Una de las principales milicias de Trípoli se niega a deponer las armas
Trípoli, EP
El comandante de una de las dos principales milicias que siguen operando en Trípoli, Abdulá Naker, ha advertido de que su grupo no secundará la propuesta del Gobierno y no abandonará las armas puesto que considera que, con la oferta puesta sobre la mesa, no obtendrían los "beneficios" suficientes para "cumplir sus sueños".
El Consejo Nacional de Transición (CNT), al frente del país norteafricano de forma interina, ha instado a las milicias a adherirse a la Policía y el Ejército, aunque por el momento el llamamiento apenas ha recibido respaldo.
Una de las últimas negativas ha llegado del grupo comandado por Naker, que habló el domingo por la noche para la televisión libia y confirmó que sus "revolucionarios" no se unirán a la "iniciativa del Gobierno". No lo harán, apuntó, hasta que las autoridades aclaren "los beneficios que recibirán".
"La población necesita sueldos más altos, estabilidad económica, asistencia médica, casas y coches, los jóvenes necesitan casarse", planteó Naker, quien también solicitó prestamos sin intereses "para poder vivir en prosperidad". "¿Por qué el Gobierno no nos presta 100.000 dinares (casi 45.000 euros) para cumplir nuestros sueños?".
Estas milicias colaboraron en la caída de Muamar Gadafi tras 42 años de régimen, pero cinco meses después de la muerte del dictador siguen patrullando las calles del país con unidades fuertemente armadas. Sólo responden ante sus comandantes, no ante el Gobierno, y en algunos casos han puesto en duda la legitimidad de las nuevas autoridades.
NUEVO PARTIDO
Naker, al mando de unos 20.000 hombres, ha confirmado este lunes su deseo de formar un partido político para presentarse a las primeras elecciones tras la caída y muerte de Gadafi. Comparte intenciones, por tanto, con el líder de la otra gran milicia de Trípoli, Abdel Hakim Belhadj, que también planea fundar un partido de carácter islamista.
"No permitiremos la corrupción política. Aceptaremos la competición limpia y que gane el mejor. No toleraremos la lucha sin honores apoyada por fondos y falsedades extranjeros", ha aseverado Naker.
El comandante de una de las dos principales milicias que siguen operando en Trípoli, Abdulá Naker, ha advertido de que su grupo no secundará la propuesta del Gobierno y no abandonará las armas puesto que considera que, con la oferta puesta sobre la mesa, no obtendrían los "beneficios" suficientes para "cumplir sus sueños".
El Consejo Nacional de Transición (CNT), al frente del país norteafricano de forma interina, ha instado a las milicias a adherirse a la Policía y el Ejército, aunque por el momento el llamamiento apenas ha recibido respaldo.
Una de las últimas negativas ha llegado del grupo comandado por Naker, que habló el domingo por la noche para la televisión libia y confirmó que sus "revolucionarios" no se unirán a la "iniciativa del Gobierno". No lo harán, apuntó, hasta que las autoridades aclaren "los beneficios que recibirán".
"La población necesita sueldos más altos, estabilidad económica, asistencia médica, casas y coches, los jóvenes necesitan casarse", planteó Naker, quien también solicitó prestamos sin intereses "para poder vivir en prosperidad". "¿Por qué el Gobierno no nos presta 100.000 dinares (casi 45.000 euros) para cumplir nuestros sueños?".
Estas milicias colaboraron en la caída de Muamar Gadafi tras 42 años de régimen, pero cinco meses después de la muerte del dictador siguen patrullando las calles del país con unidades fuertemente armadas. Sólo responden ante sus comandantes, no ante el Gobierno, y en algunos casos han puesto en duda la legitimidad de las nuevas autoridades.
NUEVO PARTIDO
Naker, al mando de unos 20.000 hombres, ha confirmado este lunes su deseo de formar un partido político para presentarse a las primeras elecciones tras la caída y muerte de Gadafi. Comparte intenciones, por tanto, con el líder de la otra gran milicia de Trípoli, Abdel Hakim Belhadj, que también planea fundar un partido de carácter islamista.
"No permitiremos la corrupción política. Aceptaremos la competición limpia y que gane el mejor. No toleraremos la lucha sin honores apoyada por fondos y falsedades extranjeros", ha aseverado Naker.