Malvinas/ Falklands: Argentina abre el frente comercial

Redacción
Tras contactar a una veintena de líderes empresariales, la ministra de Industria, Débora Giorgi, pidió a unas 20 compañías nacionales y extranjeras detener sus compras a proveedores británicos, según informó la agencia oficial de noticias Télam.

Fuentes del ministerio citadas por la agencia explicaron que la idea es dar "una señal para quienes todavía utilizan al colonialismo como una forma de acceder a los recursos naturales ajenos".

La medida podría no tener mucho impacto en la economía británica, pero evidencia cómo siguen aumentando las tensiones bilaterales a medida que se acerca el 30 aniversario de la guerra que enfrentó a ambas naciones por el control de las islas del Atlántico Sur.

Impacto relativo

En Londres, un portavoz de la cancillería británica dijo a BBC Mundo no tener conocimiento de la sugerencia hecha por la ministra argentina y pidió esperar a la mañana del miércoles para conocer la reacción oficial.

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos argentino (INDEC), el país suramericano importó en 2011 unos US$486 millones en productos, bienes y servicios británicos, mientras que exportó US$755 millones (equivalente al 7,5% de sus exportaciones totales a la Unión Europea).

El intercambio bilateral, de acuerdo con el INDEC, sumó US$1.400 millones en 2011, lo que representa el 1% del comercio exterior argentino.

Las principales exportaciones argentinas a Reino Unido son aceite y harina de soja, vino, maíz, tubos sin costura, algunas sustancias químicas y maní.

Y aunque la balanza favorece a los argentinos, se ha destacado que las compras a proveedores británicos crecieron en un 40% con respecto al 2010.

Hasta ahora no ha trascendido cuáles son las empresas contactadas por el gobierno argentino para formular la sugerencia, ni en qué afectaría la obtención de licencias de importación que son potestad del ejecutivo.

"Nosotros inscribimos la relación con Argentina en un espíritu de amistad, y es triste para nosotros que ellos no siempre hagan lo mismo"

Jeremy Browne, secretario de Estado de Exteriores británico

"De concretarse la medida, con seguridad podría afectar las operaciones de las empresas que comercian con la nación suramericana, pero no impactará en la economía del Reino Unido", señaló el corresponsal de BBC Mundo en Buenos Aires, Vladimir Hernández.

"En cambio sí es probable que la decisión tenga un impacto político en las relaciones bilaterales cuando faltan pocas semanas para el 30 aniversario de la guerra entre ambos países por las islas del Atlántico Sur", destacó Hernández.

Turismo frustrado en Patagonia

La sugerencia del ministerio de Industria se suma a otro episodio de tensión esta semana, como recuerda Hernández.

"El lunes el gobierno de la provincia de Tierra del Fuego autorizó por primera vez la aplicación de una legislación local (aprobada en agosto pasado) que impide a cualquier barco con bandera británica atracar en sus puertos. El resultado fue que dos cruceros con bandera de Bermudas, con miles de turistas, muchos británicos, tuvieron que desviar su ruta y no pudieron llegar al puerto de Ushuaia".

Según dijeron grupos de activistas de Tierra del Fuego a BBC Mundo, el objetivo de las medidas de índole económica que pretenden afectar el comercio con el Reino Unido busca forzar a Londres a negociar la soberanía de las islas.

El martes, el secretario de Estado de Exteriores británico, Jeremy Browne, dijo al Parlamento que era "fuente de tristeza y frustración" que británicos que están de vacaciones y quieren tener una relación con Argentina a nivel personal no puedan hacerlo.

"Nosotros inscribimos la relación con Argentina en un espíritu de amistad, y es triste para nosotros que ellos no siempre hagan lo mismo", señaló Browne.

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