La AIEA señala que Irán aún debe aclarar ciertas "discrepancias" sobre su programa nuclear
Viena, EP
El último informe sobre Irán de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) indica que Teherán aún debe aclarar ciertas "discrepancias" sobre su programa nuclear y su posible deriva militar.
Al parecer, en el inventario del pasado agosto se detectó una disminución de 19,8 kilos de metal de uranio y otro material radiactivo en uno de los laboratorios iraníes, el Laboratorio de Investigación Multifuncional Jabr Ibn Hayan (JHL).
"La discrepancia debe aún aclararse", recoge el informe, de 11 páginas, remitido en la tarde del viernes a los países miembros de la AIEA. Por ello, el organismo pide a Irán acceso a los archivos y al personal implicado en los experimentos de conversión realizados en el laboratorio entre 1995 y 2002.
"Irán ha informado de que ya no cuenta con la documentación pertinente y de que el personal participante ya no está disponible", continúa el informe.
El texto apunta además a un incremento drástico del enriquecimiento de uranio pese a que la paralización de este proceso es una condición exigida por Estados Unidos y sus aliados para reanudar las negociaciones de Teherán con el Grupo 5+1, integrado por Estados Unidos, Francia, China, Rusia, Reino Unido y Alemania.
Los expertos consideran que esta cantidad no sería suficiente para fabricar una bomba atómica, pero sí podría usarse para pruebas armamentísticas.
El último informe sobre Irán de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) indica que Teherán aún debe aclarar ciertas "discrepancias" sobre su programa nuclear y su posible deriva militar.
Al parecer, en el inventario del pasado agosto se detectó una disminución de 19,8 kilos de metal de uranio y otro material radiactivo en uno de los laboratorios iraníes, el Laboratorio de Investigación Multifuncional Jabr Ibn Hayan (JHL).
"La discrepancia debe aún aclararse", recoge el informe, de 11 páginas, remitido en la tarde del viernes a los países miembros de la AIEA. Por ello, el organismo pide a Irán acceso a los archivos y al personal implicado en los experimentos de conversión realizados en el laboratorio entre 1995 y 2002.
"Irán ha informado de que ya no cuenta con la documentación pertinente y de que el personal participante ya no está disponible", continúa el informe.
El texto apunta además a un incremento drástico del enriquecimiento de uranio pese a que la paralización de este proceso es una condición exigida por Estados Unidos y sus aliados para reanudar las negociaciones de Teherán con el Grupo 5+1, integrado por Estados Unidos, Francia, China, Rusia, Reino Unido y Alemania.
Los expertos consideran que esta cantidad no sería suficiente para fabricar una bomba atómica, pero sí podría usarse para pruebas armamentísticas.