Protestas contra quema del Corán en Afganistán dejan siete muertos
Kabul, EFE
Los disturbios más graves se produjeron en el norteño distrito de Shinwari, en la provincia Parwan y donde seis personas murieron y catorce resultaron heridas por la acción policial, dijo un portavoz del gobierno de la región, Roshna Jalid.
Otra persona murió en la ciudad oriental afgana de Jalalabad, según dijo a la agencia local AIP el director del departamento de salud pública de la provincia de Nangarhar, Baz Mohamed Sherzad, que situó en diez el número de heridos.
Algunas de las principales ciudades afganas están viviendo hoy escenas de gran tensión, después de que saliera ayer a la luz pública que varios ejemplares del Corán fueron quemados en la principal base de las tropas estadounidenses en Afganistán, Bagram.
Poco después del inicio de las protestas, el martes, el jefe de la misión de la Otan en Afganistán (ISAF) , John Allen, anunció una investigación y presentó sus disculpas tanto a las autoridades como al pueblo afgano asegurando que no fue una acción intencionada.
Distintos medios locales han informado de manifestaciones, en algunos casos con afluencia superiores al millar de personas, por segundo día en Kabul -donde hay al menos once heridos-, y también en Jalalabad y en Parwan.
Los talibanes han condenado ya lo que para los musulmanes es una grave profanación de su libro santo, y, en un comunicado citado por AIP, hoy mismo llamaron a los soldados y policías afganos a que disparen contra los militares de las fuerzas extranjeras.
La profanación del Corán es un asunto sensible en Afganistán, donde unas veinte personas, entre ellas siete trabajadores de la ONU, murieron en protestas el año pasado a raíz de la quema pública de un ejemplar en una iglesia estadounidense.
Los disturbios más graves se produjeron en el norteño distrito de Shinwari, en la provincia Parwan y donde seis personas murieron y catorce resultaron heridas por la acción policial, dijo un portavoz del gobierno de la región, Roshna Jalid.
Otra persona murió en la ciudad oriental afgana de Jalalabad, según dijo a la agencia local AIP el director del departamento de salud pública de la provincia de Nangarhar, Baz Mohamed Sherzad, que situó en diez el número de heridos.
Algunas de las principales ciudades afganas están viviendo hoy escenas de gran tensión, después de que saliera ayer a la luz pública que varios ejemplares del Corán fueron quemados en la principal base de las tropas estadounidenses en Afganistán, Bagram.
Poco después del inicio de las protestas, el martes, el jefe de la misión de la Otan en Afganistán (ISAF) , John Allen, anunció una investigación y presentó sus disculpas tanto a las autoridades como al pueblo afgano asegurando que no fue una acción intencionada.
Distintos medios locales han informado de manifestaciones, en algunos casos con afluencia superiores al millar de personas, por segundo día en Kabul -donde hay al menos once heridos-, y también en Jalalabad y en Parwan.
Los talibanes han condenado ya lo que para los musulmanes es una grave profanación de su libro santo, y, en un comunicado citado por AIP, hoy mismo llamaron a los soldados y policías afganos a que disparen contra los militares de las fuerzas extranjeras.
La profanación del Corán es un asunto sensible en Afganistán, donde unas veinte personas, entre ellas siete trabajadores de la ONU, murieron en protestas el año pasado a raíz de la quema pública de un ejemplar en una iglesia estadounidense.