McLaren sigue la táctica Red Bull en su MP4-27
El nuevo coche de Button y Hamilton supone una evolución del monoplaza de 2011, algo que lleva haciendo Newey desde 2009. Whitmarsh reconoce que "esto sólo araña la superficie de lo que pretendemos este año"
Woking, EFE
Corta, apenas quince minutos. Lo que tardó el presentador en decir unas palabras, que entraran los cuatro pilotos, saludaran y después Jenson Button y Lewis Hamilton quitaran la sábana al nuevo prototipo de McLaren en Woking. Lejos queda aquel 2007 y la sideral presentación de Valencia. Ahora la austeridad ha llegado hasta a la fastuosa Fórmula 1.
Y es que el dinero se utiliza sólo para construir un coche que sigue la doctrina Red Bull o la teoría Newey: si la base es buena, mejor evolucionar que inventar, así lo llevan haciendo desde 2009 en la escudería energética. Y McLaren terminó 2011 a la par con el inmejorable Red Bull. No obstante el coche cambia, sobre todo para intentar redirigir el aire en la parte de atrás, ahora mucho más pequeña, y también los pontones, claramente rectangulares. Los escapes situados en la parte lateral trasera no parecen definitivos. Como casi todo, por otra parte, en este McLaren, más un boceto que una realidad, más la base que el monoplaza real que saldrá a la pista el próximo 18 de marzo en la carrera inaugural en el GP de Australia.
Así lo reconoce Martin Whitmarsh: "Para el 2012, somos muy conscientes de que Red Bull sigue siendo un equipo muy potente y capaz, y que tanto Ferrari como Mercedes están aumentando su capacidad operativa. No hay lugar para la autocomplacencia, lo que vemos hoy sólo araña la superficie de lo que estamos planeando desarrollar en la pista, tanto desde el punto de ingeniería como de operaciones a lo largo de 2012". Mañana, el Ferrari.