Occidentales y rusos se enfrentan en la ONU por Siria
NUEVA YORK, AFP
Las potencias occidentales chocaron con Rusia ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU en su intento de aprobar una resolución exigiendo la renuncia del gobernante sirio Bashar Al Assad y el fin de lo que Estados Unidos llamó "reino del terror" en Siria.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, lideró la embestida en la reunión en Nueva York, apoyada por la dirigencia de la Liga Árabe y los cancilleres británico y francés.
"Todos sabemos que el cambio está llegando en Siria. A pesar de las tácticas implacables, el reino del terror del régimen de Assad terminará y el pueblo de Siria tendrá la posibilidad de elegir su propio destino", dijo Clinton durante el debate.
"La pregunta para nosotros es cuántos civiles inocentes más morirán antes de que el país sea capaz de avanzar hacia el tipo de futuro que merece", agregó.
Mientras, el canciller francés Alain Juppé exhortó al Consejo de Seguridad a salir de su "silencio escandaloso", y el primer ministro qatarí, Hamed ben Jassem al Thani, habló en nombre de la Liga Árabe para pedir que la ONU detenga la "máquina de matar" de Al Assad.
El proyecto de resolución de la ONU, acordado por las potencias occidentales y la Liga Árabe, busca que Assad entregue el poder y cese la represión que ha dejado más de 5.400 muertos en los últimos diez meses, según grupos de derechos humanos.
Pero Rusia, aliado de Siria y con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, reiteró su oposición y afirmó que la ONU no debe inmiscuirse en el conflicto "interno" sirio. "Posiblemente hay una última posibilidad de romper la espiral de violencia que arrasa con Siria y su pueblo", señaló el embajador ruso, Vitaly Churkin, agregando sin embargo que el Consejo de Seguridad "no puede imponer parámetros para un acuerdo interno".
Antes, el canciller ruso Sergei Lavrov había señalado que "cambiar de régimen" no es la "profesión" de su país, y su viceministro Guennadi Gatilov había advertido que el proyecto de resolución de la ONU podría "abrir el camino a una guerra civil". El régimen de Assad ha incrementado la represión para tratar de aplastar la última de las rebeliones del mundo árabe, tras la caída de los regímenes autoritarios de Egipto, Túnez y Libia, en un aparente intento de aprovechar el apoyo de Rusia y las divisiones en la ONU.
Las potencias occidentales chocaron con Rusia ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU en su intento de aprobar una resolución exigiendo la renuncia del gobernante sirio Bashar Al Assad y el fin de lo que Estados Unidos llamó "reino del terror" en Siria.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, lideró la embestida en la reunión en Nueva York, apoyada por la dirigencia de la Liga Árabe y los cancilleres británico y francés.
"Todos sabemos que el cambio está llegando en Siria. A pesar de las tácticas implacables, el reino del terror del régimen de Assad terminará y el pueblo de Siria tendrá la posibilidad de elegir su propio destino", dijo Clinton durante el debate.
"La pregunta para nosotros es cuántos civiles inocentes más morirán antes de que el país sea capaz de avanzar hacia el tipo de futuro que merece", agregó.
Mientras, el canciller francés Alain Juppé exhortó al Consejo de Seguridad a salir de su "silencio escandaloso", y el primer ministro qatarí, Hamed ben Jassem al Thani, habló en nombre de la Liga Árabe para pedir que la ONU detenga la "máquina de matar" de Al Assad.
El proyecto de resolución de la ONU, acordado por las potencias occidentales y la Liga Árabe, busca que Assad entregue el poder y cese la represión que ha dejado más de 5.400 muertos en los últimos diez meses, según grupos de derechos humanos.
Pero Rusia, aliado de Siria y con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, reiteró su oposición y afirmó que la ONU no debe inmiscuirse en el conflicto "interno" sirio. "Posiblemente hay una última posibilidad de romper la espiral de violencia que arrasa con Siria y su pueblo", señaló el embajador ruso, Vitaly Churkin, agregando sin embargo que el Consejo de Seguridad "no puede imponer parámetros para un acuerdo interno".
Antes, el canciller ruso Sergei Lavrov había señalado que "cambiar de régimen" no es la "profesión" de su país, y su viceministro Guennadi Gatilov había advertido que el proyecto de resolución de la ONU podría "abrir el camino a una guerra civil". El régimen de Assad ha incrementado la represión para tratar de aplastar la última de las rebeliones del mundo árabe, tras la caída de los regímenes autoritarios de Egipto, Túnez y Libia, en un aparente intento de aprovechar el apoyo de Rusia y las divisiones en la ONU.