Bruselas convoca al Eurogrupo para desatascar la crisis del rescate griego
-El Gobierno de Atenas aún no ha aceptado todas las exigencias para la ayuda
-El recorte de las pensiones frena el acuerdo de los partidos del Ejecutivo
Bruselas, El País
La convocatoria de una reunión del Eurogrupo para hoy jueves, a las seis de la tarde, es un claro indicador de que el acuerdo sobre el segundo rescate de Grecia está más cerca. O no. Porque el Gobierno griego aún no ha dado una respuesta clara a las exigencias de la UE para recibir las nuevas ayudas. Tras siete horas de reunión, el primer ministro griego, Lukas Papademos, obtuvo esta madrugada el respaldo de los tres principales líderes políticos (Yorgos Papandreu, del socialista Pasok; el conservador Antonis Samaras, de Nueva Democracia, y el jefe del partido de extrema derecha, Yorgos Karatzaferis) a gran parte del plan de ajuste propuesto por la troika, que componen la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE). Pero el desacuerdo de los tres partidos que componen el Gobierno de Atenas sobre el recorte de las pensiones impidió una respuesta positiva a la troika. Previamente, el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, había advertido de que la reunión de los ministros del euro no se celebraría hasta que no hubiera un pacto en Atenas.
El acuerdo sobre Grecia se sostiene sobre tres patas. El compromiso de nuevos ajustes sociales por parte del Gobierno y los partidos políticos griegos, un acuerdo con la banca por el que acepte unas pérdidas de hasta el 70% de su inversión en Grecia y la disposición de la UE y el FMI a conceder un segundo paquete de ayudas que podría oscilar entre 130.000 y 145.000 millones.
Las reformas necesarias
Los tres partidos que sostienen el Gobierno griego (socialistas, conservadores y ultraderechistas) debatían ayer las reformas necesarias para que la UE apruebe el segundo rescate, de 130.000 millones. Estas son algunas de las medidas:
Recorte en 2012 del gasto público en un 1,5 % del PIB, unos 3.300 millones.
Lo más polémico es la reforma laboral, que incluye una rebaja de entre el 20% y el 25% del salario mínimo (750 euros en 14 pagas), el recorte del 20% de las pensiones superiores a 1.000 euros. La troika podría renunciar a la supresión de una paga extra en el sector privado.
Los recortes son especialmente traumáticos para un país que empieza su quinto año de recesión y que está cada vez más próximo a la explosión social. Los sindicatos han convocado más manifestaciones para hoy tras la huelga general de anteayer. Los ajustes que se debaten ahora, muchos de los cuales son compromisos anteriores no aplicados aún, incluyen una reducción de gastos sanitarios de 1.100 millones; recortes en Defensa y en la Administración local, de 400 millones en cada caso; reducción del salario mínimo en un 22% (pasaría de 750 euros brutos a 586 en 14 pagas), reducciones del 15% en las pensiones complementarias y aplicación del acuerdo anterior de eliminar 15.000 empleos del sector público.
Para alcanzar un acuerdo con la banca se celebrará hoy en París una reunión del comité de acreedores privados, bajo la dirección del Instituto de Finanzas Internacionales. El acuerdo prevé canjear unos 200.000 millones de deuda pública griega en manos de los bancos y compañías de seguros principalmente, por títulos con vencimiento de hasta 30 años, en una operación que supondrían una reducción de la deuda griega en 100.000 millones. El tipo de interés de estos nuevos títulos será próximo al 3,5%, lo que puede suponer unas pérdidas de hasta el 70%.
En la operación, el BCE, que junto a los bancos centrales tiene unos 50.000 millones de bonos de deuda pública de Grecia, debatirá hoy su contribución al rescate. El banco emisor podría traspasar los bonos en su poder al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) en determinadas condiciones para que no sufriera pérdidas. Con todos estos canjes de deuda se espera reducir su peso sobre el producto interior bruto (PIB) desde el 160% actual hasta el 120% en 2020, lo que tampoco implica mucha sostenibilidad, dado el débil aparato de recaudación fiscal de Grecia.
La renuncia de la troika a exigir la eliminación de dos pagas extras que perciben los trabajadores del sector privado contribuyó en buena parte a desencallar las negociaciones y a que los partidos políticos, que se enfrentan a unas nuevas elecciones en abril, aceptaran un principio de acuerdo sobre ello. El Gobierno griego espera que a cambio de las rigurosas exigencias de la troika logrará un segundo paquete de créditos que oscila entre los 130.000 y los 145.000 millones de euros. Grecia debe efectuar un pago de 14.500 millones el 20 de marzo.
-El recorte de las pensiones frena el acuerdo de los partidos del Ejecutivo
Bruselas, El País
La convocatoria de una reunión del Eurogrupo para hoy jueves, a las seis de la tarde, es un claro indicador de que el acuerdo sobre el segundo rescate de Grecia está más cerca. O no. Porque el Gobierno griego aún no ha dado una respuesta clara a las exigencias de la UE para recibir las nuevas ayudas. Tras siete horas de reunión, el primer ministro griego, Lukas Papademos, obtuvo esta madrugada el respaldo de los tres principales líderes políticos (Yorgos Papandreu, del socialista Pasok; el conservador Antonis Samaras, de Nueva Democracia, y el jefe del partido de extrema derecha, Yorgos Karatzaferis) a gran parte del plan de ajuste propuesto por la troika, que componen la Unión Europea (UE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE). Pero el desacuerdo de los tres partidos que componen el Gobierno de Atenas sobre el recorte de las pensiones impidió una respuesta positiva a la troika. Previamente, el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, había advertido de que la reunión de los ministros del euro no se celebraría hasta que no hubiera un pacto en Atenas.
El acuerdo sobre Grecia se sostiene sobre tres patas. El compromiso de nuevos ajustes sociales por parte del Gobierno y los partidos políticos griegos, un acuerdo con la banca por el que acepte unas pérdidas de hasta el 70% de su inversión en Grecia y la disposición de la UE y el FMI a conceder un segundo paquete de ayudas que podría oscilar entre 130.000 y 145.000 millones.
Las reformas necesarias
Los tres partidos que sostienen el Gobierno griego (socialistas, conservadores y ultraderechistas) debatían ayer las reformas necesarias para que la UE apruebe el segundo rescate, de 130.000 millones. Estas son algunas de las medidas:
Recorte en 2012 del gasto público en un 1,5 % del PIB, unos 3.300 millones.
Lo más polémico es la reforma laboral, que incluye una rebaja de entre el 20% y el 25% del salario mínimo (750 euros en 14 pagas), el recorte del 20% de las pensiones superiores a 1.000 euros. La troika podría renunciar a la supresión de una paga extra en el sector privado.
Los recortes son especialmente traumáticos para un país que empieza su quinto año de recesión y que está cada vez más próximo a la explosión social. Los sindicatos han convocado más manifestaciones para hoy tras la huelga general de anteayer. Los ajustes que se debaten ahora, muchos de los cuales son compromisos anteriores no aplicados aún, incluyen una reducción de gastos sanitarios de 1.100 millones; recortes en Defensa y en la Administración local, de 400 millones en cada caso; reducción del salario mínimo en un 22% (pasaría de 750 euros brutos a 586 en 14 pagas), reducciones del 15% en las pensiones complementarias y aplicación del acuerdo anterior de eliminar 15.000 empleos del sector público.
Para alcanzar un acuerdo con la banca se celebrará hoy en París una reunión del comité de acreedores privados, bajo la dirección del Instituto de Finanzas Internacionales. El acuerdo prevé canjear unos 200.000 millones de deuda pública griega en manos de los bancos y compañías de seguros principalmente, por títulos con vencimiento de hasta 30 años, en una operación que supondrían una reducción de la deuda griega en 100.000 millones. El tipo de interés de estos nuevos títulos será próximo al 3,5%, lo que puede suponer unas pérdidas de hasta el 70%.
En la operación, el BCE, que junto a los bancos centrales tiene unos 50.000 millones de bonos de deuda pública de Grecia, debatirá hoy su contribución al rescate. El banco emisor podría traspasar los bonos en su poder al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) en determinadas condiciones para que no sufriera pérdidas. Con todos estos canjes de deuda se espera reducir su peso sobre el producto interior bruto (PIB) desde el 160% actual hasta el 120% en 2020, lo que tampoco implica mucha sostenibilidad, dado el débil aparato de recaudación fiscal de Grecia.
La renuncia de la troika a exigir la eliminación de dos pagas extras que perciben los trabajadores del sector privado contribuyó en buena parte a desencallar las negociaciones y a que los partidos políticos, que se enfrentan a unas nuevas elecciones en abril, aceptaran un principio de acuerdo sobre ello. El Gobierno griego espera que a cambio de las rigurosas exigencias de la troika logrará un segundo paquete de créditos que oscila entre los 130.000 y los 145.000 millones de euros. Grecia debe efectuar un pago de 14.500 millones el 20 de marzo.