Un calígrafo afgano expone en Kabul "el mayor Corán del mundo"
Kabul, EFE
Mohammed Sabir Khedri es un calígrafo de 53 años que acaba de culminar un gran sueño, la realización del "mayor Corán del mundo", con el que busca reivindicar la rica cultura afgana pese al conflicto bélico que asuela el país.
"He trabajado en este Corán durante cinco años", cuenta a Efe Khedri, junto a su obra ya terminada, que descansa abierta ante curiosos y visitantes en una biblioteca pública de luces tenues situada en la zona norte de Kabul.
El Corán de Khedri, de 500 kilos de peso, mide 2,28 metros de largo y 1,55 metros de alto, y la caligrafía, legible, ha sido elaborado con un grueso lápiz de madera y algodón en páginas de color azul y caracteres en amarillo.
Por eso esta versión del libro santo del islam reposa sobre una piedra de mármol negro, bajo pequeñas bombillas y ante la admiración de unos 200 visitantes diarios, muchos de ellos en familia, de acuerdo con los responsables del centro.
Según Khedri, los Coranes suelen estar escritos con tinta negra sobre papel blanco, pero su "sentimiento" le empujó a realizar este ejemplar con tantos colores como fuera posible, y así dar pie a la obra "más fructífera" de su vida.
"Hacer este libro, algo que nadie ha conseguido en el mundo, era uno de los sueños de mi padre", afirmó el orgulloso autor.
Las costuras del ejemplar han sido preparadas por un especialista turco de la ciudad de Estambul, en Turquía, que utilizó 21 pieles marrones de cabra pintadas con tonos dorados, y nueve aprendices trabajaron mano a mano con Khedri en los diseños y adornos.
El autor nació y creció en la norteña provincia de Parwan, y tras graduarse en el instituto en Kabul aprendió artes y caligrafía antes de completar su formación en Irán, donde, dice, escribía versos del Corán que luego enmarcaba y regalaba a sus amigos.
"En el mundo hay millones de Coranes, pero a todo el mundo le gustaría realizar el mayor de ellos, y obviamente el mayor Corán es el que te produce una sensación más aguda en tu corazón", asegura el autor, que dice no haber cobrado por realizar el libro.
El proyecto ha contado con el apoyo financiero del líder espiritual chii Alhaj Sayed Mansur Naderi, según dijo a Efe Rahmatulá Ahmadi, jefe de prensa de la biblioteca Nasir Khesraw Balkhi, en la que se encuentra el Corán.
Naderi es también quien construyó la biblioteca, un reciente edificio que alberga 20.000 libros religiosos, históricos y culturales y que es una rareza si se tiene en cuenta que la mayoría de la población afgana apenas tiene acceso a la educación.
Hasta ahora, el Corán más grande del mundo estaba en la ciudad tártara de Kazán (Rusia), con unas medidas de 1,5x2 metros, un peso de 800 kilos y una cubierta de oro y plata que pesa 120 kilos.
"Para mí, será un placer si alguien logra hacer uno más grande que el que he realizado yo", dice Khedri con deportividad.
Mohammed Sabir Khedri es un calígrafo de 53 años que acaba de culminar un gran sueño, la realización del "mayor Corán del mundo", con el que busca reivindicar la rica cultura afgana pese al conflicto bélico que asuela el país.
"He trabajado en este Corán durante cinco años", cuenta a Efe Khedri, junto a su obra ya terminada, que descansa abierta ante curiosos y visitantes en una biblioteca pública de luces tenues situada en la zona norte de Kabul.
El Corán de Khedri, de 500 kilos de peso, mide 2,28 metros de largo y 1,55 metros de alto, y la caligrafía, legible, ha sido elaborado con un grueso lápiz de madera y algodón en páginas de color azul y caracteres en amarillo.
Por eso esta versión del libro santo del islam reposa sobre una piedra de mármol negro, bajo pequeñas bombillas y ante la admiración de unos 200 visitantes diarios, muchos de ellos en familia, de acuerdo con los responsables del centro.
Según Khedri, los Coranes suelen estar escritos con tinta negra sobre papel blanco, pero su "sentimiento" le empujó a realizar este ejemplar con tantos colores como fuera posible, y así dar pie a la obra "más fructífera" de su vida.
"Hacer este libro, algo que nadie ha conseguido en el mundo, era uno de los sueños de mi padre", afirmó el orgulloso autor.
Las costuras del ejemplar han sido preparadas por un especialista turco de la ciudad de Estambul, en Turquía, que utilizó 21 pieles marrones de cabra pintadas con tonos dorados, y nueve aprendices trabajaron mano a mano con Khedri en los diseños y adornos.
El autor nació y creció en la norteña provincia de Parwan, y tras graduarse en el instituto en Kabul aprendió artes y caligrafía antes de completar su formación en Irán, donde, dice, escribía versos del Corán que luego enmarcaba y regalaba a sus amigos.
"En el mundo hay millones de Coranes, pero a todo el mundo le gustaría realizar el mayor de ellos, y obviamente el mayor Corán es el que te produce una sensación más aguda en tu corazón", asegura el autor, que dice no haber cobrado por realizar el libro.
El proyecto ha contado con el apoyo financiero del líder espiritual chii Alhaj Sayed Mansur Naderi, según dijo a Efe Rahmatulá Ahmadi, jefe de prensa de la biblioteca Nasir Khesraw Balkhi, en la que se encuentra el Corán.
Naderi es también quien construyó la biblioteca, un reciente edificio que alberga 20.000 libros religiosos, históricos y culturales y que es una rareza si se tiene en cuenta que la mayoría de la población afgana apenas tiene acceso a la educación.
Hasta ahora, el Corán más grande del mundo estaba en la ciudad tártara de Kazán (Rusia), con unas medidas de 1,5x2 metros, un peso de 800 kilos y una cubierta de oro y plata que pesa 120 kilos.
"Para mí, será un placer si alguien logra hacer uno más grande que el que he realizado yo", dice Khedri con deportividad.