Los republicanos en el Congreso, dispuestos a prorrogar la rebaja impositiva
Washington, EFE
Los republicanos en el Congreso, que se resistían a extender un rebaja impositiva para los trabajadores de Estados Unidos, discuten hoy y presentarán mañana su propuesta que extiende la reducción de las retenciones sobre los salarios por lo que resta de 2012.
Cuando faltan menos de nueve meses para las elecciones presidenciales y legislativas, los republicanos, que tienen mayoría en la Cámara de Representantes, abandonan su resistencia a la extensión de los beneficios, la cual va acompañada de una extensión del subsidio por desempleo.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, de Ohio, y el jefe de la mayoría republicana Eric Cantor, de Virginia, anunciaron que mañana mismo podría haber una votación que extienda los beneficios.
El sector más militante y conservador en la bancada republicana se opuso durante semanas a estas extensiones reclamando que el Gobierno del presidente Barack Obama haga cortes en los gastos en otras áreas para compensar por los impuestos no percibidos y los pagos a los desempleados.
La rebaja del impuesto federal resultó de una complicada componenda política a fin de 2010, cuando Obama aceptó una extensión de los recortes de impuestos promulgados desde 2001 por su antecesor George W. Bush para las familias más acaudaladas, a cambio de una reducción del 2 por ciento en los impuestos que pagan los trabajadores asalariados.
La rebaja de impuestos para los trabajadores expiró el 31 de diciembre, y los republicanos aceptaron extenderla, junto con los subsidios por desempleo, solo por dos meses, como manera de presionar a Obama para que hiciera cortes en los gastos del gobierno.
Por su lado, el subsidio por desempleo pagado por los Estados cubre, habitualmente, hasta 26 semanas, pero en medio de la recesión económica más profunda y prolongada en casi ocho décadas, el Gobierno federal inició en 2008 extensiones del subsidio hasta por 90 semanas.
Más de tres millones de personas perciben actualmente los subsidios extendidos por el Gobierno, y sin una aprobación del Congreso quedarían sin los cheques, cuando el índice de desempleo sigue estando por encima del 8 por ciento de la fuerza laboral.
La decisión de Boehner y otros dirigentes de la bancada republicana enfrenta hoy dificultades cuando se propongan los detalles al resto de los legisladores de su propio partido.
Boehner echó la culpa a los demócratas y afirmó que su empecinamiento perjudica a las pequeñas empresas y a la economía y que, frente a esa obstinación, no queda otra solución más que buscar un compromiso.
Los republicanos en el Congreso, que se resistían a extender un rebaja impositiva para los trabajadores de Estados Unidos, discuten hoy y presentarán mañana su propuesta que extiende la reducción de las retenciones sobre los salarios por lo que resta de 2012.
Cuando faltan menos de nueve meses para las elecciones presidenciales y legislativas, los republicanos, que tienen mayoría en la Cámara de Representantes, abandonan su resistencia a la extensión de los beneficios, la cual va acompañada de una extensión del subsidio por desempleo.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, de Ohio, y el jefe de la mayoría republicana Eric Cantor, de Virginia, anunciaron que mañana mismo podría haber una votación que extienda los beneficios.
El sector más militante y conservador en la bancada republicana se opuso durante semanas a estas extensiones reclamando que el Gobierno del presidente Barack Obama haga cortes en los gastos en otras áreas para compensar por los impuestos no percibidos y los pagos a los desempleados.
La rebaja del impuesto federal resultó de una complicada componenda política a fin de 2010, cuando Obama aceptó una extensión de los recortes de impuestos promulgados desde 2001 por su antecesor George W. Bush para las familias más acaudaladas, a cambio de una reducción del 2 por ciento en los impuestos que pagan los trabajadores asalariados.
La rebaja de impuestos para los trabajadores expiró el 31 de diciembre, y los republicanos aceptaron extenderla, junto con los subsidios por desempleo, solo por dos meses, como manera de presionar a Obama para que hiciera cortes en los gastos del gobierno.
Por su lado, el subsidio por desempleo pagado por los Estados cubre, habitualmente, hasta 26 semanas, pero en medio de la recesión económica más profunda y prolongada en casi ocho décadas, el Gobierno federal inició en 2008 extensiones del subsidio hasta por 90 semanas.
Más de tres millones de personas perciben actualmente los subsidios extendidos por el Gobierno, y sin una aprobación del Congreso quedarían sin los cheques, cuando el índice de desempleo sigue estando por encima del 8 por ciento de la fuerza laboral.
La decisión de Boehner y otros dirigentes de la bancada republicana enfrenta hoy dificultades cuando se propongan los detalles al resto de los legisladores de su propio partido.
Boehner echó la culpa a los demócratas y afirmó que su empecinamiento perjudica a las pequeñas empresas y a la economía y que, frente a esa obstinación, no queda otra solución más que buscar un compromiso.