Los islamistas egipcios amenazan con romper el acuerdo de paz con Israel
Los Hermanos Musulmanes vinculan el pacto de Camp David a la ayuda militar de EE UU
El Cairo, El País
Los Hermanos Musulmanes, el principal movimiento islamista egipcio, ha amenazado con replantearse la continuidad de los acuerdos de paz de Camp David firmados entre Israel y Egipto si Washington suspende la ayuda militar al país árabe. Las relaciones entre EE UU y Egipto experimentan unas fuertes turbulencias desde hace diez días, después de saberse que 19 ciudadanos estadounidenses habían sido procesados por violar la ley relativa al funcionamiento de las ONG. Washington ha advertido que la crisis puede provocar la congelación de la ayuda militar, que este año debería ascender a unos 1.000 millones de euros.
“EE UU es una parte fundamental en este acuerdo, y su garante. No hay espacio para hablar de ayuda excepto en el marco del acuerdo de paz”, declaró Mohamed Morsi, el presidente del Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), la marca electoral de los Hermanos que controla cerca del 45% del Parlamento. “Proclamar amenazas de cortar la ayuda está fuera de lugar. De otra forma, el acuerdo podría ser reconsiderado”, añadió Morsi, que al mismo tiempo aseguró apoyar la paz con Israel en aras “del interés del pueblo egipcio”.
Otro peso pesado del partido islamista, Essam al-Erian, también ha vinculado los fondos de asistencia a los tratados de Camp David. “La ayuda es uno de los compromisos de las partes que firmaron el acuerdo de paz, por lo que si una parte lo rompe, da a las otras el derecho a revisarlo”, advirtió al-Erian, presidente del Comité de Exteriores del Parlamento, y considerado uno de los máximos representantes del ala moderada del PLJ.
Sin embargo, en su visita a Egipto el mes pasado con motivo de las elecciones legislativas, el expresidente estadounidense Jimmy Carter, que actuó como mediador en los acuerdos de Camp David, negó cualquier tipo de vinculación entre el tratado y la ayuda militar. “En ninguna de las provisiones de los acuerdos de Camp David se habla de una ayuda económica de EE UU a Egipto”, declaró Carter en una rueda de prensa celebrada en El Cairo.
Desde su firma, en 1979, los acuerdos de paz entre Israel y Egipto han sido uno de los pilares de la política exterior de EE UU en Oriente Medio, y una importante garantía para la seguridad del Estado hebreo, debido a que Egipto es el país árabe más poblado. En las últimas tres décadas, Washington ha concedido al Gobierno egipcio una media de unos 1.500 millones de euros anuales en concepto de ayudas -la mayoría en el terreno militar- con el objetivo de apoyar el mantenimiento de los tratados de Camp David.
Las declaraciones de los dos líderes de los Hermanos Musulmanes muestran su disposición a utilizar estos acuerdos como una baza en la crisis actual con EE UU. Históricamente, el movimiento islamista ha mantenido posturas hostiles hacia el Gobierno estadounidense, y no fue hasta después de la revolución egipcia que la Casa Blanca autorizó a sus diplomáticos a entrevistarse con los líderes del movimiento.
Para reconducir las tensiones entre ambos países, el Jefe del Estado Mayor de EE UU, Martin Dempsey, se desplazó el pasado domingo a El Cairo, donde se entrevistó con Mohamed Husein Tantaui, el presidente de la Junta Militar egipcia. Con la misma finalidad, una delegación del Congreso de EE UU liderada por el republicano John McCain viajará al país árabe durante los próximos días.
El Cairo, El País
Los Hermanos Musulmanes, el principal movimiento islamista egipcio, ha amenazado con replantearse la continuidad de los acuerdos de paz de Camp David firmados entre Israel y Egipto si Washington suspende la ayuda militar al país árabe. Las relaciones entre EE UU y Egipto experimentan unas fuertes turbulencias desde hace diez días, después de saberse que 19 ciudadanos estadounidenses habían sido procesados por violar la ley relativa al funcionamiento de las ONG. Washington ha advertido que la crisis puede provocar la congelación de la ayuda militar, que este año debería ascender a unos 1.000 millones de euros.
“EE UU es una parte fundamental en este acuerdo, y su garante. No hay espacio para hablar de ayuda excepto en el marco del acuerdo de paz”, declaró Mohamed Morsi, el presidente del Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ), la marca electoral de los Hermanos que controla cerca del 45% del Parlamento. “Proclamar amenazas de cortar la ayuda está fuera de lugar. De otra forma, el acuerdo podría ser reconsiderado”, añadió Morsi, que al mismo tiempo aseguró apoyar la paz con Israel en aras “del interés del pueblo egipcio”.
Otro peso pesado del partido islamista, Essam al-Erian, también ha vinculado los fondos de asistencia a los tratados de Camp David. “La ayuda es uno de los compromisos de las partes que firmaron el acuerdo de paz, por lo que si una parte lo rompe, da a las otras el derecho a revisarlo”, advirtió al-Erian, presidente del Comité de Exteriores del Parlamento, y considerado uno de los máximos representantes del ala moderada del PLJ.
Sin embargo, en su visita a Egipto el mes pasado con motivo de las elecciones legislativas, el expresidente estadounidense Jimmy Carter, que actuó como mediador en los acuerdos de Camp David, negó cualquier tipo de vinculación entre el tratado y la ayuda militar. “En ninguna de las provisiones de los acuerdos de Camp David se habla de una ayuda económica de EE UU a Egipto”, declaró Carter en una rueda de prensa celebrada en El Cairo.
Desde su firma, en 1979, los acuerdos de paz entre Israel y Egipto han sido uno de los pilares de la política exterior de EE UU en Oriente Medio, y una importante garantía para la seguridad del Estado hebreo, debido a que Egipto es el país árabe más poblado. En las últimas tres décadas, Washington ha concedido al Gobierno egipcio una media de unos 1.500 millones de euros anuales en concepto de ayudas -la mayoría en el terreno militar- con el objetivo de apoyar el mantenimiento de los tratados de Camp David.
Las declaraciones de los dos líderes de los Hermanos Musulmanes muestran su disposición a utilizar estos acuerdos como una baza en la crisis actual con EE UU. Históricamente, el movimiento islamista ha mantenido posturas hostiles hacia el Gobierno estadounidense, y no fue hasta después de la revolución egipcia que la Casa Blanca autorizó a sus diplomáticos a entrevistarse con los líderes del movimiento.
Para reconducir las tensiones entre ambos países, el Jefe del Estado Mayor de EE UU, Martin Dempsey, se desplazó el pasado domingo a El Cairo, donde se entrevistó con Mohamed Husein Tantaui, el presidente de la Junta Militar egipcia. Con la misma finalidad, una delegación del Congreso de EE UU liderada por el republicano John McCain viajará al país árabe durante los próximos días.