Islámico, el Ejército de Muyahidines, el Ejército de Rashidin y Ansar al Suná, explicó Al Asadi.
Washington mantiene a 2.000 diplomáticos en el país y a unos 14.000 mercenarios. El portavoz de Embajada, Michael McClellan, aseguró que estas cifras se están reduciendo, aunque no ofreció datos precisos sobre la cuestión.
LUCHA HASTA ELIMINAR LOS "EFECTOS" DE LA OCUPACIÓN
El pasado jueves, al menos 60 personas murieron en un atentado en varios puntos de Irak. El grupo Estado Islámico de Irak, una rama de Al Qaeda, reclamó su responsabilidad. "La guerra de los suníes contra (los chíies) es una guerra religiosa, una guerra sagrada de fe", señaló el grupo en un comunicado.
Esta organización señaló que mantendrá los ataques en Irak mientras se mantengan los "efectos" de la ocupación estadounidense. "Estamos contentos al conseguir la derrota de los ocupantes, pero la ocupación tenía un proyecto y los efectos de este proyecto todavía existen", explicó Ibrahim al Shimari, portavoz del Ejército Islámico.
"Continuamos defendiendo a los iraquíes y las armas son la garantía de seguridad de los iraquíes", comentó. "Debe haber un gobierno iraquí que trabaje para todos los iraquíes sin discriminación, entonces la situación cambiará", señaló Al Shimari. "Ahora, este Ejecutivo es un gobierno sectario, no de la gente, por lo que nuestra luchar es válida", indicó.
Jalid al Ansari, líder del Ejército de Rashidin, señaló que los ocupantes, en referencia a Estados Unidos, no habían abandonado el país, ya que mantienen la Embajada que "incluye a miles de personas y seguramente, no son diplomáticos". "Seguiremos luchando hasta expulsar al último soldado de Estados Unidos de suelo iraquí", indicó.
Al Ansari declaró que su grupo mantendrá los ataques sobre consulados, bases militares con mercenarios y edificios de la Embajada. "Viven en zonas fortificadas a las que es difícil acceder, pero las atacaremos con cohetes", amenazó Al Ansari. "Les atacaremos, incluso a los mercenarios que viven en las bases con el Ejército iraquí", añadió.
Los principales grupos insurgentes suníes en Irak han rechazado dejar las armas para unirse al proceso político y mantendrán la lucha armada, tres meses después de que las tropas de Estados Unidos abandonaran el país, según informaron este miércoles las autoridades iraquíes y varios líderes guerrilleros.
La mayor parte de los grupos armados chiíes y suníes que mantenían la lucha armada dejaron las armas cuando las tropas de Estados Unidos abandonaron el país a mediados de diciembre. Sin embargo, seis grandes grupos suníes señalaron que mantendrán su lucha hasta expulsar al último estadounidense del país y derrocar al "Gobierno de ocupación".
El viceministro del Interior, Adnan al Asadi, explicó que "estos grupos siguen luchando y siguen estando activos, continúan llevando armas". Están presentes "en todo Irak y tienen bases en Mosul, Diyala, Anbar, Salahudin, Bagdad, Babil, y en algunas zonas de Basora y Kut", indicó.
Estas provincias están principalmente en el norte y en el centro del país, donde se concentran las minorías suníes, aunque también en el sur, donde la mayoría de los iraquíes son de confesión chíi, pero donde hay grandes regiones de suníes.
Los grupos son la rama de Al Qaeda en Irak, el Ejército de los Hombres de la Orden Naqshbandi, el Ejército Islámico, el Ejército de Muyahidines, el Ejército de Rashidin y Ansar al Suná, explicó Al Asadi.
Washington mantiene a 2.000 diplomáticos en el país y a unos 14.000 mercenarios. El portavoz de Embajada, Michael McClellan, aseguró que estas cifras se están reduciendo, aunque no ofreció datos precisos sobre la cuestión.
LUCHA HASTA ELIMINAR LOS "EFECTOS" DE LA OCUPACIÓN
El pasado jueves, al menos 60 personas murieron en un atentado en varios puntos de Irak. El grupo Estado Islámico de Irak, una rama de Al Qaeda, reclamó su responsabilidad. "La guerra de los suníes contra (los chíies) es una guerra religiosa, una guerra sagrada de fe", señaló el grupo en un comunicado.
Esta organización señaló que mantendrá los ataques en Irak mientras se mantengan los "efectos" de la ocupación estadounidense. "Estamos contentos al conseguir la derrota de los ocupantes, pero la ocupación tenía un proyecto y los efectos de este proyecto todavía existen", explicó Ibrahim al Shimari, portavoz del Ejército Islámico.
"Continuamos defendiendo a los iraquíes y las armas son la garantía de seguridad de los iraquíes", comentó. "Debe haber un gobierno iraquí que trabaje para todos los iraquíes sin discriminación, entonces la situación cambiará", señaló Al Shimari. "Ahora, este Ejecutivo es un gobierno sectario, no de la gente, por lo que nuestra luchar es válida", indicó.
Jalid al Ansari, líder del Ejército de Rashidin, señaló que los ocupantes, en referencia a Estados Unidos, no habían abandonado el país, ya que mantienen la Embajada que "incluye a miles de personas y seguramente, no son diplomáticos". "Seguiremos luchando hasta expulsar al último soldado de Estados Unidos de suelo iraquí", indicó.
Al Ansari declaró que su grupo mantendrá los ataques sobre consulados, bases militares con mercenarios y edificios de la Embajada. "Viven en zonas fortificadas a las que es difícil acceder, pero las atacaremos con cohetes", amenazó Al Ansari. "Les atacaremos, incluso a los mercenarios que viven en las bases con el Ejército iraquí", añadió.